(OroyFinanzas.com) – Extracto para OroyFinanzas.com del libro “Economía para Rubias”
Lo mas practico seria encontrar algo valioso para todo el mundo, que ocupase poco espacio y fuese fácil de transportar, dividir, contar. Además si no se estropease en mucho tiempo lo podría utilizar para ahorrar.
A lo largo de la historia se ha experimentado con muchas cosas que utilizar como medio de intercambio: tabaco, camellos, gallinas, conchas, piedras, arroz… siempre buscando algo que cumpliese tres funciones principales:
1 Medio de intercambio
2 Unidad de cuenta
3 Reserva de valor
Claro que algunas cosas cumplen estas funciones mejor que otras, es difícil “ahorrar” una gallina muchos años o dividirla en unidades más pequeñas. Para que algo sea un buen dinero o moneda suele buscarse que sea homogéneo, divisible y medible.
Cada parcela de tierra, cada diamante o cada gallina es distinta de otras (no son homogéneas), no son fáciles de partir en unidades más pequeñas y a menudo son difíciles de medir o transportar.
Todas estas cosas se han utilizado como dinero en el pasado. ¡Y que no se nos olvide! La utilidad marginal es decreciente, por lo que si un bien es abundante, sencillo de replicar, falsificar, ni será muy valorado, ni cumplirá bien la funcion de conservar su valor. Es por eso que los metales preciosos han sido tan ampliamente utilizados como dinero a lo largo de la historia.
El Dinero es una herramienta muy útil, pero solo es tan útil como las funciones que cumple y lo bien que las cumple. Si no se puede utilizar el bambú como medio de intercambio en el pueblo, buscarán otra cosa que la gente quiera. Si no se puede conservar valor en zanahorias o si encuentran muy engorroso e impreciso usar montones de heno como unidad de cuenta, buscarán algo mejor.
Fuente: El Dinero, Economía para Rubias [1]
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