Aumenta el optimismo sobre el euro

(OroyFinanzas.com) – Los inversores en divisas comienzan a apostar cada vez más porque la Reserva Federal se tome con más calma las subidas de tipos de interés en Estados Unidos, especialmente a partir del segundo semestre. Descuentan que los tipos norteamericanos podrían subir en las reuniones de marzo y mayo. Pero a partir de ahí la decisión de Greenspan es una incógnita.

Esta posibilidad de que se frenen las revisiones alcistas del precio oficial del dinero en Estados Unidos está proporcionando, en estos momentos, aire al euro. Además, al dólar aún le duelen las últimas cifras del déficit comercial norteamericano, publicadas el jueves. Aunque en diciembre el déficit no fue tan elevado como en el mes anterior, el acumulado del año supone un nuevo récord histórico y, en todo el 2004, la brecha comercial anual de Estados Unidos se ha ampliado en más de un 24%.

Estos datos han impedido que el billete verde haya aprovechado de las nuevas previsiones de muchos bancos de inversión, que han modificado (elevado) sus perspectivas para este año para la moneda norteamericana, después de la reacción mostrada por la divisa estadounidense desde el inicio del ejercicio.

Pero Estados Unidos no está logrando avanzar en la solución de su déficit, mientras los países asiáticos siguen resistiendo las presiones de Washington para que revalúen sus monedas.

En su proyecto presupuestario para 2006, la Administración Bush reconoce que este año el déficit continuará subiendo (llegaría hasta los 427,000 millones de dólares), aunque durante el año que viene se reducirá en 390,000 millones. No obstante, el Mercado no olvida que, en diciembre, el Congreso eliminó las restricciones a los recortes de impuestos y elevó el techo de la deuda federal en 800,000 millones de dólares, llevándola a los 8.18 trillones de dólares (donde el trillón -una unidad seguida de 12 ceros- equivale al billón español).

Favoreciendo la devaluación del dólar, Estados Unidos no sólo perjudica a sus acreedores (tan sólo Japón tiene bonos del Tesoro estadounidenses por valor de 720.000 millones de dólares, mientras que China tiene otros 174.000 millones), sino que también hace cada vez más difícil que alguien se interese en seguir invirtiendo en billetes verdes. Pero Bush sigue convencido de que la devaluación es el camino para resolver su déficit.

Si el dólar, como parece, no logra levantar cabeza de manera definitiva y vuelve a dejarse llevar por la tendencia subyacente alcista del EUR/USD, los Bancos Centrales de todo el mundo perderán la fe en la moneda estadounidense y comenzarán a devolverlo al Mercado en cantidades que pueden ser fabulosas, amenazando con hundir aún más al billete verde.

Esto ya ha comenzado con Rusia e Indonesia, que se han deshecho masivamente de sus dólares. Entretanto, Chile (por poner un ejemplo hispanohablante) emite ya bonos de deuda en euros, y el Banco Central de China (segundo mayor tenedor de reservas extranjeras, después de Japón) dice que recortará sus compras de bonos.

También hay que ver qué ocurre con los países árabes (hasta el 11-S tenían más de un billón de dólares en Estados Unidos) y con los miembros de la OPEP, ya que su retirada podría hacer todavía más insostenible la posición estadounidense.

Todo este escenario ha vuelto a despertar en las mesas de FOREX el interrogante, impensable hasta hace unos años: ¿podría el dólar perder su estatus de moneda de refugio y reserva?

Algo similar sucedió a principios de los 90, cuando el dólar experimentó una prolongada baja, que logró finalmente remontar. Pero entonces no existía otra alternativa que el dólar. Hoy, en cambio, está el euro. Hay puntos a favor y en contra de esta posibilidad. Entre los últimos destacan el hecho de que Estados Unidos tenga una tasa de crecimiento del PIB superior y que el diferencial de tipos favorezca al dólar. Pero, en el otro lado de la balanza, está el hecho de que la economía de la Eurozona sea mayor que la estadounidense y, también, que sea el mayor exportador mundial.

Además, en el punto en que está, la deuda norteamericana sólo puede crecer. O, al menos, cualquier disminución podría ser problemática. Los altos requerimientos de financiación por parte de Estados Unidos y las renovadas presiones bajistas del dólar pueden elevar el tipo de interés de largo plazo a niveles superiores a los esperados. También es probable que el gobierno de Bush no logre revertir con rapidez el déficit (que no puede ser corregido SÓLO con la caída del dólar).

Estados Unidos necesita, en definitiva, un mayor ahorro interno público y privado. Pero es difícil que el consumidor estadounidense dé ese voto de confianza, mientras ve cómo su moneda pierde valor. Si la Casa Blanca no logra reducir el déficit fiscal, el dólar podría caer más y ello podría hundir el gasto el gasto en consumo.

Y, claro, no olvidemos que si Japón o China (los dos principales acreedores estadounidenses) comienzan a vender sus reservas en dólares, el billete verde podría devaluarse rápidamente entre un 15 y un 20 por ciento adicional, lo que obligaría a Estados Unidos a elevar fuertemente sus tipos de interés para estimular a estos países asiáticos a seguir comprando sus bonos y financiando su déficit.

A China, la caída del dólar le afecta a sus reservas en un porcentaje importante de su PIB. Y como su yuan está vinculado al dólar, su divisa sigue el mismo derrotero que el billete verde, lo cual podría derivar en un sobrecalentamiento o una brusca contracción de su economía. Sobre todo porque su sistema crediticio se encuentra carcomido por un exceso de créditos no recuperables, sostenido sobre un -hasta ahora- creciente flujo de inversiones externas, mayor crédito y expansión comercial.

Una caída adicional del dólar generaría una estampida que multiplicaría los efectos de aquélla: una gran cantidad de inversores, gobiernos e instituciones financieras se precipitarían para deshacerse de una moneda que pierde valor a pasos acelerados y que ya no puede responder a su condición de reserva.

De momento, China está desatando un verdadero terremoto en el ámbito comercial, afectando seriamente las cifras de déficit de las grandes economías. Su pujanza exportadora amenaza la supremacía de países como Estados Unidos y Alemania, tras haber logrado sobrepasar a Japón en volumen de intercambios. De hecho, ya es el tercer país del planeta en el terreno comercial, sólo superado por Estados Unidos y Alemania. Hace sólo ocho años (en 1997), China estaba situada en una discreta décima posición como país exportador. Ahora, la participación china en los mercados más desarrollados ha alcanzado magnitudes importantes. En Japón se sitúa en el 19%, en Estados Unidos en el 13% y en la Zona Euro en el 9%, mientras que, a principios de los 90, sus ventas apenas representaban el 5.1%, el 3.2% y el 2%, respectivamente.

China mantiene con casi todo el mundo un importante superávit comercial, y este vigor exportador no gusta a Estados Unidos, que teme la competencia de los productos asiáticos. El déficit comercial estadounidense con China alcanzó en 2004 un récord de 162.000 millones de dólares, con un alza del 30.5% sobre 2003. Equivale, por sí sólo, a la cuarta parte de su déficit comercial global.

Y volviendo a la realidad de los cruces cambiarios, la mañana no ha tenido referencias macroeconómicas de interés y el dólar, sencillamente, se debilita contra la mayoría de las monedas desde primeras horas de la madrugada. Frente al euro cotiza casi en las 1.30 unidades, una vez que el EUR/USD frenó sus cesiones en la zona de soporte de los 1.2730 dólares por euro, desde dónde ha rebotado hasta superar la resistencia ubicada en el 1.2925. Una vez roto al alza este nivel, podríamos ver una extensión de las subidas hacia la zona de los 1.3095 dólares por euro.

Los miembros del BCE, Liikanen y Papademos, han dicho que podría haber presiones inflacionistas en el medio plazo, lo que favorece una subida de tipos en la Zona Euro. Ello también ha animado las compras de euro. Objetivos alcistas siguientes del EUR/USD se localizan en los 1.3160, 1.3340, 1.3410 y 1.3680 dólares por euro (niveles que, también, constituyen resistencias significativas). A la baja, los soportes más prominentes aparecen en los 1.2930, 1.2850, 1.2560 y 1.2240 dólares por euro.

En cuanto a la agenda macroeconómica de esta semana que estamos iniciando, si la pasada estuvo exenta de grandes cifras por parte de Estados Unidos (exceptuando el estado de la balanza comercial del país), los próximos días están repletos de referencias y, algunas, son de peso para el FOREX. Sin duda, la atención está centrada Greenspan, que el miércoles y jueves hablará ante el Senado y el Congreso, respectivamente, para dar pistas sobre el estado de la economía del país. Veremos si se clarifican un poco las dudas sobre la evolución de las presiones inflacionistas en Estados Unidos y, por tanto, sobre la cuantía de las subidas de tipos de interés y las expectativas de crecimiento económico. El impacto en el Mercado de las conclusiones que se saquen de este mensaje puede ser significativo. Recordad que la semana pasada surgieron comentarios en los que se empieza a cuestionar las palabras del jefe de la FED. El presidente de la Reserva Federal de Atlanta opinó que debe eliminarse la coletilla de “moderadas” con respecto a las subidas de los tipos.

Mañana comienza la batería de datos. Del otro lado del Atlántico los mercados estarán pendientes de las ventas minoristas, los inventarios de diciembre y la encuesta industrial de Nueva York correspondiente a febrero. Desde Europa, el interés estará en la publicación del PIB en el cuarto trimestre de 2004 y la encuesta ZEW sobre la confianza del inversor alemán en febrero. También aparecerán las primeras estimaciones de crecimiento en el último trimestre para la Zona Euro.

El miércoles toman protagonismo las cifras referentes al desempleo en el Reino Unido, las viviendas iniciadas y la producción industrial de Estados Unidos en enero.

La agenda del jueves también está centrada en la economía estadounidense. Se publicarán los precios de importación en enero, el índice de indicadores del mismo mes y la encuesta de Filadelfia de febrero. En Europa sólo se sabrán las ventas minoristas del Reino Unido.

Y la semana concluirá, el viernes, con los precios industriales de enero y la encuesta de consumo de Michigan.

Fuente: ACM – Advanced Currency Markets

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Sobre el autor

Marion Mueller
Marion Mueller is the an analyst with OroyFinanzas.com.
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