(OroyFinanzas.com) – James Turk, fundador de GoldMoney, un servicio de venta y almacenamiento de oro físico, plata y metales preciosos, recomienda ahorrar en metales preciosos frente a las monedas nacionales, que “al estar siendo emitidas en exceso por los gobiernos, antes o después se destruirán”.
En 1974 la quiebra del banco alemán Herstatt sacudió durante meses los mercados financieros de Europa y Norteamérica. Esto llevó a James Turk, que entonces trabajaba en el sector de la banca, a preguntarse cómo funcionaba el sistema monetario. “Me propuse entenderlo y leí cientos de libros sobre el dinero. Después de varios años de estudio me di cuenta de que este tipo de problemas, que se han repetido en la historia y que hoy de nuevo son muy visibles, sólo se resolverían con un nuevo tipo de moneda”.
El “nuevo” tipo de moneda es en realidad una de las más antiguas, el oro, utilizado como dinero en casi todas las civilizaciones. Turk maduró su idea durante 25 años hasta que, con la creación de Internet, vio la oportunidad para ponerla en marcha. En el año 2001 fundó GoldMoney, una iniciativa que trata de romper el monopolio que ejercen los Gobiernos sobre el dinero.
James Turk participará el 25 de noviembre en Madrid en el Gold & Silver Meeting 2010, un acto organizado por la Asociación Española de Metales Preciosos en el que participarán economistas y especialistas del sector.
Pregunta (P): ¿Cómo funciona GoldMoney?
Respuesta (R): GoldMoney es una forma de comprar, guardar y vender metales preciosos a través de Internet. En la actualidad, custodiamos 1.300 millones de dólares en metales, que pertenecen a nuestros clientes y se encuentran almacenados en Londres, Zurich y Hong Kong.
También se puede utilizar para hacer pagos en oro y plata, con un simple click. De esta forma ofrecemos a la gente y a las empresas una forma de utilizar los metales preciosos como dinero, pero de una forma moderna y eficiente. GoldMoney funciona porque el servicio que ofrecemos es útil para nuestros clientes. Por el contrario, las monedas nacionales circulan por un imperativo legal, sólo existen por decreto del Gobierno.
P: ¿Por qué el oro, y por qué ahora?
R: El oro ha sido dinero durante miles de años, y sigue siéndolo hoy a pesar de la oposición de los gobiernos. Llegó a ser dinero por un proceso de libre mercado: la gente entiende que el oro tiene una utilidad, y por ello lo valoran.
Es la única cosa que el hombre produce con el fin de acumularlo. Todo lo demás se produce para consumir y, por tanto, desaparece tras su uso, pero todo el oro extraído a lo largo de la historia sigue existiendo. Cuando usted compra una barra de oro hoy, quizá contenga oro extraído por los romanos.
P: ¿Y por qué la plata?
R: La plata históricamente también ha sido dinero. Una moneda de oro y una de plata ofrecen la misma protección, su valor no depende de la promesa de un banco o de un gobierno.
P: ¿A quién debería interesarle invertir en oro?
R: Uno no “invierte” en oro. Más bien lo ahorra, puesto que es dinero. El oro no es una inversión porque no incrementa la riqueza de su poseedor, pero mantiene esa riqueza a largo plazo. Ése, la preservación del valor, es uno de los requisitos fundamentales de cualquier dinero de calidad.
P: El oro ha doblado su precio desde el 2007. ¿No es el momento de vender?
R: Aunque parece que el precio del oro está subiendo, lo que ocurre es que el poder adquisitivo del dinero está bajando. Una onza de oro compra hoy la misma cantidad de petróleo que en 1950, cosa que no ocurre con ninguna moneda nacional. No se deje engañar: dada la degradación del dólar, comprar oro al precio al que está hoy [unos $1330] es como comprarlo a $300 a mediados de los 80.
P: ¿Hay algún buen momento para venderlo?
R: Yo no diría que el oro se “vende”, sino que se “gasta”, aunque este gasto requiera convertirlo primero en una moneda nacional. ¿Hay algún buen momento para gastar dinero? Sí, cuando es necesario, o cuando está sobrevalorado respecto a los bienes y servicios disponibles. En este momento el oro está muy infravalorado.
P: Pero otros activos, como la bolsa, dan mayores beneficios.
R: El oro y la plata no dan beneficios salvo que se los invierta con un riesgo, estrategia que yo no recomiendo. Los metales preciosos le protegen contra la inflación y la caída en el tipo de cambio. No estoy en contra de invertir en acciones, materias primas u otros activos, si se conocen esos mercados y se está dispuesto a asumir el riesgo. Pero eso no es lo mismo que ahorrar dinero, que es lo que uno hace cuando compra oro. El oro proporciona liquidez y seguridad.
P:¿Qué puede decir a quienes nunca se han planteado invertir en oro o plata?
R: Que todo el mundo necesita guardar dinero para cuando las cosas van mal. Ahorrar siempre es bueno, pero hoy en euros no se obtiene un interés suficiente para compensar el aumento del coste de la vida, así que es mejor ahorrar en un dinero de calidad, como el oro y la plata.
P: ¿En qué países crece más su negocio?
R: Allí donde se dan los mayores problemas monetarios. Hace un par de años en el Reino Unido, ya que los ciudadanos quisieron protegerse del colapso de la libra frente al euro. Recientemente, en Holanda y Alemania, cuando el Banco Central Europeo anunció la compra de bonos del Gobierno griego y la gente se dio cuenta de que el BCE está bajo el control de los políticos, no como el Bundesbank.
P: Comprar oro siempre implica un problema de seguridad. ¿Cómo lo resuelve GoldMoney?
R: Hay dos formas de adquirir oro físico: comprarlo y guardarlo uno mismo, o comprarlo y que alguien lo guarde por usted, que es lo que hacemos en GoldMoney. Garantizamos la seguridad de diversar formas, pero lo más importante es que nos sometemos a auditorías independientes, a disposición de nuestros clientes, que comprueban que el peso de los metales que custodiamos equivale exactamente a lo que nuestros clientes poseen y han registrado en sus cuentas.
P: ¿Y si los gobiernos confiscan el oro, como hizo Roosevelt en 1933? ¿Cómo están sus clientes protegidos contra ese riesgo?
R: GoldMoney no opera en Estados Unidos ni se encuentra bajo esa jurisdicción. Debido a esa confiscación, nadie quiere guardar oro allí. Nosotros proporcionamos servicios que nuestros clientes demanden, y ellos no quieren su oro en EEUU.
Además, nuestros clientes pueden elegir dónde se guarda su oro. Si alguno no está a gusto en Inglaterra, por ejemplo, puede almacenarlo en Zurich o Hong Kong. Por último, si tiene esa preocupación puede pensar en adquirir plata o platino, que nunca han sido confiscados.
P: ¿Cuál es el principal riesgo al que se enfrenta uno cuando invierte en oro o plata?
R: El mismo que con cualquier otro activo: comprar cuando está sobrevalorado, pero ahora tanto el oro como la plata están infravalorados.
El segundo mayor riesgo son los gobiernos: en todo el mundo la gente ha perdido el control sobre ellos. En lugar de garantizar unas reglas de juego justas han favorecido a los bancos, rescatándolos con el dinero de los contribuyentes. ¿Quién sabe hasta qué punto van a dañar lo que queda de nuestro mercado libre? ¿Quién sabe qué restricciones van a imponer a los capitales para sostener este sistema corrupto? Por tanto, ¿quién sabe qué se le puede ocurrir a un gobierno para separar al oro de la gente?
Curiosamente, ese salvajismo de los gobiernos hace que la gente necesite el oro más que nunca. Ante el “Katrina” económico que se avecina, si toma las medidas necesarias usted y su familia capearán el temporal. Pero si depende del gobierno se encontrará como todos los desdichados que acabaron en el Superdome [el estadio de Nueva Orleans donde se refugiaron quienes perdieron sus hogares tras el huracán].
P: Hemos oído este tipo de predicciones catastrofistas durante años, pero ni mucho menos se han cumplido. ¿Por qué deberíamos creerlas?
R: No hay que tomarse ninguna predicción muy en serio, porque nadie sabe qué ocurrirá en el futuro. Pero en el mundo hay cosas que se repiten, y una de ellas es que las monedas fiat [emitidas por el Gobierno sin respaldo de riqueza real] antes o después se emiten en exceso, y eso acaba en su destrucción. Las monedas fiat que existen hoy [todas las monedas nacionales] también se están emitiendo en exceso, así que tarde o temprano se destruirán. Pero es imposible saber cuándo.
P: La Reserva Federal ha mantenido la inflación en torno a su objetivo del 2 por ciento. Mientras eso sea así, ¿no son el oro y la plata menos rentables?
R: Hay mucha inflación que está ya en camino. El petróleo ha vuelto a $88 más del doble que el mínimo al que bajó tras la caída de Lehman Brothers. Las materias primas han alcanzado un precio que no se veía desde el 2008. Además, el aumento del coste de la vida en EEUU es mucho mayor que la estimación de inflación del gobierno, porque ésta no incluye conceptos como los costes sanitarios, los impuestos sobre la propiedad, etc.
P: ¿El oro no es “una reliquia bárbara”? Dejo de utilizarse como dinero hace mucho tiempo y el crecimiento económico desde entonces ha sido muy alto.
R: El mayor crecimiento económico que el mundo ha visto jamás ocurrió durante los años del patrón oro clásico [1871-1914]. Los ritmos de crecimiento actuales son en el mejor de los casos la mitad de los que se dieron entonces.
Como expliqué aquí la reliquia bárbara no es el oro sino los bancos centrales, que actúan en secreto, utilizan el engaño, incentivan el endeudamiento frente al ahorro y permiten que los gobiernos roben a sus ciudadanos, creando dinero de la nada para gastar en sus caprichos.
P: ¿A qué precio cree que va a llegar el oro, y en qué plazo?
R: Alcanzará $8.000 en el año 2015, como ya dije en el 2003, cuando se encontraba en $350. Entonces hacían falta $10 para comprar lo que $1 compraba en 1971, y en los años setenta el oro subió de $35 a $800. Teniendo en cuenta todos los problemas monetarios y financieros que hay que resolver, es razonable esperar que la historia se repita.
P: ¿Qué efecto tendrá la nueva ronda de Quantitative Easing [creación de miles de millones de dólares por la Reserva Federal] en la economía, y en el mercado de metales preciosos?
R: Aumentará el precio de los metales. En la economía no ha tenido efectos todavía. La Reserva Federal parece creer que a base de imprimir dinero puede reanimarla, pero sigue estancada. Si siguen imprimiendo destruirán el dólar y con ello la economía de EEUU.
Todos los los activos denominados en dólares se encuentran en una burbuja, incluidos los bonos del Tesoro de Estados Unidos. El Gobierno no podrá pagar jamás su deuda en términos de poder adquisitivo equivalentes al que tenía el dólar cuando se adquirió esa deuda. En los próximos años, al acentuarse las crisis financiera y monetaria, se van a incumplir muchas promesas. Algunas piezas del dominó ya han caído: Islandia, Grecia y Dubai, y les seguirán otras incluido, me temo, Estados Unidos.
Daniel Luna
Fuente: Libertad Digital
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Muy bonito el comentario, esta muy bien,clarito y a la cabeza , como a mi me gusta, simplemente tengo que remarcar una cosa,
Hay tres cosas que nunca tienen ustedes que dejar,
1ª No dejes nada material , coma la casa o el coche , ect ect,a ti te a costado mucho obtenerlo, al que se lo dejas , no le a costado nada, y por lo tanto , no sabe respetarlo .
2ª la mujer, ya que como la estas dejando , eso quiere decir que los gastos los asumes tu , por lo tanto , acabas siendo un cornudo, y pagando , un idiota tambien.
3ª el dinero , si lo dejas , tarde o temprano , tendras problemas, es igual si es dinero en papel o dinero en metal , por ejemplo ORO .
eso de una empresa que guarda , jejejejejeje .
Una vez , me dijeron que en Alemania , habia tanto dinero , que iba uno por la calle , y no paraba de recoger , bien , me fuy a Alemania , solo me pude traer , aquellos billetes que le pude poner el pie encima ,
Y CON MUCHO TRABAJO , YA QUE NO PARABAN DE EMPUJAR .