(OroyFinanzas.com) – El mercado argentino de oro también se ha resentido de la caída del precio del metal. Durante el mes de agosto se comercializaron alrededor de 600 kilos de oro, mientras que en septiembre con suerte se alcanzarán a vender 300 kilos.
Fernando Pepe, gerente de productos cambiarios del Banco argentino Supervielle revela que de 80 operaciones diarias que hacían en agosto ahora pasaron a 40. Atribuye la caída a la toma de ganancias que se produjo en los mercados, posterior al rally desenfrenado de fines de julio y agosto, cuando la onza aumentó de 1.700 dólares a 1.900 en tiempo récord.
En un fin de mes donde se cierran muchas posiciones a futuro, los grandes fondos especulativos hicieron una ganancia importante en los ETF de oro y decidieron salir, ya que van pasándose de un activo a otro buscando realizar una ganancia rápida, determinó Pepe, quien sugiere a los inversores en oro tener paciencia y una visión largoplacista, de al menos un año.
Al mismo tiempo, señala que la volatilidad era uno de los riesgos, al igual que le pasó al petróleo, al euro, al dólar, al real, al franco suizo, a bonos y acciones.
Francisco Mendonça, gerente de Finanzas de Banco Piano de Buenos Aires, coincide en que había la demanda era de locura y que los inversores desenfrenados compraban a 1.900 dólares la onza de forma tan pasional como irracional, sin importarles el precio, en un momento en que los mercados estaban tan desbordados que no paraban de subir.
Es más: hasta se angustiaban si no conseguían comprar todo el oro que querían. Es que el público minorista compra más cuanto más sube, y no cuando baja. Ahí es probable que se esté cerca de los picos, y luego vengan las grandes correcciones, señaló Mendonça.
Por eso, a juicio de Pepe hoy es momento de comprar, ya que a la larga subirá debido al creciente consumo en India y China, donde se usa como regalo de casamiento, y donde la población con poder adquisitivo, en vez de ahorrar en dólares, lo hace en oro.
Fuente: Cronista [1]
© OroyFinanzas.com