(OroyFinanzas.com) – El término goldbug (en inglés, escarabajo o bicho del oro) se acuñó en EE UU a finales del siglo XIX para denominar despectivamente a los defensores del oro, cuando el sistema monetario era bimetal y el oro cotizaba en paridad con la plata. Cuando comenzó a resquebrajarse el sistema, los defensores de uno y otro metal hicieron campaña. Los defensores de la plata tomaron prestado de Edgar Allan Poe el título de un relato publicado en 1943, The Gold Bug, para referirse a sus oponentes. Desde entonces se ha denominado goldbugs a los defensores acérrimos del patrón oro como base del sistema monetario, y a los inversores irreductibles que apuestan por el oro sea cual sea su perspectiva.
“Nunca imaginamos que compraríamos oro o acciones ligadas a él. El abuelo de David Einhorn, Benjamin, era un goldbug… y aquella fue una inversión horrible. Una cosa es ser un inversor paciente y otra, estar equivocado durante tres décadas”. Este es un extracto de la carta que Greenlight Capital envió a sus inversores a comienzos de año. David Einhorn es un gestor de hedge funds que ganó fama -y dinero- por su apuesta en contra de Lehman Brothers antes de la quiebra. Ahora forma parte de lo que algunos han denominado los nuevos goldbugs, gestores de hedge funds que encuentran que en las circunstancias actuales el oro es una oportunidad.
Entre los nuevos goldbugs figuran afamados financieros como John Paulson, el segundo gestor mejor pagado de 2008, o Paul Tudor Jones, que predijo el lunes negro de 1987. John Paulson apostó a comienzos de año por el oro y es actualmente el mayor accionista del fondo cotizado SPDR Gold Trust. Tiene una participación, a 30 de septiembre, del 8,6%, valorada a precios actuales en 3.614 millones de dólares (2.409 millones de euros). Tal es la confianza de Paulson en la evolución del metal, que el 1 de enero pondrá en marcha un nuevo hedge fund especializado en oro, en el que invertirá 160 millones de su propio dinero.
Estos inversores acertaron de lleno a comienzos de año. El oro ha subido un 34% desde enero, hasta alcanzar máximos históricos nominales (sin tener en cuenta la inflación) sobre los 1.170 dólares. “Nunca he sido un goldbug”, asegura Paul Tudor Jones, en la carta a sus inversores del tercer trimestre. “Es simplemente un activo que, como todo en la vida, tiene su lugar y su momento. Y ahora es el momento.”
El oro es un bien tangible que ha sido utilizado como moneda de cambio durante miles de años. Eso lo convierte en un activo refugio en momentos de incertidumbre o crisis, y que funciona como cobertura frente a la inflación.
¿Qué ven estos gestores en el oro, incluso después del rally vivido? “Ben Bernanke es un inflacionista. El tamaño del balance de la Fed está explotando y la divisa está siendo devaluada”, comenta David Einhorn. La correlación inversa entre el oro y el dólar es muy estrecha porque el oro se paga en dólares. “Nuestro instinto nos dice que el oro lo hará bien en cualquier caso: la deflación generará más depreciación y la inflación habla por sí misma”, continúa Einhorn.
La tesis de inversión de los grandes hedge funds se apoya en la posibilidad de que se produzca una recaída de las economías o de que se dispare la inflación debido a la política expansiva de la Fed. No obstante, dicha tesis tiene sus detractores, que opinan que el banco central de EE UU será lo suficientemente hábil como para retirar los estímulos a tiempo, evitando la hiperinflación. Pero los nuevos goldbugs no dan su brazo a torcer. “Las descripciones más o menos esotéricas sobre el valor del oro no ayudan a evaluar si la onza está cara o barata en un momento dado”, apunta Tudor Jones, quien opina que el oro está un 20% infravalorado. “Dependiendo de cómo midamos la inflación, el máximo histórico de los años ochenta estaría hoy entre 1.600 y 2.400 dólares”.
Primeros espadas de los fondos de cobertura
John Paulson. El presidente de Paulson & Co. fue el año pasado el segundo mejor gestor pagado del mundo, con 2.000 millones de dólares. Este gestor de hedge funds predijo el colapso hipotecario de EE UU y apostó por la caída de los CDO, las obligaciones ligadas a hipotecas basura. Uno de sus fondos ganó un 589% en 2007.
David Einhorn. Fundó Greenlight Capital en 1996 y ha logrado rentabilidades anualizadas del 25%. Einhorn es conocido por sus estrategias bajistas, por apostar por la caída de activos. Esta es la estrategia que usó con Lehman Brothers desde junio de 2007, al entender que la compañía estaba descapitalizada y que su exposición a CDO era excesiva.
Paul Tudor Jones. El fundador de Tudor Investment Corporation se hizo famoso por predecir el lunes negro que tumbó los mercados el 19 de octubre de 1987. Ese acontecimiento le permitió triplicar el valor de su fondo a través de apuestas bajistas. Se considera un oportunista del mercado y aprovecha principalmente los cambios de tendencia.
Fuente: Cinco Días
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