(OroyFinanzas.com) – La hasta hace poco imparable escalada de los precios del oro toca a su fin. Al menos, de momento, porque los analistas no tienen muy claro hasta dónde llegará la actual caída de su valor, que se prolonga desde hace tres semanas y alcanza ya una pérdida del 15%.
Tampoco las causas están totalmente definidas, aunque se apunta en tres direcciones: la revalorización del dólar, las ventas que están haciendo los fondos de riesgo para obtener liquidez y cubrir otras pérdidas, y la misma volatilidad que se está padeciendo en general en los mercados financieros.
El metal precioso vale hoy poco más de 1.600 dólares la onza, mientras que el cinco de septiembre había tocado un precio récord de 1.900 dólares, lo que supone una pérdida del 15% de su valor.
La caída se ha producido en picado a partir del 20 de septiembre, cuando la onza estaba a 1.800 dólares; a partir de esa fecha, no ha vuelto a haber una sola jornada que concluyera con subidas.
A pesar de que el descenso es importante, hablar de burbujas y pinchazos es prematuro, según la opinión de varios analistas consultados por la agencia Reuters.
Las previsiones siguen considerando la posibilidad de que el oro supere los 2.000 dólares la onza el año que viene, aunque el contexto de inestabilidad financiera internacional y la incertidumbre económica terminan convirtiendo en una incógnita todo lo relacionado con los mercados.
Algunos señalan la subida de la moneda estadounidense: “Ahora, con la severidad de los problemas en Europa y la creciente perspectiva de inflación en Estados Unidos, hay un fortalecimiento considerable del dólar. En un contexto de dólar fuerte, el oro ya no es tan atractivo”, opina Alvin Liew, economista jefe de UOB Research.
Otros apuntan a las numerosas réplicas que está sufriendo la crisis mundial como los motivos tanto de las grandes alzas, como de las caídas. Ong Yi Ling, analista de Phillip Futures, considera que “en el largo plazo, después de que los precios se estabilicen y regrese la vida normal, los valores refugio volverán poco a poco a retroceder. En 2012, todavía es posible que el oro alcance los 2.000 dólares la onza”.
El analista también recuerda que a pesar de la actual corrección, el balance de 2011 sigue siendo positivo para el metal dorado (estaba en 1.300 dólares hace doce meses), y señala que “en el corto plazo, los analistas permanecerán cautelosos hasta ver si finalmente se cae en una nueva recesión económica, y si la FED anuncia nuevos planes de estímulo en su reunión de noviembre”.
El economista jefe de HSBC para Australia y Nueva Zelanda, Paul Blaxham, afirma que en principio su “previsión para el oro el año que viene es de 2.025 dólares la onza”, porque va a seguir siendo atractivo como un valor refugio para muchos inversores, pero “es difícil saber hasta dónde va a caer ahora, porque muchas de las tendencias que se están viendo son respuestas a decisiones políticas”. Asimismo, espera que a medio plazo, “de aquí a cinco años”, los precios caigan hasta alrededor de los 1.500 dólares.
Algunos son más tajantes en su definición de la situación actual. “El cash es el rey. Ya no hay mercados seguros. El oro todavía es un valor refugio, pero no es un mercado seguro en este momento. La gente se está retirando de todo para conseguir cash y esperar a que pase la tormenta”, piensa Nick Trevethan, analista jefe de ANZ Bank.
El oro no es, además, la única materia prima a la baja. La plata, por su parte, más vulnerable a las preocupaciones económicas debido a sus usos industriales, está marcando su valor más bajo desde principios de febrero, y pierde alrededor de un 45% desde el pico que alcanzó en abril. Entonces llegó a valer más de 48 dólares la onza, mientras que ahora cotiza a 28 dólares.
Fuente: El País [1]
© OroyFinanzas.com