Incertidumbre financiera devuelve fuerza al precio del oro

(OroyFinanzas.com) – Inflación, deflación, deuda pública o la caída del euro –lo que sea–, el espectro de estas inquietudes ha desatado una carrera hacia el oro, provocando nuevas alzas del metal precioso e ilustrando cómo los temores de una agitación económica se han movido de los márgenes a la corriente dominante.

Y los compradores de oro, a menudo desestimados como excéntricos que acumulan lingotes en el sótano, ahora tienen su oportunidad. “Solo pienso que estás en un mundo en el que muchas gallinas están regresando a casa a posarse”, expresó John Hathaway, gerente del fondo Tocqueville Gold.

Los nuevos entusiastas del oro más visibles van del comentarista de Fox News, Glenn Beck, en la derecha, al financiero George Soros en la izquierda, con incluso algunos tipos serios de Wall Street que desarrollan un caso de fiebre del oro. Aunque su lenguaje puede diferir, comparten una perspectiva fundamental de que el antiquísimo refugio de oro vuelve a ser relevante, en especial dado que otros activos como acciones y divisas nacionales muestran signos de debilidad.

Inversores privados están siguiendo su ejemplo en todo el mundo. La casa de moneda estadounidense se está quedando sin monedas de oro, y la sudafricana incrementó la producción de krugerrands en 50% a finales del mes pasado, a su nivel más alto en 25 años, por una demanda europea activa.

La crisis de la deuda en Europa y la subsiguiente caída en el valor del euro son los catalizadores más recientes para el alza del oro la semana pasada, a 1.254 dólares la onza, un récord antes de los ajustes por la inflación, pero la inquietud más profunda es que incluso en Estados Unidos, los préstamos gubernamentales son insostenibles y se acerca la hora de la verdad. Las ventas de monedas de oro de una onza con el águila estadounidense se triplicaron en mayo, respecto del mes anterior.

Si los gobiernos imprimen más dinero para liquidar sus deudas, dice el razonamiento, la inflación destruirá el valor del dólar, el euro y cualquier otro papel moneda, lo que mejorará el valor del oro. Lo que es más, ya que son improbables los aumentos de impuestos y Europa está al borde, lo impensable –una mora en la deuda soberana o el colapso del sistema crediticio– se ha vuelto pensable.

Sin duda, los compradores de oro siempre han estado motivados por el temor. Lo que ha cambiado es que algunos de los inversionistas más respetados de Wall Street ahora están entre los temerosos. “En los últimos años, hemos pasado de una burbuja y un rescate al siguiente”, dijo en un discurso el mes pasado David Einhorn, el administrador de dinero en Nueva York, quien estuvo entre los primeros en pronosticar la quiebra de Lehman Brothers. “Nuestra posición sobre el oro refleja nuestra preocupación de que nuestras políticas fiscales y monetarias no estén suficientemente dirigidas hacia evitar una posible crisis”.

Desde tiempos remotos, el oro se ha considerado valioso intrínsecamente, manteniendo su valor incluso cuando caían gobiernos y se colapsaban las monedas.

Con todo, el oro puede bajar –a veces, drásticamente. Tras un punto máximo de más de 800 dólares la onza en 1980, se hundió en las siguientes dos décadas, tocando fondo en poco más de 250 dólares la onza en 1999. Sin embargo, a diferencia de los activos papel que pueden llegar a no valer nada, el oro siempre conserva al menos cierto valor.

Además de atraer a inversores privados, los fondos cotizados o ETF, por sus siglas en inglés, también han hecho más atractivo al oro para los fondos de alto riesgo y otras instituciones, permitiendo poseer grandes cantidades sin la carga del almacenamiento.

John A. Paulson, un alto gerente de un fondo de alto riesgo neoyorquino, quien ganó miles de millones de dólares apostando contra las hipotecas de alto riesgo, tiene ETF de oro por un valor de 3.000 millones de dólares, con lo que el oro es la única posición más grande en su cartera de $ 35.000 millones.

Daniel J. Arbess, quien administra más de 2.000 millones de dólares en el fondo Xerion de Perella Weinberg, es un nuevo amante del oro. Hace unos años, dijo, habría desechado a la primera la idea del oro como inversión. Sin embargo, hoy, Arbess, abogado licenciado  en  Harvard y un inversor conservador en lo general, es serio respecto del oro.

Fuente: The New York Times

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Marion Mueller
Marion Mueller is the an analyst with OroyFinanzas.com.
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