(OroyFinanzas.com) – Los precios de los metales básicos y no ferrosos llevan varias semanas bajo presión de venta. Son varios los factores que incitan a muchos inversores a retroceder ante los riesgos de inversión en metales no ferrosos – sobre todo el miedo creciente de una nueva recesión en EEUU. Asimismo, los rumores que circulan en los mercados financieros sobre una insolvencia griega pesan sobre el desarrollo de precios de los metales como el cobre, cinc, plomo, níquel y aluminio.
La semana pasada la canciller alemana Angela Merkel volvió a recalcar que no estaba de acuerdo con la emisión de los “eurobonos” [1]. Acto seguido, el miedo de una posible insolvencia griega aumentó. Recientemente, el gobierno de Giorgos Papandreu aprobó nuevas medidas de austeridad, pero éstas probablemente acabarán ahogando por completo la economía griega. Asimismo, crece la resistencia de los ciudadanos griegos en contra de los recortes presupuestarios impuestos por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. El rendimiento actual de los bonos griegos a corto y largo plazo señala hacia una bancarrota de este país periférico del sudoeste de la eurozona.
Según los observadores de mercados, si la política europea no llega a un acuerdo sobre las nuevas medidas de rescate para este país tan endeudado, los mercados financieros estarían bajo amenaza de una reacción en cadena. Por un lado, los bancos y las aseguradoras que tengan títulos de deuda griega en su cartera de inversiones tendrían que hacer ventas importantes que podrían acabar de tumbar el frágil sistema bancario europeo. Por otro lado, una crisis de tales características no tardaría en contagiar el sector bancario de EEUU. Si los mercados de créditos vuelven a congelarse y el mercado interbancario vuelve a secarse, esto también tendría un efecto negativo sobre el crecimiento en los países en vías de desarrollo. Tres años después del ápice de la crisis financiera la mayoría de dichos países siguen dependiendo en gran medida de sus exportaciones. Como el consumo interno de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) no es lo suficientemente resistente como para aguantar el choque de una crisis externa, habría que contar con una caída significativa de la demanda de materias primas.
Este lunes el precio del cobre bajó a su mínimo desde noviembre del año pasado [2]. En la sesión de ayer, los contratos de futuros con vencimiento a tres meses bajaron a 8.332$ por tonelada. El precio del cinc también cayó a su mínimo del último mes. A principios de la semana, la mayoría de las acciones de los productores de metales básicos y no ferrosos también estuvieron bajo presión de venta. Los precios de los metales preciosos también bajaron ayer, encabezados por el oro con una bajada hasta 1.780$ por onza troy. Ni la situación técnica del precio de la plata, ni la del precio del paladio invitan a la confianza. En la sesión de ayer, el precio del paladio bajó hasta 710$ por onza, consolidándose después en 715$ por onza. Este metal preciosos ha alcanzado una marca técnica que los alcistas tienen que defender a toda costa si quieren evitar que en las próximas semanas su precio siga bajando. El precio de la plata podría sufrir algo parecido, después de haber vuelto a caer por debajo de la marca de 40$ por onza. En el peor de los casos, y según advierten reconocidos analistas técnicos, en las próximas semanas el metal blanco podría situarse entre 27$ y 25$ por onza.
Roman Bauzdus
Fuente: Análisis GoldMoney
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