(OroyFinanzas.com) – El dólar ha salido fortalecido de la cumbre del G-7. Finalmente, el Club de los Siete no ha favorecido a las monedas asiáticas y el billete verde afianza su recuperación en todos los cruces de divisas. La apertura de la reunión en Londres estuvo precedida por el discurso de Greenspan, que, en un tono despreocupado, transmitió un mensaje de esperanza respecto al problema del déficit comercial estadounidense: el desfase comercial se reducirá sin necesidad de intervenciones exteriores.
Estas palabras dieron inmediatas alas al dólar, que saltó frente al euro hasta niveles que no veíamos en los últimos tres meses.
El jefe de la Reserva Federal reveló que, hasta el cierre del 2004, los exportadores europeos prefirieron sacrificar sus márgenes y mantener sus precios en dólares (en vez de en euros) con el fin de no perder cuota de mercado en Estados Unidos. No obstante, ya no están más dispuestos a continuar estrechando sus márgenes, y desde principios del presente ejercicio han ido subiendo sus precios, lo que se está traduciendo en un aumento de los costes de las importaciones estadounidenses. Hecho que, en principio, debería ayudar a reducir el déficit comercial norteamericano.
Greenspan sorprendió a todos al asegurar que el déficit, uno de los factores que más pesa sobre la cotización del dólar, está muy cerca de tocar techo. Opinión, ésta, muy diferente de la expresada en noviembre, cuando la FED aseguró que déficit de su país era tan grande que el atractivo del billete verde se iba a ver dañado. No sólo eso: ahora Greenspan también confía en que la Administración Bush pasará a los hechos en cuanto al ajuste presupuestario.
Sin duda, nadie podía preveer un cambio tan substancial en el mensaje del presidente de la Reserva Federal. Al contrario, todo el mundo contaba con que iba a manifestar, nuevamente, su preocupación por la amplitud del déficit. Sus tranquilizadores comentarios representan un cambio radical de tono: por un lado, asegurando que los ajustes ya están en curso -con un alza de las exportaciones y una baja de las importaciones- y, por otro lado, confirmando que existen esfuerzos positivos en curso para reducir el déficit fiscal.
Un mensaje tan contundente saliendo de la boca de Greenspan, diciendo que el déficit no va a subir más y dando a entender que se debe dejar al Mercado para que, libremente, reequilibre lo reequilibret, supone una clara señal de compra de dólares en el Mercado FOREX, aunque en realidad no exista evidencia alguna de que el déficit estadounidense se esté equilibrando. Éste sigue cerca del 6% del PIB, habiendo alcanzado un récord de más de 600.000 millones de dólares. Y mientras estas cifras no se reduzcan efectivamente, más dólares deberán ingresar a Estados Unidos.
Curiosamente, esta nueva visión optimista de Greenspan contrasta con las perspectivas más sombrías expresadas -¡el mismo viernes!- por el ex secretario del Tesoro de Estados Unidos, Robert Rubin, quien dijo que el déficit de su país puede empeorar. Literalmente, éstas fueron las palabras de Rubin: “La opinión generalizada es que hay buenas oportunidades de que el dólar podría empezar a caer dentro de poco”.
Sea como sea, el tono confiado de Greenspan permitió, al menos por un día, eliminar las dudas sobre el déficit, con lo que la sesión del viernes fue, sencillamente, fantástica para los compradores de dólares. Ni siquiera la publicación del dato creación de empleo del mes de enero, inferior al previsto, intimidó al dólar. Como tampoco lo hicieron las cifras de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan, también inferiores a lo esperado. Nada consiguió el viernes decepcionar a los inversores, que se lanzaron a la compra de dólares de un modo tan contundente que es muy probable que el dólar siga beneficiándose de esta tendencia positiva en las próximas jornadas, ya que cuando se termina una semana con un colapso como el que tuvimos el viernes, hay buenas posibilidades de que dicha trayectoria continúe en los días siguientes.
Este nuevo impulso en la cotización del dólar contrasta con el hecho constatado de que los bancos centrales del mundo entero se están, efectivamente, desembarazando de sus dólares para comprar euros, en un intento de evitar pérdidas en caso de que el dólar vuelva a retomar su senda bajista. En concreto, más de dos tercios de los bancos centrales del planeta han aumentado su exposición al euro en los últimos dos años, principalmente a expensas del dólar. Es más, más de la mitad de los bancos centrales del mundo percibe las inversiones en euros más atractivas que las inversiones en dólares, lo que puede acabar socavando el rol que el dólar ha desempeñado durante 60 aós como divisa de reserva. A título de ejemplo, os comento que el Banco Central de Arabia Saudita ha pronosticado que la divisa europea tendrá, en un futuro próximo, una participación mayor en las reservas mundiales.
De todos modos, no hay que olvidar que China, poseedora de las segundas reservas de dólares del mundo, detrás de Japón, ha anunciado que no se los sacará de encima a pesar del nuevo apetito generalizado por el euro.
En cierta medida los bancos centrales continuarán financiando el déficit fiscal estadounidense comprando bonos del Tesoro. No obstante, Washington no podrá contar con una fuente de flujos como en el pasado, ya que la diversificación de bienes en dólares a bienes en euros se está desarrollando con más rapidez de lo que se anticipaba hace dos años, tendencia que no tiene perspectivas de frenarse. De hecho, se calcula que el dólar debe caer aún entre un 15 y 20 % adicional para que el déficit estadounidense llegue a un nivel razonable, y que la mayor parte de estas correcciones serán compras de divisas asiáticas, lo que obligará a China a apreciar el yuan en un 20% respecto del dólar.
Si, por ejemplo, China y Japón decidieran vender una parte de sus inmensas reservas de dólares, la divisa estadounidense se colapsaría mucho más allá del máximo previsto del 20%. Es decir, China y Japón, o cualquiera de los dos por separado, podrían causar un colapso total del dólar vendiendo apenas una pequeña parte de sus reservas. Incluso con que dejasen de acumular -o empezasen a ralentizar- sus compras, el dólar podría precipitarse y frenar la coyuntural recuperación que está teniendo en estos momentos.
El secretario del Tesoro estadounidense, John Taylor, que sustituyó en el G-7 al secretario de Economía, John Snow, ausente por un resfriado, criticó la infravaloración del yuan chino con respecto al dólar, por considerar que abarata artificialmente los productos de ese país, y volvió a pedir al gigante asiático que revalorice su moneda. China se limitó a responder diciendo que seguirá buscando más flexibilidad en su divisa, aunque no especificó cuándo.
Así pues, como veis, en términos generales el G7 fue bastante condescendiente con Estados Unidos y un poco más contundente con las naciones asiáticas. En este contexto, los inversores se han reencontrado esta mañana con un ambiente propicio para continuar manteniendo sus posiciones largas en dólares, una vez garantizados los beneficios con movidas de stop-loss.
Rota la zona crucial de soportes de los 1.29-1.2925 dólares por euro, el siguiente objetivo bajista del EUR/USD es el piso inmediato de los 1.2820 dólares por euro, con posibilidades de que, en las próximas sesiones, el Mercado visite la región de los 1.27 dólares por euro (en concreto, los soportes claves son el 1.2760 y el 1.2715). Al alza, la resistencia crucial emerge en los 1.3005 dólares por euro, a la que le sigue la de los 1.3075 dólares por euro. El Mercado está muy sobrevendido, así que atentos a los rebotes, a pesar de que las apuestas interbancarias siguen apuntando al sur, una vez que el cruce cerró el viernes por debajo del 38% de la subida previa (subida que hubo de abril a diciembre), lo que hace que los indicadores de momento sean bajistas a corto plazo.
Por su parte, el USD/JPY ha acogido con agrado el hecho de que el dólar haya salido fortalecido de la cumbre del G-7, y se recupera fabulosamente, cotizando ya en los 104.55 yenes por dólar y sin resistencias significativas hasta el 107.30. Este Mercado también se halla sobrecomprado, así que las tomas de beneficios podrían enviarlo hacia el soporte menor ubicado en los 103.55 yenes por dólar, al que le sigue el de los 103.05 yenes por dólar.
El dólar también gana posiciones frente a la libra esterlina, y tras el derrumbe que sufrió el par GBP/USD el viernes los operadores siguen vendiendo esterlinas. El soporte (ahora resistencia) de los 1.87 dólares por libra ha sido penetrado a la baja y los inversores hacen caso omiso de las señales de sobreventa. El siguiente objetivo de este cruce es el de los 1.8530 dólares por libra, si se logra traspasar, también, los soportes de los 1.8640-55 dólares por libra.
Hoy no contamos con referencias macroeconómicas destacadas, más que una conferencia por parte del gobernador de la Reserva Federal estadounidense, Edward Gramlich, que empezará a las 14.15 h. de Ginebra. Y, claro, no olvidemos que Bush presentará ante el congreso los presupuestos para el nuevo año fiscal. ¡Atentos a posibles medidas encaminadas a reducir el déficit fiscal!
Los inversores buscarán más claves, esta semana, en los propios datos de diciembre de la balanza comercial norteamericana, así como en las cifras de producción industrial de Alemania, Reino Unido y Francia durante el mes de diciembre.
Fuente: ACM – Advanced Currency Markets
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