Los viajes de Gulliver, el valor del dinero y el oro

(OroyFinanzas.com) – En uno de sus viajes, Gulliver llega a la isla de Balnibarbi, cuyos habitantes son hombres de ciencia completamente locos. La capital de Balnibardi se llama Lagado, y en ella se encuentra la Gran Academia de Lagado, el centro de las Artes y las Ciencias, donde centenares de hombres de ciencia completamente locos se esfuerzan trabajando en proyectos de investigación que consideran de gran transcendencia y utilidad. Uno de los logros que los científicos de Lagado muestran a Gulliver, es una invención consistente en utilizar una veleta para indicar mediante su sombra las horas del día en un reloj de sol, de modo que la medida del tiempo deja de tener un valor estricto. Gulliver se queda pasmado.

¿Qué ventajas aporta esta nueva invención? Muy sencillo. Los habitantes de Lagado  nos podrían decir que tal sistema supone una “medida flotante del tiempo”, que la gran ventaja de su flotabilidad es “su rápida adaptabilidad a las condiciones cambiantes”, que su importancia no radica en el papel del viento en la medida del tiempo, sino, en “la nueva libertad que aporta al ser humano para guiar su propio destino”, y que no hay nada más absurdo que hacer coincidir el tiempo local con el tiempo astronómico, “ya que nosotros, en Lagado, hemos averiguado que el mundo es tan complejo, que no hay lugar para explicaciones simples o estándares de medida estrictos”.

Dejamos a Gulliver en Balnibarbi y nos ponemos a pensar

¿Os imagináis un mundo sin estándares de medida? Sin una definición estricta para el metro, el segundo, el kilo, etc. La industria y el comercio serían imposibles. Pero… ¿Y el estándar para medir el valor económico de las cosas? ¿Cuál es ese estándar? ¿Existe?

Sí, dicho estándar existía, fue definido el 19 de octubre de 1868, y se llamaba PESETA. La PESETA era definida como: 0,3223 gramos de Oro de 900 milésimas de pureza.

¿Por qué oro? Porque el oro es un metal que debido a su escasez y a su belleza, los seres humanos han apreciado y deseado siempre, como los diamantes, solo que desde el punto de vista de su manipulación y conservación es mucho más práctico (en realidad, el oro es una bendición de la naturaleza, ya que sus propiedades químicas lo hacen prácticamente indestructible, y sus propiedades físicas lo hacen muy fácil de manipular. Por otra parte, la cantidad de oro que hay en el mundo es fija. Todo esto lo convierte en el objeto ideal para usarlo como “dinero”. Ésa es la utilidad industrial del oro). Algo que es deseado tiene valor, y puede ser usado como una referencia, un “estándar” para medir el valor de las cosas.

Aquí podéis ver la imagen de una moneda de 25 Pesetas del año 1876 (una “Alfonsina”). Dicha moneda lleva grabada una inscripción: “25 Pesetas”. Lo que dice la inscripción es VERDAD, ya que dicha moneda está hecha de oro y pesa 8,06 gramos (25 por 0,3223 gramos de oro es 8,06 gramos).

A continuación de la foto de la “Alfonsina”, podéis ver la imagen de una moneda de 25 Pesetas, del año 1980.

Moneda de 25 pesetas

También tiene una inscripción: “25 Pesetas”. Sin embargo, descontando el valor numismático, su poder adquisitivo es… ¡1.000 veces menor! ¡Pero la inscripción es la misma! ¡También hace referencia a la unidad de valor PESETA!

¿Es que la entidad que ha emitido esta moneda no está cumpliendo su parte del contrato? ¿No está siguiendo el estándar de medida, como el tendero tramposo que utiliza pesas trucadas marcadas con valores que no corresponden a la realidad?

La inscripción de la moneda de 1980 es una MENTIRA, no representa el valor real de dicha moneda, es un fraude. (Es como una botella de vino bueno, pero sin vino. Una botella vacía con la etiqueta todavía puesta.)

Nada bueno puede salir de un sistema monetario que NO SIGUE NINGUN ESTÁNDAR DE VALOR, del mismo modo que es imposible que el comercio o la industria progresen si los actores no cumplen con los estándares de pesas, medidas y tiempo (como hace el tendero tramposo).

Dicho sistema monetario da barra libre al gobernante y a los bancos para abusar de los ciudadanos, ya que pueden crear todo el crédito que quieran sin ninguna limitación. No es un crédito basado en el ahorro voluntario sino en la creación de unidades monetarias A PARTIR DE LA NADA, y es la causa del cataclismo económico al que estamos abocados.

A los ciudadanos nos cuesta comprender esto, pero los gobernantes lo comprenden perfectamente. Como ejemplo os adjunto la imagen de un billete de 50 dólares del año 1928. En él, en la parte inferior, se puede leer la frase: “CINCUENTA DOLARES EN MONEDAS DE ORO A PAGAR A PETICION DEL PORTADOR” (“Fifty Dollars in gold coin payable to the bearer on demand”). El DOLAR es también un estándar de valor, y fue definido como: 1,672 gramos de Oro de 900 milésimas de pureza. Este billete era un recibo de 50 dólares, o lo que es lo mismo, un recibo por 83,6 gramos de oro. Ni más ni menos.

Os adjunto también la imagen de un billete de 50 dólares actual. En él no se hace mención a ningún estándar de valor, como el oro. No se dice NADA.

De esta manera los gobernantes se han eximido a sí mismos de hacer frente al cumplimiento de sus obligaciones al emitir papel moneda. Todo esto quiere decir que la moneda que el gobierno nos obliga a usar no VALE NADA (y os recuerdo que por las leyes de curso legal vigentes, no somos libres de utilizar otra moneda para nuestras transacciones; otra moneda que pueda defender mejor el valor de nuestros ahorros, o lo que es lo mismo, el fruto de nuestro trabajo).

Los acontecimientos que estamos viviendo, son los primeros síntomas del cataclismo que supone que el mercado esté empezando a descubrir (aunque de forma indirecta) que nuestros ahorros NO EXISTEN, porque están medidos en unas unidades que NO TIENEN VALOR.

Por eso, mi consejo es ponerse a salvo lo antes posible mediante la compra de oro físico, antes de que sea demasiado tarde.

José Luis Navarro

© OroyFinanzas.com

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Sobre el autor

Marion Mueller
Marion Mueller is the an analyst with OroyFinanzas.com.

5 Comentarios en "Los viajes de Gulliver, el valor del dinero y el oro"

  1. Jose Luis todo un placer leer el articulo, me parece interesante.

  2. Cristina Ruiz Huete | 25 octubre 2011 at 21:48 pm |

    No puedo mas que felicitarle ante la claridad de exposición y la riqueza de los datos. Demostrando que un articulo riguroso puede ser a la vez ameno y divulgativo. Le agradecería continuara publicando artículos. Un saludo.

  3. José Plaza | 28 abril 2010 at 12:49 pm |

    Excelente artículo, os felicito. Continuen informando así, ya que es academicamente muy buena. Exitos !!

  4. Excelente, muy fácil de comprender, hasta para mi.

  5. Muy interesante e instructivo artículo
    Q

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