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El oro y la plata como protección frente a la deuda soberana

(OroyFinanzas.com) – Alemania necesita que la situación de inestabilidad actual en la zona euro se prolongue mientras Estados Unidos siga devaluando su moneda a base de flexibilizaciones cuantitativas. El país germano ya está creciendo a un ritmo superior al 3,5 por ciento y no piensa frenar.

 

Los gobernantes actuales están introduciendo en el sistema tales distorsiones que no es de extrañar que la economía esté desbocada y sea a menudo incomprensible, hasta para los más doctos de entre los economistas. Pero lo que sí es cierto es que, por mucho que los político intenten hacerle un nudo a la economía y aprieten hasta estrangularlo, si damos dos pasos atrás podemos ver cómo es la lazada y con un poco de paciencia y de maña, podemos incluso desliarla para interpretar las estratagemas de nuestros gobernantes.

Alemania, hormigas; los PIIGS, cigarras

Angela Merkel se enfrenta próximamente a una serie de elecciones regionales en Alemania. Los votantes germanos están convencidos de que ellos son las hormigas de Europa y que países como Grecia, Irlanda, Portugal, España o Italia somos las cigarras. Todos sabemos que esa definición simplista de hormigas y cigarras no es exacta, pero algo de razón no les falta. Si Angela Merkel quiere que sus votantes no le den la espalda, debe mantenerse inflexible cuando Europa le pide más esfuerzos para sustentar a los países más pobretones.

Sin embargo, con Alemania creciendo a un ritmo del 3,6 gracias a las exportaciones, a Merkel tampoco le interesa un euro fuerte porque estrangularía a sus empresas. Así pues, Alemania va dándole a Europa una de cal y otra de arena. Dice que no le interesa aumentar el fondo de rescate, pero admite que sea más flexible. Dice que no hay más dinero para rescates, pero anuncia que respaldará al Euro por siempre jamás. Parece más que evidente que a Alemania le interesa mucho que se prolongue la situación de inestabilidad y la crisis de deuda soberana en los países periféricos. Mientras el mundo financiero se entretiene laminando a Grecia y a Irlanda y se relame con lo que va cayendo de Portugal, España o Italia, Alemania sigue creciendo, aunque tenga que ir pagando algunas facturas en toda esta fiesta.

La culpa, de la expansión del crédito

En los Estados Unidos, la FED no para de imprimir dólares a base de flexibilizaciones cuantitativas y otras medidas que simplemente están devaluando de forma constante el dólar, que va camino de convertirse en el confeti de la fiesta de la destrucción de las divisas. A la vista de lo que hace EE.UU., Alemania teme que un euro fuerte acabe con sus exportaciones y, por tanto, con su crecimiento. Así pues, necesita que el euro siga devaluándose frente al dólar y, para que la moneda única siga desinflándose, el Gobierno germano es el más interesado en que los inversores mundiales apuesten contra Europa de vez en cuando.

Alguno podría deducir de mis palabras que la crisis de la deuda soberana que vivimos en los países periféricos es, por tanto, culpa de Alemania. Ni mucho menos. Alemania está aprovechándose de la crisis para crecer, pero en la espiral de deudas nos hemos metido nosotros solitos. Estamos donde estamos a causa de la expansión del crédito de los últimos cuarenta años, porque ciudadanos y gobernantes nos endeudamos hasta el infinito y porque los políticos, para tapar los agujeros de la crisis, han decidido seguir endeudándose hasta más allá del infinito.

Angela Merkel hace discursos a favor del euro, porque necesita de la moneda única para que su economía crezca, pero necesita que el euro sea una moneda debilucha y enclenque que siga devaluándose frente al dólar mientras el billete verde siga cayendo. ¿Que eso afecta a China? Pues que devalúen ellos el Yuan. ¿Qué afecta a Japón? Pues que compren deuda europea. ¿Que afecta a los países exportadores de petróleo? Pues que suban el precio y así los gobernantes podrán echarles la culpa de la inflación que, sin embargo, están creando ellos solitos jugando a depauperar las divisas hasta que ya no valgan nada.

Los ciudadanos, víctimas de la crisis

Es muy difícil hacer predicciones económicas, porque los factores que influyen son muchos y no hay una receta exacta que nos diga qué elementos debemos contemplar, ni en qué cantidad han de ponderar, para acertar con el resultado. A muchos economistas les gusta decir que su oficio consiste en explicar en qué se equivocaron el resto de economistas al hacer sus pronósticos. La matemática es una ciencia exacta, pero la economía no lo es porque en la misma influyen factores sociales. Ahora, si al análisis económico lo cargamos de sospechas sobre nuestros políticos y le añadimos bastante sentido común, llegamos a interesantes conclusiones.

Esta es mi conclusión. El proceso va a ser lento, quizá ni siquiera termine con el colapso de las divisas, aunque sí es cierto que las grandes monedas mundiales de referencia se van a devaluar, ya lo están haciendo, de manera terrible. La consecuencia más importante para nosotros es que, durante los próximos meses o años, las verdaderas víctimas de la crisis vamos a ser los ciudadanos, que cada día que pase seremos más y más pobres. ¿Podemos hacer algo para protegernos? Sí. Comprar oro y plata: el único dinero real que hay actualmente en el mundo.

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Nacho García Mostazo

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