(OroyFinanzas.com) – El oro se calienta y todavía le queda recorrido. Lleva una semana marcando récords históricos y el miércoles la onza superó por primera vez los 1.150 dólares. Las expectativas sobre la evolución del dólar, la amenaza de un posible escenario inflacionista y la diversificación de las reservas de los bancos centrales están empujando con fuerza a esta materia prima y esta misma semana se ha conocido que John Paulson, el multimillonario gestor de hedge funds, ha decidido lanzar un fondo para invertir en el metal precioso.
Paulson prevé sacar su nuevo fondo dedicado a comprar títulos de mineras de oro y otras inversiones relacionadas a partir de enero, según tres inversores citados por el diario The Wall Street Journal. El gestor ya es, de hecho, un gran tenedor de acciones relacionadas con esta materia prima, entre ellas de AngloGold Ashanti y Kinross Gold. Paulson tiene más del 10% de sus casi 30.000 millones de dólares en cartera en inversiones en oro, una commodity que está ganando mucha popularidad. El inversor es conocido, entre otras cosas, por haber apostado más de 1.100 millones de euros por la caída de los bancos británicos o por haber aumentado su riqueza durante la crisis subprime.
El oro siempre ha sido, como el dólar, un activo refugio, y la evolución de ambos en los últimos meses ha estado estrechamente ligada. El billete verde se fortaleció al comienzo de la crisis, pero a medida que han ido mejorando los datos ‘macro’, la divisa estadounidense ha ido perdiendo valor, por el incremento de las expectativas sobre la recuperación y porque en la primera economía del mundo persiste un problema importante, el déficit comercial, además de un déficit presupuestario que aumenta cada día, tal y como explica Francisco López, de X-Trade Brokers.
La onza de oro alcanzó por primera vez los 1.000 dólares en septiembre, entonces algunos expertos subrayaron que el volumen que había generado el rally había sido débil y que el oro estaba subiendo por el miedo a una corrección de las bolsas, aunque otros mantenían los mismos argumentos que son válidos ahora para justificar la subida: el incremento de la oferta monetaria anticipa un escenario inflacionista y la caída del dólar había reducido las opciones para los inversores.
Los bancos centrales: compradores de oro
Los problemas del déficit estadounidense y la pérdida de valor del dólar están en el origen del debate internacional sobre la necesidad de buscar una moneda internacional alternativa independiente como reserva mundial. Y es también la razón de que “los bancos centrales de los países con mayor cantidad de dólares hayan decidido diversificar sus reservas y estén buscando materias primas”, asegura López.
El último país que ha comprado grandes cantidades de oro ha sido Mauricio, que adquirió dos toneladas de este metal al Fondo Monetario Internacional el lunes, sólo dos semanas después de que esta institución anunciara la venta a India de 200 toneladas por 6.700 millones de dólares. Fue la mayor operación de este tipo en más de treinta años. El FMI informó que vendería oro directamente a los bancos centrales durante un periodo inicial antes de comenzar a vender en el mercado abierto. La institución, con sede en Washington, posee más de 3.000 toneladas de oro, la tercera mayor reserva por detrás de EEUU y Alemania.
Por su parte, las reservas de oro de China superaron esta primavera las 1.000 toneladas, lo que supone un 43% más que hace seis años, según los datos d el Gobierno. De acuerdo con Hu Xiaolian, jefa de la Administración Estatal de Reserva Extranjera, el aumento ha sido de 454 toneladas desde 2003, lo que ha convertido a China en el quinto país con las mayores reservas de oro del mundo, adelantando a Suiza (con 1.040 toneladas). El aumento se produjo a través de compras nacionales y el refinado del metal bruto.
Los bancos centrales han dejado de ser vendedores de oro este año y están empezando a comprar este metal. De hecho, entre julio y septiembre adquirieron quince toneladas de oro, el segundo trimestre consecutivo de compras de las autoridades monetarias, según los datos de Reuters, frente a la venta de trece toneladas del mismo periodo de 2008.
Seguirá subiendo
“El oro tiene motivos para, por lo menos, apoyar estos niveles”, afirma López, porque “a pesar de los altos precios, las expectativas sobre la debilidad del dólar, la estrategia de diversificación de los bancos centrales y la previsión de un escenario de inflación una vez que se recupere la economía y se retiren las medidas de estímulo, apoyan su actual evolución”.
Los analistas de X-Trade no dan cifras sobre la posible evolución del precio, pero los expertos de GoldMoney sí: su consejero delegado, James Turk, dijo el miércoles a la cadena CNBC que “en el actual rally alcista, creo que vamos a ver que a finales de año la onza de oro llegará a los 1.400 dólares”. Turk cree que “el año que viene va a continuar subiendo”. Y a ello contribuirá, también, el descenso de la extracción del metal amarillo.
Menor demanda física del metal precioso
Por otro lado hay que tener en cuenta que el sector joyero todavía no se ha recuperado de la crisis. Los principales mercados han visto una caída espectacular de la demanda de joyas. En concreto, en India se redujo un 42% interanual hasta las 111,6 toneladas en el tercer trimestre y en Oriente Medio, se contrajo un 34% hasta las 69 toneladas. Sólo en China se incrementó la demanda, un 10%, hasta las 128,6 toneladas, según los datos de Reuters.
En lo que va de año la demanda de oro ha sido más financiera que física, a través de derivados, futuros y otras transacciones similares, pero una vez que se recupere el sector joyero, la demanda del metal precioso volverá a subir y presionará a los precios al alza. La recuperación de la industria, donde se utiliza cierta cantidad de oro por sus propiedades conductoras, contribuirá también a esta tendencia.
Maria Benito
Fuente: Cotizalia
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