El Director Ejecutivo de Barrick Gold cumple un año en el cargo

Aaron Regent Barrick Gold

(OroyFinanzas.com) – Aaron Regent no es el estereotipo de hombre de la minería. Lejos de ser un geólogo o ingeniero es, de hecho, un contable disciplinado.

Enfundado en su traje negro y corbata, en su oficina de la planta 37 en una torre de oficinas de Toronto, Regent podría ser confundido con un banquero de inversión. Su nombramiento hace un año como director ejecutivo de Barrick Gold Corp., el mayor productor de oro del mundo, es un reflejo de los enormes cambios que han tenido lugar en la industria minera de oro.

Peter Munk, de 82 años, presidente de la compañía, explica el nombramiento de Regent: “Necesitamos a alguien que sea capaz de lidiar con asuntos estratégicos y temas financieros complejos. Lo último que necesitaba en la dirección de Barrick era a un minero más”.

Una ola de consolidación ha impregnado al sector durante la última década, y como consecuencia se han formado gigantes de la minería como son BHP Billiton, Xstrata y Rio Tinto. La minería de oro se ha animado debido a los precios récord,  a medida que los inversores nuevamente se han volcado hacia el metal.

Barrick Gold Corp. ha pasado de ser una pequeña firma de exploración de petróleo y gas en Ontario a ser propietario de 26 minas operativas en lugares tan lejanos como Chile, Tanzania, EE.UU. y Papúa Nueva Guinea, y tiene tres más en construcción.

Regent es un extranjero para Canadá. Nació en Irlanda, y su padre trasladó a la familia a Canadá durante su infancia. A los 36 era director ejecutivo de Falconbridge, un gran productor de níquel controlado por Brascan. Después de que Falconbridge fuera adquirida por Xstrata, el grupo de metales anglo-suizo, en 2006, Regent se trasladó a Brookfield Asset Management, la compañía sucesora de Brascan. Sus primeros tres meses en Barrick pasaron entre visitas a las minas del grupo y sondeando a los accionistas.

La información que recabó fue  decisiva en la decisión tomada por Barrick Gold en septiembre 2009 de liquidar las restantes coberturas en oro, asumiendo una total exposición al precio de mercado.

La medida fue un cambio brusco. Munk ha sido un reconocido fan de la cobertura en oro durante los ’90, cuando el oro languidecía entre los US$ 300 y US$ 400 la onza. Pero Regent descubrió que algunos grandes inversores no comprarían acciones de Barrick Gold a menos que estuvieran completamente atados a los precios de mercado.

Aunque el ejecutivo valora la franqueza entre sus subordinados, mantiene una conducta absolutamente positiva. A veces es difícil saber si su risa fácil es para esconder su incomodidad o responde a un temperamento optimista.

“El punto es ser directo y abierto. No es necesario que se haga de manera hostil “, comenta.

Regent ha comenzado a imprimir su sello en Barrick Gold de otras formas también. Recordando a sus colegas que “no fabricamos el oro en Toronto”, recortó personal de la casa matriz y dio más autoridad a los administradores de las minas.

El ejecutivo cultiva un perfil bajo. Comparte secretaria con dos colegas senior, y la mesa de visitas en su modesta oficina es de la mitad del tamaño de un escritorio promedio.

Regent muestra poca emoción al hablar del aumento en el precio del oro, que alcanzó un récord de
US$ 1.200 dólares la onza en diciembre. “Claramente, no es algo malo”, dice. “Es bueno ver el impulso y tener el viento en nuestra espalda”

Fuente: Portal Minero

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Sobre el autor

Marion Mueller
Marion Mueller is the an analyst with OroyFinanzas.com.
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