El Mago de Oz, las zapatillas de “plata” y el patrón oro

(OroyFinanzas.com) – La crisis financiera y económica que aún estamos padeciendo la mayoría de los países del mundo, ha generado una gran desconfianza de los ahorradores respecto a su sistema financiero. Las tasas de interés no son altas en estos momentos, así que los incentivos para generar riqueza a través de instituciones financieras son escasos. Esto sin mencionar el fraude de grandes empresas que falsearon sus estados contables, ocultaron información al mercado, otorgaron cantidades exorbitantes de bonos a sus directivos y empobrecieron a sus accionistas.

En el mismo sentido, el incremento de la demanda del dólar y la necesidad de deuda de los Estados Unidos han presionado al gobierno norteamericano a imprimir cantidades sin precedentes de dinero. Ello genera inflación (incremento de todos los precios) y depreciación (perdida de la capacidad de compra de la moneda). En el caso del dólar, su situación no se explica en estos momentos como lo supone la teoría económica (esta sugiere que debería estar depreciándose) por lo que se dice entonces, que el dólar vive una especie de burbuja financiera.

Por ello, los ahorradores saben que mantener su dinero en dólares significa un riesgo latente de empezar a perderlo todo, y esto puede ocurrir, cuando la burbuja reviente y el dólar pague las consecuencias de la gran deuda de los estadounidenses. Así que se ha buscado un refugio alternativo para la inversión financiera y el ahorro: el oro. Por sus cualidades, los metales preciosos no se ven afectados por la devaluación o por la inflación.

En meses recientes, el precio del oro ha superado los 1,000 dólares la onza y se ha mantenido confortablemente por encima de esa barrera psicológica (1,064 dólares la onza al día de hoy). Hay analistas que lo ubican para finales de 2010 en 1,200 dólares la onza. El incremento del precio no se debe a una escasez del metal amarillo, hoy se sabe hay más oro disponible del que había hace 10 años cuando el precio osilaba en los 250 dólares la onza; más bien se debe a un patrón de desconfianza en la palabra de los gobiernos y su capacidad para salir avante de la crisis.

Lo anterior ha motivado en ciertos círculos académicos a retomar el debate sobre si el dinero debe estar respaldado por oro o no (en México la propuesta es por plata y la encabeza Hugo Salinas Price); en internet hay abundante información al respecto. Una página que ilustra el debate en la Unión americana es “The Secret of Oz”, donde se plantea la apremiante necesidad de reformular el sistema monetario internacional, sin caer en los problemas que trajo décadas atrás el acuerdo del Bretton Woods (Patrón oro – dólar).

GATA Washington Conference – HugoSalinas.mov from Chris Powell on Vimeo.

The Secret of Oz, hace alusión a un debate similar en la historia de Estados Unidos (1,900) cuando los precios habían caído cerca de un 22% durante 16 años, generando una deuda enorme. Los agricultores del “Oeste” se contaban entre los más afectados y los prestamistas eran los bancos del “Este”.

En ese momento operaba en EE.UU. el estándar de oro, un sistema monetario que respaldaba cada dólar con una cantidad de oro. El Partido Populista (que defendía los intereses de los agricultores) quería que la plata, junto con el oro, se usara como moneda. Eso habría incrementado el suministro de dinero estadounidense, elevando el nivel de los precios y reduciendo la carga de la deuda de los granjeros.
En ese momento L. Frank Baum, periodista del Medio Oeste, escribía un cuento para niños llamado “El Mago de Oz” donde hizo que los personajes representaran a los protagonistas de la gran batalla política económica de la época. Aunque los comentaristas modernos del cuento interpretan de distinta manera a los personajes, no cabe duda que el cuento pone de manifiesto el debate sobre la política monetaria (Gregory Mankiw).

La alegoría de la obra con la realidad política, se expresa de la siguiente manera: Dorothy representa los valores norteamericanos tradicionales; Toto (el perro), al partido prohibicionista; Espantapájaros, a los agricultores; Hombre de Hojalata, a los obreros industriales; el León Cobarde era William Jeninngs (candidato del partido popular que defendía la acuñación de plata); los Enanitos son los ciudadanos; Malvada Bruja del Oeste simulaba a William McKinley (candidato republicano que se oponía a la acuñación de la plata); Oz es la medida del oro (onza) y representa también al presidente de EE.UU. y, por último, el camino de lozas amarillas representaba el patrón oro de la moneda del cual algunos sugerían no debían salir.

Los que conocen el cuento saben que al final Dorothy vuelve a casa. Ella terminó descubriendo que el Mago de Oz realmente no podía resolver su problema y que la solución siempre estuvo en sus zapatillas de “plata” (pese a que la obra de Baum si considera zapatillas de plata, la película de Hollywood las hizo de rubí). A diferencia del final de Dorothy, los agricultores no lograron su propósito.

La crisis actual, trae a colación al Mago de Oz, no por un problema de deflación como en 1,900 sino por el efecto contrario, que hace que el oro, la plata y el cobre no pierdan valor ante las fluctuaciones del mercado monetario. Y eso hace pensar a algunos como Salinas Price en México, que si la moneda tiene un valor adicional a su valor facial, las fluctuaciones de los precios del mercado no nos afectarían tanto. Por ahora el camino de las lozas amarillas no es un rumbo fijado para ningún país y a lo mejor a diferencia de Dorothy, podemos encontrar salidas distintas al oro o la plata que nos alejen de la posibilidad de repetir errores del pasado.

Saúl Rosas Monroy

Fuente: El Diario de Sonra

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Sobre el autor

Marion Mueller
Marion Mueller is the an analyst with OroyFinanzas.com.
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