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El patrón oro y el ciclo económico

(OroyFinanzas.com) – La Teoría Austriaca del Ciclo Económico [1] (TACE) achaca el surgimiento de ciclos económicos recurrentes y de escala nacional a dos factores principales: La expansión del crédito de forma piramidal mediante la banca de reserva fraccionaria y los intentos de planificación central de la economía por parte de un banco central [2].

Estos dos factores se refuerzan, ya que el banco central, como prestamista de última instancia, permite a los bancos con reserva fraccionaria seguir expandiendo el crédito más de lo que el mercado les permitiría.

Siguiendo esta lógica, en ausencia de un banco central y con un patrón oro debería haber más estabilidad de precios y ciclos económicos menos pronunciados.

Sin embargo, algunos críticos del patrón oro, por ejemplo en este vídeo de la CNBC [3], protestan que antes de la existencia de la Reserva Federal también había ciclos económicos de expansión y crisis. Lo que olvidan mencionar, quizás un poco deshonestamente, es que esos ciclos, con excepción de los causados por las guerras, eran mucho más moderados, menos profundos y menos duraderos que los que sobrevinieron tras la creación de la Reserva Federal en 1913. No por nada la Gran Depresión se ganó su apelativo.

En este magnífico gráfico podemos ver casi 200 años de historia económica de los EE.UU, desde 1775-1944 [4]

Salta a la vista que los periodos de banca central (1791-1811, 1816-1836 y 1913-…) no sólo son mucho más turbulentos que los largos periodos en los que rigió el patrón oro, sino que la estabilidad de precios bajo la dirección de un banco central es un auténtico chiste. Los ciclos expansivos y recesivos seguían existiendo ya que la expansión del crédito por parte de la banca de reserva fraccional nunca fue proscrita y por supuesto las guerras, como la Guerra Civil Americana, siempre crean convulsiones económicas a nivel nacional y disparan los precios de los bienes.

Pero conviene recordar que cuando la mayor parte del mundo abandonó el patrón oro en 1914, no fue por que hubiese cumplido mal su función, sino porque ataba las manos de los beligerantes que querían luchar la Primera Guerra Mundial [5].

Aquellos economistas e historiadores que intentan racionalizar desde un punto de vista económico lo que fue una decisión 100% política se engañan a si mismos, desconocen la historia y perpetúan la propaganda.

Fuente: Félix Moreno

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