(OroyFinanzas.com) – Tras un despegue hasta los 1.225 dólares por onza, lo más probable es que la cotización del oro sufra ahora una reacción a la baja o, el menos, entre en un movimiento lateral. En el segundo ataque al objetivo en 1.170 dólares por onza, el precio del oro tuvo un último tirón muy volátil, de algo más de un 4,5 por ciento, hasta los 1.225 dólares. Esta subida coincidió con un mínimo del dólar frente al euro (1,51 dólares por unidad europea). Curiosamente, el máximo del oro frente al dólar se produce en el techo del canal que guía la subida desde noviembre de 2008. Esperamos que aceptaran la sugerencia, expresada en los dos números anteriores, de no dejarse llevar por la espectacularidad del momento alcista del oro.
Porque desde 1.225 dólares por onza, manteniendo la elevada volatilidad que suele acompañar las fases finales de los movimientos de precios, el oro puede irse de nuevo cerca del soporte de 1.136 dólares, establecido el pasado 27 de noviembre después del giro que produjo el primer alcance del objetivo en 1.170 dólares.
Es muy difícil que se pueda organizar una nueva fase alcista, que supondría el tercer tramo del movimiento iniciado en el último trimestre del pasado año, sin que antes se produzca algún tipo de reacción a la baja o que, al menos, asistamos a una fase lateral con menor volatilidad.
Ahora conviene esperar para comprar con objetivos de medio y largo plazo. Los inversores más experimentados y atrevidos pueden pensar en la posibilidad de aprovechar algún tipo de recorte mediante posiciones bajistas, a través de instrumentos derivados. Las posiciones alcistas deben limitarse al riguroso intradía.
La primera señal de venta clara se produciría con la pérdida del soporte en 1.136 dólares. Los objetivos de retroceso se sitúan en el entorno de los 1.080/1.070 dólares en primera instancia. Pero no sería descabellado pensar en que, más adelante, el precio pudiera retroceder hacia la zona entre los 1.000 y los 985 dólares, convertida en soporte. Una zona muy conocida y recordada mientras fue la resistencia que frenó los avances de los precios hasta los máximos actuales.
Jorge del Canto / Marion Mueller
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