(OroyFinanzas.com) – Según el economista Hyman Minsky, nuestra economía es un gigantesco Esquema de Ponzi que está a punto de desmoronarse. ¿Tendrá razón?
¿Por qué Minsky se ha vuelto tan popular?
Minsky fue un economista medianamente famoso que murió en 1996 a la edad de 77 años. Fue muy respetado en su círculo pero fue después de su muerte cuando se cumplió misteriosamente su teoría, descrita en 1970, de que la expansión crediticia provoca una burbuja de activos y Minsky se convirtió en el héroe de muchos bajistas. Sus postulados que razonan el nacimiento, el desarrollo y el final de una burbuja, describieron exactamente la aparición y el pinchazo de la burbuja tecnológica. Y ahora la crisis de las hipotecas de alto riesgo (hipotecas subprime) sigue el mismo patrón.
¿Cómo eran sus ideas económicas?
La idea más famosa de Minsky es “la estabilidad es inestable”. En breves palabras significa que los períodos inusualmente prolongados de la estabilidad económica calman a los inversores hasta tal extremo que estos pierden la noción del riesgo y por tanto el riesgo asumido alcanza niveles muy peligrosos, lo que les lleva a endeudarse excesivamente y pagar unos precios muy elevados por los activos. Minsky dividió a todos los deudores en tres tipos, según su facilidad de asumir riesgos cada vez más altos. Los deudores de cobertura pueden afrontar el pago de todas sus obligaciones con flujos de efectivo generados por ellos. Los deudores especulativos pueden afrontar el pago de los intereses, pero tienen que ir refinanciando la deuda para poder devolver el primer crédito. Los deudores Ponzi (llamados por el nombre del famoso estafador descubridor del sistema piramidal) no pueden pagar ni los intereses, ni devolver el principal, y únicamente dependen del ascenso de los precios de los activos para ir refinanciando continuamente su deuda. Conforme más prolongado es el período de estabilidad económica, sigue en su argumentación, una parte de la sociedad cada vez mayor se inclina por el método Ponzi, hasta que todo el sistema económico se convierte en un castillo de naipes construido sobre la base del crédito excesivamente barato y la especulación.
¿Es una idea ortodoxa?
No. La opinión generalizada considera el capitalismo como un sistema esencialmente estable, que tiende a un continuo y fuerte crecimiento. Las apariciones de las crisis son debidas a los errores de los políticos (por ejemplo, la política monetaria demasiado conservadora de la Reserva Federal que según muchos economistas empeoró la situación durante la Gran Depresión ), o a los estímulos externos como, por ejemplo, la crisis del petróleo en 1970 por culpa de la subida del precio por parte de la OPEP. Por el contrario, Minsky sostiene la tesis de que el capitalismo es propenso a las crisis por naturaleza; incluso los buenos tiempos llegan a su fin cuando la gente se vuelve muy confiada y se endeuda hasta las cejas.
¿Por qué sus ideas son tan relevantes ahora?
Desde que se desató la crisis de las hipotecas subprime todos conocemos a los deudores Ponzi de Minsky. Pero Minsky fue aún más lejos, describiendo el proceso cuando las entidades financieras, que también hayan asumido un riesgo elevado durante la bonanza económica, descubren métodos y maneras de sortear las normas y regulaciones que consideran demasiado conservadoras. Otra vez más, el ejemplo es el tratamiento del relajamiento del crédito hipotecario por parte de los senadores y reguladores americanos, pero también hay más ejemplos. Joseph Schumpeter (profesor de Minsky) es famoso por las ideas de que el capitalismo se renueve a sí mismo a través de la competición e innovación, la “destrucción creativa” que se deshace de lo malo e instala lo bueno. Pero mientras Schumpeter basaba el progreso en el desarrollo tecnológico, Minsky lo atribuía al sistema bancario y financiero. En 1993 en un ensayo que tituló Schumpeter y las Finanzas, escribió: “En ninguna parte la evolución, el cambio y el emprendimiento schumpeteriano se hacen tan patentes como en el sistema bancario y financiero y en ninguna parte el beneficio es el factor más claro de la evolución.” Precisamente este enfoque en la innovación financiera y su influencia desestabilizadora nos explica las razones de las alarmas que están sonando en Wall Street y en la City.
¿Por qué debemos preocuparnos por la inestabilidad?
La razón de la preocupación es porque el mundo financiero está mostrando la misma mentalidad de siempre de “esta vez será diferente”, como indicó Edward Chancellor en Institutional Investor. El éxito de las autoridades evitando la explosión deflacionista en 2002 a través de la política de dinero barato facilitó que la población asumiera grandes deudas, mientras la competencia entre los prestamistas llevó a la relajación de las condiciones del crédito (haciendo posible el boom actual del capital riesgo, por ejemplo). La creación y el desarrollo de los mercados de derivados de crédito, asegurados y reasegurados y vendidos muchas veces a través de las webs de transacciones para sortear la regulación, fue el intento de proteger el sistema crediticio, como había predicho Minsky. La pregunta ahora es, como dijo el economista de UBS George Magnus, “¿ha llegado el momento Minsky?”¿Y esto qué es?El momento Minsky llega cuando “los prestamistas se vuelven extremadamente cautelosos o restrictivos y cuando no solamente entidades excesivamente apalancadas encuentran dificultades de financiación”, explica Magnus. Entonces, el ciclo crediticio de Minsky, que puede extenderse más allá de los visibles puntos críticos mientras haya plusvalías que salvar, tiende a explotar. Como concluye Chancellor, “los inversores que acepten este análisis probablemente llegarán a la conclusión que ahora mismo la rentabilidad no compensa el riesgo, y optarán por una cartera defensiva, manteniéndose en liquidez hasta que la relación de rentabilidad-riesgo sea más aceptable.”
¿Cómo funciona el modelo de burbuja de Minsky?
Minsky sostuvo que una burbuja toma sus comienzos con un “impulso”, como lo puede ser un invento significativo, por ejemplo, internet, lo que crea grandes oportunidades de obtención de beneficios en un determinado sector. Pero aún así esto no es suficiente. Es necesaria innovación financiera que dé acceso al crédito barato para luego pasar a la siguiente fase: exceso de especulación. Los inversores entran, dando codazos, en el sector afectado, elevando la demanda y empujando los precios más y más hacia arriba. La fase de la euforia se instala cuando los inversores “Ponzi” se dedican a la especulación, muy a menudo con dinero prestado, seguros de que “habrá algún tonto” que les compre sus activos a precios aún más altos. Pero de repente, sea debido a las ventas de los insiders o al endurecimiento de las condiciones del crédito, el mercado empieza a caer y el pánico se apodera de los participantes del mercado. La siguiente fase será la estampida general y la bancarrota.
Simon Wilson, MoneyWeek
Fuente: www.elsabado.es
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