- OroyFinanzas.com - https://www.oroyfinanzas.com -

El Oro y sus ETFs

(OroyFinanzas.com) – ¿Qué hay de los tan traído y llevados, espadas de santos y martillos de herejes, ETFs del oro? Temo que los lectores de estos artículos, hispanoamericanos o españoles, están un poco al margen de la polémica que en el mundo de la inversión del oro han generado los ETFs de los metales preciosos. Para situarles, digamos que los ETFs del oro (y de la plata) son vehículos de inversión diseñados para reproducir lo más fielmente posible la evolución del precio de estos metales. Y la mayor parte de ellos se autocalifican como algo parecido a certificados de oro cotizados. Es decir, dicen estar respaldados al 100% por el metal cuyo valor representan.

Como el oro ha sido a lo largo de la historia confiscado y adulterado por los gobiernos y particulares (cuando lo hacen los particulares se llama robo), todos los analistas de confianza del autor (con excepción de él mismo) recomiendan como primera forma de inversión en oro o plata la tenencia directa, la que conlleva el control físico del mismo.

Sin embargo, las ventajas de los ETFs son claras: a cambio de un coste mínimo de gestión,  de alrededor de un 0,4% anual, y de una comisión relativamente baja que le cobrará su broker o agencia de valores por operar en el mercado de valores, usted participa de la evolución presumiblemente buena del precio de los metales preciosos. Cuando un broker que no pasa por ser especialmente barato le cobra 100 euros por invertir 60.000 euros en la compra de un ETF del oro, le está cargando lo que no llega a ser un 0,2% del valor de compra. Y usted lo estaría comprando libre de impuestos. Compare con el cargo que cualquier operador que se dedique a la venta del oro directo le realiza, que suele ir encubierto en la forma de un sobreprecio del 10% sobre la cotización de mercado del oro, y la ventaja parece clara.

Es verdad que en muchos países la compra de oro físico no conlleva cargas tributarias, pero sí la suele tener la de plata. En la plata, el despropósito del mercado físico es aún mayor: el sobreprecio de compra de la plata suele rondar el 30% (no me he equivocado, he escrito 30%), el impuesto sobre ventas de entre el 7 y el 16% (dependiendo de los países), y el previsible descuento cuando lo quiera vender al mismo operador del 30% hacen que para que usted no perdiera dinero con su inversión los precios tendrían que subir alrededor un 100% con respecto al momento en que compró su metal.

Este autor no ve ningún tipo de magia en el oro o en la plata: ha hecho un análisis que considera fiable, y le parece que en este preciso momento la mejor forma de materializar riqueza y ahorro se encuentra en los metales preciosos, por razones estrictamente macroeconómicas. Y no siente ninguna emoción especial cuando toca una moneda o lingote de oro o de plata.

En estas circunstancias vale la pena analizar muy seriamente si los ETFs son una forma razonablemente segura de participar en el mercado de los metales preciosos, porque lo que sí sabemos es que es barata y limpia. Esta no es una tribuna para coleccionistas, sino para inversores, por eso desde aquí aconsejamos que inviertan el 100% de su patrimonio en metales preciosos (excluidos los gastos corrientes de uno o dos años más un margen para imprevistos) y es usted el único responsable de seguir o no ese consejo. Lo que nunca le aconsejaremos es que tenga usted el control físico del metal que represente la mayor parte de su patrimonio.

¿O es que no tiene riesgos esconder el oro en una casa, enterrarlo en un jardín u ocultarlo en una cueva o en un coche de desguace? A esto nos referíamos al decir que la posesión de metal a través de un ETF es “limpia”. Usted dirá que las cajas de seguridad también existen. Pero los fanáticos del oro le dirán que “eso” ya es alejarse demasiado del ideal de “tocar” el oro físico, para que cuando llegue el día del holocausto final pueda disfrutar de él.

En definitiva, si usted quiere participar en serio, con una proporción significativa de su patrimonio, en el mercado alcista del oro, tendrá que pensar en alguna forma de inversión que no sea la tenencia física del mismo. Hay más formas que los ETFs, pero difícilmente las encontrará más cómodas: en cuestión de un minuto puede transformar su patrimonio en oro a uno de plata a través de los ETFs, o al mercado bursátil general, o a cualquier sector del mercado bursátil en el que piense que habrá grandes revalorizaciones. Y todo ello con unos costes muy baratos, que no tienen parecido alguno con lo que es la compra directa de oro o plata físico a una firma especializada, o con los gastos que lleva envueltos la compra de una casa, por poner un ejemplo.

Los ETFs de los metales preciosos han sido muy criticados en general, precisamente por defensores de la inversión en metales preciosos, perdiendo de vista el hecho de que el gran aumento experimentado en las cifras de inversión de oro y plata ha tenido una importante ayuda con la existencia de los ETFs.

Por cuestiones de economía, centraré este artículo y los siguientes sobre la materia (al menos requerirá uno o dos más) principalmente en las críticas realizadas al más importante de los ETFs existentes de los metales, el SPDR Gold Trust, al que en adelante nos referiremos por su símbolo bursátil: GLD. Y a su vez, las críticas que con más detalle analizaremos, también por razones de economía, serán las de James Turk. Las críticas de James Turk son, desde nuestro punto de vista, las más dignas de considerarse por dos motivos:

1. Porque en otras materias ha demostrado ser una mente de primera categoría: análisis técnico y fundamental del mercado del oro, conocimiento del mundo bancario, y estudio de las intervenciones de los bancos centrales en el mercado del oro. Les aseguro que vale la pena leer y escuchar lo que el señor Turk tenga que decir sobre cualquier cuestión referida a los metales preciosos.

2. Porque tiene intereses directos en GoldMoney, que se anuncia como el mejor medio para comprar y vender oro. GoldMoney está en el mercado desde principios de 2001, y la entrada de GLD en ese mismo nicho de mercado a finales de 2004 sólo podía verse con preocupación.

Por este doble motivo, creo que en James Turk se reconcentran todas las críticas más agudas que se pudieran realizar a los ETFs de los metales preciosos en general, y a GLD en particular.

Si usted se pregunta por el mayor éxito de GLD frente al resto de ETFs de oro y plata, las razones son varias:

1. Está patrocinado por World Gold Trust Services, LLC, una filial del Consejo Mundial del Oro (World Gold Council, o WGC). El WGC está formado por las principales empresas mineras de oro del mundo, y tiene un interés directo y razonable en promover cualquier vehículo de inversión en oro que aumente la demanda del mismo. Si la mayor parte del público y profesionales tienen que decidir entre varios ETFs del oro, y no tuviera muchas ganas de leer documentación farragosa, y le contaran que es posible que algunos de ellos no estén respaldados por metal, sino por otro tipo de esquemas fraudulentos o de más riesgo, del último en sospechar sería del que promueven las principales empresas mineras de oro del mundo: precisamente oro es lo que producen y lo que menos ha de faltarles.

2. World Gold Trust Services, LLC fue el primero en promover estos vehículos de inversión aplicados a los metales preciosos. Ya lo había hecho en varios mercados, con los que fueron los hermanos mayores (de edad) de GLD, el mercado australiano y el inglés entre otros.

3. Y finalmente, fue el primero en hacerlo en el mercado de Estados Unidos, concretamente en el mercado de acciones más importante del mundo, el NYSE (New York Stock Exchange). Y ciertamente, en los negocios y promociones de productos, continúa siendo cierto que el que da primero da dos veces.

Con todos estos antecedentes, creo que ya estamos suficientemente situados para disfrutar de la polémica habida desde 2003 con los ETFs. Como diría algún personaje sureño de Faulkner, “la cosa empezó” antes de que naciera GLD, y GLD nació un 18 de noviembre de 2004.

El 8 de diciembre de 2003, Turk preparaba el recibimiento de GLD con un artículo en goldseek.com, en el cual señalaba varios puntos del folleto de presentación del ETF londinense del WGC (el cual se podía presumir que sería igual que el de GLD) los cuales el propio Turk resume de la siguiente manera y cuya traducción les hago: “En resumen, estos fondos de WGC pueden convertirse en la práctica en esquemas de reserva fraccionaria, y no estar respaldados al 100% por oro. El folleto permite esta posibilidad, y reconoce los riesgos relacionados con ello. Es más, tanto los folletos del ETF inglés como del estadounidense del WGC blindan al custodio y al fideicomisario de responsabilidades derivadas por eventuales chanchullos cometidos por los subcustodios. Por lo tanto, es comprensible que la SEC se muestre reacia para aceptar el folleto presentado por el WGC”.

Turk señalaba, correctamente, que en el folleto se establecen cláusulas mediantes las cuales se libera al custodio de hechos realizados por los subcustodios que él mismo escogió, que el custodio no tiene el deber de requerir a un subcustodio para que establezca más medidas de seguridad que las requeridas por la LBMA (London Bullion Market Association), el Banco de Inglaterra o cualquier otra autoridad competente, y que el fondo no asegura el oro de su propiedad ni puede obligar al custodio a que lo haga en más de lo que considere conveniente.

Dicho así, parece que este fondo invita a no considerarlo como medio de inversión. Veamos las objeciones que se pueden hacer a ese primer artículo de Turk:

1. El mismo Turk supone en el artículo que “WGC ha estructurado su fondo para adaptarlo a la forma en que opera el mercado de metal. El comercio de metal se basa en un principio básico: mover el papel es más fácil y barato que mover el metal” y también añade que “los bullion banks trabajan con procedimientos del siglo XIX. Nunca se adaptaron al siglo XX, y menos aún al XXI. El principio básico es: mi palabra es mi crédito”. Todo esto es muy importante, ya que el mismo Turk parece resignarse a reconocer que lejos de ser un esquema con intenciones fraudulentas o negligentemente elaborado, lo que hace es adaptarse lo mejor posible al mundo con el que tendrá que relacionarse, en aras de conseguir un producto de inversión que no se encarezca demasiado. ¿Y qué resultados en términos de seguridad ha dado ese sistema del siglo XIX? Esto nos lo explican en la página de GLD (sección de Preguntas Frecuentes): “los procedimientos de seguridad no son esencialmente diferentes de aquellos que han operado en el mercado de Londres durante siglos sin problemas y que han superado la prueba del paso del tiempo”.

2. El custodio que ha escogido World Gold Trust Services ha sido HSBC, que es el quinto más valorado en el mundo por los expertos, según el ranking de 2009 elaborado por una prestigiosa empresa independiente del sector de la depositaría y custodia: R & M Surveys Ltd [1]. HSBC guarda el oro de GLD en Londres. Y los subcustodios son El Banco de Inglaterra, Via Mat International (el mismo subcustodio de Goldmoney, la empresa de Turk) , Brinks Ltd., y los creadores de mercado de la LBMA, todos agentes de prestigio en el mundo de los metales preciosos. El empleo de estos subcustodios es necesario, como se dice en la web de GLD, para garantizar la seguridad del oro hasta que es trasladado a los depósitos del custodio, HSBC.

3. También en la página de GLD se nos dice (y esto obliga legalmente) que todo el oro que mantiene GLD únicamente puede estar en forma de lingotes o en la cuenta unallocated y que dicho oro no puede ser vendido ni prestado bajo ninguna circunstancia. Y en el folleto del fondo en ningún momento se contempla otra posibilidad.

4. ¿Y qué es la cuenta unallocated? Unallocated podría ser traducido como no identificado. Identificado significa que está en forma de lingotes, los cuales tienen nombre y apellido, o como dice GLD en su página web: están conformes con las reglas y usos de la LBMA, incluidas las especificaciones good delivery. ¿Luego existe la posibilidad de que haya oro no identificado en este fondo? Sí, es perfectamente razonable que así sea, y siempre habrá una pequeña porción del patrimonio de este fondo que se mantenga sin identificar. Esto es así porque en los ETFs, para asegurar que su precio siga de forma precisa el precio del activo subyacente al que pretende replicar, se diseñan unos mecanismos de arbitraje entre las acciones del fondo y el metal: constantemente está variando el número de acciones en circulación del fondo y sus tenencias de oro. Si uno de los agentes autorizados a hacer arbitraje ha dado la orden de compra de acciones de GLD y a cambio le entrega al fondo el número de lingotes de oro que representen esas acciones, puede ordenar a un comerciante de metal (bullion dealer) que le entregue ese oro al custodio, y hasta que se produce la entrega al custodio o subcustodio, lo que existe es un crédito de onzas de oro contra ese bullion dealer. Que esto ocurra es lo normal, dentro de unos márgenes razonables.

Y llegados a este punto, ¿Le parecería razonable a usted que el oro “unallocated” fuera el 0,0003% de todo el oro del fondo? ¿Diría usted que esto responde a un esquema de reserva fraccionaria sin respaldo completo de oro físico por cada acción emitida?. Decimos esto porque ésa es la proporción según la lista de lingotes publicada por GLD el 25 de septiembre de 2009. Usted mismo puede calcular si ha variado mucho esa proporción mirando el último listado de lingotes publicado por GLD [2]. El resto del activo de GLD está identificado con nombre y apellidos.

¿Recuerdan lo que dijo Turk?: es comprensible que la SEC se muestre reacia para aceptar el folleto presentado por el WGC. Bien, la misma SEC a la que se refería Turk aprobó el lanzamiento del fondo antes de que pasara un año. Los comentarios que hizo Turk un año más tarde los analizaremos en la próxima colaboración.

Aben Jaldun

© OroyFinanzas.com