(OroyFinanzas.com) – La cuarta reunión entre los dirigentes demócratas y republicanos tampoco ha resultado en el esperado acuerdo de subir el límite actual de la deuda de los EEUU de 14,3 billones. Esta semana la agencia de calificación Moody’s advirtió a los dirigentes políticos del país que si ambos partidos no llegaban pronto a un acuerdo, bajaría la puntuación crediticia de la deuda de EEUU, retirándole así su excelente puntuación. Esto también afectaría automáticamente a más de 7.000 créditos municipales en valor de unos 130 millardos de dólares.
A los políticos no les queda mucho tiempo para acordar un nuevo aumento del límite de deuda. Según el ministerio de economía, si los republicanos del congreso de los diputados no están dispuestos a ceder ante cuestiones políticas importantes, como muy tarde el 2 de agosto los EEUU tendrían que declararse insolventes. Mientras que los demócratas están a favor de subir los impuestos en general, para así tapar los agujeros financieros y reducir el descontrolado déficit presupuestario, los republicanos están en contra de esta propuesta. Más bien abogan por mayores recortes del gasto público y social para reducir el déficit y estabilizar las finanzas públicas.
Jamie Dimon, presidente del banco estadounidense JPMorgan Chase, declaró ayer tras presentarse los beneficios del banco del segundo cuatrimestre, que si el gobierno de EEUU se declarara insolvente provocaría una catástrofe en los mercados financieros internacionales. Asimismo, la economía mundial se vería muy afectada y volvería a caer en crisis. Dimon calificó la actitud de los líderes políticos americanos de irresponsable. Un Obama enfadado abandonó la última reunión entre ambos partidos, acusando a los republicanos de estar actuando con egoísmo y voluntad de bloqueo ante la peor crisis económica desde la segunda guerra mundial.
Pero no sólo las agencias de calificación están advirtiendo a los EEUU de que están a punto de perder su puntuación crediticia de AAA. También China, que como mayor acreedor de EEUU está aumentando su presión sobre el gobierno, está cada vez más preocupada por el pago de la deuda de EEUU. Según declaró Yu Bin, reconocido economista y consejero económico del gobierno chino, a pesar de las amplias medidas coyunturales de los últimos dos años, el desarrollo de la economía de EEUU ha sido bastante peor de lo esperado. Por añadidura, las expectativas de la economía estadounidense están empeorando.
China también muestra preocupación sobre la posibilidad de que la Federal Reserve (Fed, el banco central americano) vuelva a recurrir a más medidas de flexibilización financiera. Si la Fed llegara a implantar una QE3, esto tendría una repercusión negativa sobre los intereses económicos chinos. Porque entonces el USD seguiría bajo presión de ventas en los mercados financieros y de divisas, devaluando así las incontables posiciones de bonos USA que están en manos chinas. Por otro lado, los precios de las materias primas subirían. Como la mayoría de los recursos naturales se cotizan en base al dólar, sus precios subirían con una renovada devaluación del dólar.
Según los analistas de UBS Securities, en el caso de una bancarrota de los EEUU, los precios en dólares de las materias primas y de los metales preciosos probablemente también explotarían. Según explicó John Kowalik, presidente del departamento de materias primas y marketing de UBS, en el marco de un discurso en Chicago, en este caso extremo muchos operadores de mercados tendrían que repartir sus inversiones completamente. Se retirarían inmensas sumas de capital de los valores supuestamente seguros para invertirlas sobre todo en bienes tangibles, materias primas y metales preciosos.
Roman Bauzdus
Fuente: Análisis GoldMoney
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