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China: Hora de la liberalización del yuan chino

(OroyFinanzas.com) – La economía norteamericana cerró el 2004 con un crecimiento del 4.4%, su mayor ritmo desde 1999, aunque –todo hay que decirlo- se ralentizó en el último trimestre del año, en el que avanzó sólo un 3.1%. El Departamento de Comercio de Estados Unidos explicó el viernes que la ralentización en ese período se debió al empeoramiento de la balanza comercial del país, que sigue sufriendo pese a la debilidad del dólar.

El 3.1% de crecimiento del PIB del cuarto trimestre contrasta con las tasas más significativas registradas en el resto del año. Recordad que entre julio y septiembre la economía estadounidense se expandió un 4%, de abril a junio un 3.3%, y de enero a marzo un 4.5%, mientras que en todo el 2003 subió un 3%.

No obstante, la expectativa de una subida de tipos en Estados Unidos -esta misma semana- sigue apoyando la cotización del dólar, que –no lo olvidemos- ha cerrado dos semanas consecutivas de ganancias. A última hora del viernes, el euro cotizaba a 1.3035 dólares, lo que implica una caída del 3.8% desde comienzos de año. Esta mañana el EUR/USD ha perdido momentáneamente la cota de los 1.30 dólares por euro, aunque ahora ya vuelve a cotizar, otra vez, cerca de los niveles de cierre del viernes.

Los últimos indicadores macroeconómicos avalan la fortaleza de la economía estadounidense. El aumento de las peticiones de bienes duraderos, la subida del índice de confianza del consumidor y el PIB dejan la puerta abierta a más subidas de tipos en Estados Unidos, lo que permite que el billete verde haya recortado distancias frente al dólar desde comienzos de año. Si bien, como sabéis, es de esperar que el dólar retome la senda bajista en el medio plazo debido al elevado déficit estadounidense.

Ahora todo el mundo tiene la vista puesta en la reunión de la FED de pasado mañana, miércoles, que es lo que está permitiendo al billete verde aguantar el tipo. La mayoría de los inversores en FOREX apuesta por un incremento de tipos de interés de un cuarto de punto, que sitúe el precio del dinero en Estados Unidos en el 2.5%.

La emoción es patente en las mesas de FOREX, sobre todo dada la incertidumbre que generó la publicación de las actas de la reunión de diciembre, en las que la FED mostraba preocupación por la inflación, unas palabras que los operadores interpretaron como un síntoma de subidas de tipos de interés más agresivas de lo previsto en un principio.

La mañana europea ha tenido algunos datos macro significativos, como el índice de confianza del consumidor en Francia, que se ha mantenido en los -25 puntos, el mismo nivel que el mes anterior, cuando se esperaba una leve mejora hasta los -24 enteros. Esto indica que las expectativas de los consumidores galos no han mejorado, a pesar de las previsiones, y el indicador se mantiene, por tanto, en su menor alcanzado durante todo el 2004.

También hemos conocido que la confianza empresarial de la Zona Euro ha caído en enero inesperadamente hasta su nivel más bajo en siete meses, hasta los –5 puntos, desde los –4 puntos de diciembre. Este dato queda por debajo de las expectativas, que apuntaban que mejoraría hasta los –3.5 puntos.

El euro está ahora a la espera de conocer, esta tarde, el índice de manufacturas de Chicago. El primer soporte se halla en los 1.2980 dólares por euro y una ruptura del mismo abrirá el camino para caídas adicionales hacia los 1.2922 dólares por euro. Por encima de los 1.3070 (primera resistencia significativa), los objetivos alcistas se localizan en los 1.3130 y los 1.3160 (este último, nivel de retroceso Fibonacci). Sólo una superación del 1.3210 señalaría el inicio de un “rally” alcista convincente hacia los 1.3280 dólares por euro, escenario que, en estos momentos, no parece muy probable.

En cualquier caso, el foco de atención no está hoy tanto en el EUR/USD como en el USD/JPY y, sobre todo, en China, después de que un destacado miembro del Banco Central chino asegurase el viernes, en el Foro de la ciudad suiza de Davos, que ha llegado la hora de la liberalización del yuan. El Mercado ha reaccionado con ventas de yenes, a pesar de que el propio Banco de China haya matizado más tarde que las declaraciones del funcionario sólo responden a su mera opinión personal. (El won coreano, por cierto, marcó el viernes sus máximos de los últimos 7 años frente al billete verde, lo que habla de lo bien que sentó en los mercados asiáticos esos comentarios en torno al yuan).

Y es que todo indica que la liberalización del yuan por parte del Gobierno chino no tiene vuelta atrás y sólo es cuestión de esperar. No obstante, dicha desvinculación del yuan al dólar se hará de manera progresiva. China introducirá, efectivamente, mayor flexibilidad en su tipo de cambio, pero lo hará sólo de forma paulatina, pese a las presiones de los países occidentales, que desearían una revaluación del yuan más rápida para equilibrar la competitividad china. No obstante, el gigante asiático andará con pies de plomo en la introducción de mayor flexibilidad para su moneda.

El subsecretario del Tesoro estadounidense para Asuntos Internacionales, John Taylor, volvió la semana pasada a pedir una revaluación de la moneda china. Li Ruogu, vicegobernador del Banco de China respondió que su país “continuará reformando el mecanismo de los tipos de cambio y ya ha decidido ir progresivamente hacia una mayor flexibilidad”.

Lo cierto es que, pese a que no hay ninguna fecha prevista para ello, la reciente caída del billete verde (“el viejo dólar seguirá cayendo”, ha opinado el fundador de Microsoft, Bill Gates) ha despertado alguna inquietud en Pekín. “Creo que el mundo entero debería considerar si el actual sistema monetario centrado en el dólar es razonable y si es preciso reformarlo. Es un problema que tenemos que solucionar y es la tarea que tenemos por delante” ha dicho el mismo Ruogu.

También Fan Gang, director del Instituto de Investigación de China Reform Foundation, ha puesto de manifiesto la pérdida de popularidad del dólar en Pekín: “El problema no es la revaluación, sino encontrar otro sistema de referencia. El dólar ya no es una divisa estable. Debemos cambiar a un régimen más flexible con una cesta más diversificada de divisas, con el euro o el yen”.

En todo caso, los dirigentes chinos han subrayado en Suiza que las presiones internacionales no modificarán sus decisiones sobre el yuan. Al contrario, es contraproducente la presión internacional. Ha llegado el momento de dejar de decir a los chinos lo que tienen que hacer. Ellos decidirán lo que les parezca oportuno. China ya es mayor. En los últimos meses se ha convertido en un actor económico de primer plano que, sin duda, marcará el rumbo de los negocios en las próximas décadas. En el Foro de Davos se ha comprometido a cuadruplicar su riqueza en los próximos 15 años, garantizando un ritmo de crecimiento anual del 8%… ¡sin que ello cause un recalentamiento de la economía! Sin duda, se trata de un objetivo ambicioso.

Pero más allá de las exportaciones, cuya fuerza ya es visible en el mercado desde hace años, es en el frente de las importaciones (que crecieron el año pasado un 35%) donde Pekín enseñará cada vez más su poderío. Y no sólo en la compra de materias primas, como demostró el reciente encargo billonario de aviones a Boeing. Antes de lo que nos pensamos, el gigante asiático estará importando productos manufacturados de alto valor añadido procedentes de países como los de la Unión Europea.

Los operadores en divisas ya han asimilado que los movimientos del yuan serán lentos. De hecho, es de esperar que la moneda china siga manteniéndose, como ahora, entre un 50 y un 60% por debajo de su valor real, aunque en unos tres años podría apreciarse hasta un 30% frente a su tipo de cambio efectivo real. A corto plazo, no obstante, esta revalorización no será significativo (no superior al 3.5% durante el presente ejercicio).

Las ventas de yenes frente al dólar también se han visto apoyadas por las negativas cifras macroeconómicas que se han publicado últimamente en Japón: la deflación se afianza (-0.5% anual desde el -0.4% anterior) y la producción industrial cayó en diciembre, desacelerando su crecimiento anual hasta un 1.4% tras el 4.5% anterior. Sólo la tasa de desempleo se redujo ligeramente en diciembre (hasta un 4.4% desde el esperado y anterior 4.5%).

Estos datos se unen a los últimos conocidos sobre la balanza comercial, para poner en duda la esperada recuperación de la economía nipona tras el paréntesis del tercer trimestre. Los pronósticos apuntan a un el crecimiento positivo del 1.6% en los primeros meses del 2005, aunque tampoco se descarta que sea finalmente negativo durante el tercer trimestre. Para todo el 2005 se espera un crecimiento del 1% desde el 2.5% registrado en el 2004.

Así las cosas, el USD/JPY ha logrado recuperar las pérdidas de los últimos días y ha superado la resistencia (ahora soporte) de los 103.40 yenes por dólar. Por encima de ésta, los siguientes objetivos de los operadores se ubican en los 103.90, 104.50 y, finalmente, los 105 yenes por dólar. Todos ellos son figuras psicológicas. Por debajo del 103, los soportes a tener en cuenta se hallan en los 102.30, 101.80 y 102.80 yenes por dólar. Los osciladores se muestran mixtos y el sesgo a corto plazo de este Mercado es ligeramente alcista, pese a que la tendencia de largo plazo es bajista.

Por último, comentaros rápidamente que los países de la OPEP acordaron el domingo mantener sus cuotas de producción invariables en 27 millones de barriles diarios, convencidos de que el precio de casi 50 dólares por barril no está afectando al crecimiento mundial. El precio del barril de crudo Brent baja por cuarto día consecutivo y se coloca en los 44.50 dólares, con una caída del 1% esta mañana. Por su parte, el West Texas retrocede algo más de un punto porcentual y llega a 46.60 dólares. El precio de ambos barriles de referencia perdió más de un 3% el viernes. En el descenso de hoy también ha influido la relativa normalidad en Irak, que celebró ayer sus elecciones en una jornada sangrienta, pero también con una alta participación que rondó el 60% de la población y que devuelve cierta estabilidad al país.

En una hora y media, atentos a la publicación del índice de manufacturas de Chicago del mes de enero, de los ingresos y gastos personales y las viviendas nuevas en Estados Unidos en diciembre.

Hoy cerramos el mes, y lo hacemos iniciando una semana con eventos de calado. La reunión de la FED, la del BCE y el dato de paro en Estados Unidos serán las grandes referencias de una semana que, además, tendrá la vista puesta en la reunión del G7 del fin de semana que viene.

Fuente: ACM – Advanced Currency Markets

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