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¿Y el refugio, apá?

(OroyFinanzas.com) – Bill Bonner hace esta curiosa observación que, dice modestamente, “puede ser importante” (y la verdad es casi telúrica): esta vez el dólar NO se ha beneficiado de las sacudidas en el norte de África. ¿Y por qué debería sí hacerlo? Elemental: porque se supone que el dólar es el refugio favorito de los inversores de todo el planeta.

Cada vez que hay temblores o inquietudes en cualquier parte, por cualquier razón, durante cualquier tiempo, el dinero grande regresa a los ámbitos verdes, donde ciertamente gana mucho menos intereses, pero al menos está “seguro”.

Y esta es justamente la gran novedad: los capitales globales parece que está dejando de considerar al dólar como el puerto de abrigo al que todo navío recurre presuroso en momentos de tormenta, confusión o peligro. Eso ha sucedido invariablemente durante los dos últimos siglos (primero con la libra esterlina y luego con su heredero, el dólar).

Pero ya no. Y esto es muy sorprendente. Más sorprendente aún (al menos para los despistados de siempre en los medios dizque “especializados” en finanzas) es el albergue alternativo a que están recurriendo estos billetes inteligentes: el oro. Por eso es predeciblemente idiota el dictamen de esos dizque “expertos”, de que el oro (y la plata) están en sendas “burbujas”. Acostumbrados a no poder ver el mundo sino a través de sus espejuelos de dinero fiat, no son capaces de entender que el fenómeno se da precisamente porque todos las burbujas creadas por ellos han venido reventando una tras otra (bursátil, tecnológica, inmobiliaria, deudas soberanas), y está llegando el momento en que el dinero volverá a ser dinero de verdad y no ya meros dígitos en una dimensión electrónica virtual.

VUELTA AL ORIGEN
Lo curioso, advierte Bonner, es que hemos llegado a un punto extraño en que tanto las buenas nuevas como las malas nuevas catapultan al oro. Dato supremo: ya no sólo los inversores, empresarios y fondos de cobertura están comprando oro. ¡Hoy hasta los bancos centrales, fabricantes únicos del dinero fiat (en cualquiera de sus versiones: dólares, euros, rublos, francos, pesos, yuanes) lo están haciendo!

Esto es tan hilarante y revelador como si el presidente de la Ford se paseara públicamente en un Toyota. Pero los tontos financieros de siempre, con los cheerleaders a la cabeza, continúan despotricando contra el oro (y la plata). Pero hay que entenderlos. Su cerebrito de mosca no les da para salir del paradigma en que han medrado toda su vida, y entender que todas (TODOS) los sistemas monetarios fiduciarios son temporales, eventualmente todos terminan en la desintegración total, y cuando esto ocurre la gente regresa al dinero de verdad: oro y plata.

Antes, los bancos centrales retiraban las botellas cuando la fiesta comenzaba a desbocarse. Hoy no sólo vacían la cava: van a la tienda de la esquina por más botellas (eso son los patéticos programas Quantitative Easing). Y esta locura debasement es lo que está impulsando al oro y la plata.

Guillermo Farber [1]

Publicado en la revista Vértigo

Fuente: Vértigo

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