Durante el verano de 1931 quebraron varios grandes bancos alemanes. Los inversores extranjeros empezaron a exigir la devolución de sus créditos y muchos alemanes sacaron su dinero del país.
Durante el verano de 1931 quebraron varios grandes bancos alemanes. Los inversores extranjeros empezaron a exigir la devolución de sus créditos y muchos alemanes sacaron su dinero del país.