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Especulación vs Seguridad en el oro de inversión

(OroyFinanzas.com) – Preciosas, valiosas, las joyas, el oro, los diamantes, las piedras preciosas, todos las conocemos por su significado asociado a su estatus social de Poder y Riqueza pero muy pocos conocen el verdadero valor de estos bienes. LA SEGURIDAD.

Cuando admiramos una joya, cuando nos quedamos hipnotizados con el brillo de los diamantes, por el reflejo del oro o la profundidad del color de las piedras preciosas, sabemos, de una forma u otra, que son bienes muy preciados y valorados. Un hechizo al que muy pocos son inmunes.

Pero su verdadero valor radica precisamente en eso, en la importancia que la humanidad le ha dado y le da a estos bienes, y al que todos quieren poseerlos, porque son sinónimo de riqueza y poder.

El verdadero valor de estos bienes no radica exclusivamente en su posible revalorización, o en su concepto de inversión, sino por el contrario se encuentra en su gran concentración de riqueza, fácil ocultación, portabilidad y rápida transformación en lo que en momentos de verdadera necesidad podemos demandar. Dinero, comida, agua, un lugar donde resguardarse, una cama donde descansar, un salvoconducto o pasaporte, una llave, un medio de transporte, obtener seguridad y protección, comprar las voluntades o la libertad, etc.  Hechos demostrados a lo largo de toda la historia de la humanidad y que no se encuentran muy lejos de nuestra memoria, basta preguntar a nuestros ancianos.

Cuando nuestros abuelos nos recomendaban comprar joyitas de oro porque eran una “inversión”, no se referían a la especulación sobre las revalorizaciones, sino por el contrario, ellos hacían referencia a un término la seguridad.

Recuerdo un comentario de Ana María Campoy que en sí mismo lo dice todo: ‘Me gustan las alhajas no para atesorarlas, sino porque tienen empeño. He empeñado mucho. Tenía un brillante que sucumbió en un mal momento económico. Pero eso no me apena. ¡Benditos sean mis bienes que remedian mis males!’

Ante esta reflexión y por lo que estamos viviendo en los mercados en los últimos tiempos he recopilado diferentes razones por las que invertir en oro, joyas y piedras preciosas que espero sean de su interés.

El oro, las joyas, los diamantes y las piedras preciosas siempre han sido símbolo de ahorro, seguridad y estabilidad. Bienes valorados en todas las partes del mundo.

El oro es considerado moneda, la única moneda que no está bajo el control de ningún gobierno y, por tanto, en la que es muy difícil que influyan los políticos.

Su fácil ocultación, portabilidad y reconocimiento social a nivel mundial lo convierten en los bienes ideales para concentrar nuestra riqueza, posibilitando el que esta nos acompañe allá donde vayamos.

El exceso de liquidez global y el crecimiento de la oferta monetaria (M3) están causando una devaluación real del papel moneda.

En Europa, los tipos de interés están por debajo de la inflación y son, por tanto, negativos. El crecimiento de la oferta monetaria y la inflación son las principales razones de que el “papel/dinero” pierda valor diariamente.

El oro es un valor refugio en un escenario de crisis. Mientras que diversificadores tradicionales, como bonos y acciones de alternativas, a menudo fallan en épocas de tensión e inestabilidad de mercados, el oro ha demostrado mejorar los resultados de portfolios tanto en tiempos de estabilidad como de inestabilidad financiera durante los últimos 5.000 años.

Las joyas, diamantes y piedras preciosas permiten diversificar los activos de forma eficiente, aportando medios seguros para mantener el poder adquisitivo de aquellos que los poseen.

Todo el mineral de oro extraído en la historia de la humanidad asciende a unas 168.000 toneladas según el World Gold Council.

Esto equivale a un cubo tan alto como la Estatua de la Libertad en Nueva York.  Las reservas mineras de oro restantes no superan las 50.000 o 60.000 toneladas dependiendo de la fuente consultada.  Con una producción minera anual de 2.600 ton/año, en pocos años se extraerá la última onza de oro de la tierra.

La población mundial crece en unos 100 millones de habitantes al año. Este crecimiento exponencial de la población junto con la limitada disponibilidad de recursos naturales como el oro, plata, platino y otros metales, causará con toda probabilidad una subida aún mayor de estas materias primas.

Las desigualdades sociales cada vez más evidentes, la escasez de recursos de primera necesidad y el encarecimiento de éstos, unido a las inestabilidades económicas y financieras internacionales, la globalización y la pérdida de la falta de identidad de las naciones hacen recomendable la posesión de estos tipos de bienes.

Unos mayores controles financieros, el aumento de la presión fiscal, el incremento de impuestos y la muy probable desaparición del dinero físico en las próximas décadas recomiendan contar con este tipo de bienes con los que poder negociar.

Existe una correlación entre el precio del petróleo y el precio del oro. Es muy probable que el precio del petróleo continúe su tendencia alcista ayudado por el incremento en el consumo de crudo de algunas economías en desarrollo, principalmente China, India y Sudeste Asiático.

La apreciación del oro en las economías emergentes. La legislación china se ha modificado permitiendo por primera vez a los inversores privados comprar oro. China tiene una de las tasas de ahorro más alta del mundo. Adicionalmente, India es el mayor país consumidor de oro del mundo y el oro, las joyas y las piedras preciosas tienen un papel dominante en la sociedad india. Según los pronósticos demográficos, India superará pronto a China en el ranking de países con el mayor número de habitantes.

El oro, las joyas y los diamantes son inversiones de alta liquidez. El oro es tanto un activo como una moneda. Hay muy pocas inversiones que puedan convertirse tan fácil y rápidamente en efectivo: sin penalizaciones, sin tiempos de espera, sin condiciones adicionales.

Esta tendencia no ha pasado desapercibida a los grandes inversores globales que han comenzado a invertir e intervenir en estos bienes de forma nunca antes vista. Esto ha contribuido a un aumento paulatino del valor de estos materiales y está resultando en unos rendimientos fantásticos de más de dos dígitos en los últimos años.

Ante todo lo expuesto solo un consejo: No comprar por comprar, ni invertir por invertir. Comprar e invertir con información, asesoramiento y conocimiento preciso de lo que se va adquirir. Para que una inversión sea rentable es necesario aplicar un solo principio: Comprar con conocimiento al mejor precio, pero por encima de todo ello la SEGURIDAD que estos bienes nos pueden proporcionar.

Antonio R. Nolasco, Director General Instituto Gemológico de Madrid

Fuente: IGM

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