El ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, presentará hoy a sus socios en el Eurogrupo las conclusiones de las auditorías y les informará “en qué punto está el Gobierno con la solicitud formal de la ayuda”. Después, tanto el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Olli Rehn; como el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi; la directora gerente del FMI, Christine Lagarde; y el presidente del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), Klaus Regling, ofrecerán sus puntos de vista. El debate “se centrará en los próximos pasos a dar si hay una solicitud y en las acciones de las próximas semanas”, han agregado las fuentes.
Bruselas no prevé cree que el Memorándum de Entendimiento (el documento que debe contener todos los requisitos para la concesión de las ayudas) pueda estar listo para el próximo 28 de junio, cuando tendrá lugar la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea. Entre las condiciones que se barajan está, para empezar, el tipo de interés, que debería oscilar entre un 3% y un 4% (menos que lo que está pagando actualmente por la deuda a dos y 10 años) y un plazo de vencimiento que el Gobierno tratará de que sea lo más largo posible (España trata que sea 30 años). Y, como no, está por conocer qué mecanismo es el usado finalmente: el llamado FEEF o EFSF (dependiendo de si se toman las siglas en español o en inglés), en vigor actualmente, o el MEDE, que comienza a estar operativo en julio y que tiene preferencia de cobro frente a otros inversores.
Nada cerrado
A estas horas, nada parece cerrado. El Gobierno, con la ayuda de la Comisión Europea y otros países como Italia o Francia, negocia hacer más digerible el rescate bancario pactado hace dos semanas, y por eso tratará de dilatar la petición de ayudas. Los principales líderes políticos presionan a la canciller alemana, Angela Merkel, para que flexibilice su postura hacia los países en problemas. Y en medio, las distintas propuestas para aliviar a España e Italia. Ayer, diversos medios, sobre todo el Daily Telegraph inglés, apuntaban a la posibilidad de un rescate blando de los dos países (compra de deuda con el dinero de los fondos de rescate), una posibilidad que relajó la presión de la deuda.
Fuente: Cinco Días
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