(OroyFinanzas.com) – Un artículo del Financial Times, señalaba que “el grupo de activos seguros” se estaba reduciendo, y que los gestores patrimoniales mas avizores estaban preparando a sus clientes para las repercusiones de una nueva moneda.
Resulta evidente la pérdida del poder adquisitivo de la mayoría de las carteras en 2011. La confusión reina en los mercados y la gran mayoría de los asesores y gestores patrimoniales, se muestran “optimistas”, pero desconcertados ante los graves acontecimientos económicos internacionales.
De siempre se ha sabido que el mejor médico es aquel que da el diagnóstico más preciso. Lo mismo sucede con aquellos que gestionan el dinero de los demás, han de diagnosticar lo que sucede, sino difícilmente guiarán a otros por el buen sendero.
Hasta la fecha muchos de los bancos, gestores o asesores patrimoniales se limitaban a vender productos, que en la mayoría de los casos subían, pero en el futuro se tendrán que reconvertir en verdaderos trackers de la economía, en preservadores del poder adquisitivo. Han finalizado los tiempos donde todo giraba alrededor del apalancamiento y la especulación.
La gran mayoría de gestores y analistas ninguneó la subida del precio del oro esta ultima década, por falta de información y por desconocimiento. Los mismos analistas que consideraban imposible que el metal alcanzara los 1.000 dolares la onza, “vuelven” a “prever” que en 2012, se encuentra al final de su racha alcista, nada más alejado de la realidad.
Resulta interesante observar que los bancos centrales en 2011, han vuelto a descubrir el atractivo del oro como refugio seguro y como dinero por excelencia, multiplicando su demanda un 400% con respecto al año anterior. Los bancos de inversión también lo están comenzando a utilizar como garantía en las transacciones, lo que indica que se está produciendo un cambio de actitud real con respecto al oro en el sistema monetario.
Los inversores institucionales prácticamente no han invertido en oro, en estos últimos diez años de mercado alcista del metal, únicamente el 0,8% de los capitales mundiales han invertido en oro o acciones mineras. ¿Verdad que esto no suena a “burbuja” precisamente?
Los grandes fondos institucionales y los fondos de pensiones hasta la fecha, no han entrado en el mercado del oro o lo han hecho en cantidades insignificantes.
En este gráfico elaborado por Doug Casey, se observa lo poco significativa que es hasta la fecha la demanda institucional de oro
Dado que la capitalización del mercado del oro es relativamente pequeña y el metal no se puede producir a voluntad como fue el caso de las dos últimas burbujas (véase la construcción de viviendas o la creación de empresas de internet), un aumento de la demanda de inversión podría tener un efecto descomunal en el sector y en la cotización del metal.
Si del 0,8%, la demanda de inversión institucional aumentara hasta el 2%, esto significarían unas 85.000 toneladas, que equivale a 34 años de producción mundial oro al ritmo actual de 2.500 toneladas anuales.
En plena era del desconcierto y confusión, el dinero institucional buscará refugio en el oro
a medida que los ‘activos seguros’ brillen por su ausencia.
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