(OroyFinanzas.com) – Las victorias suelen tener a muchos que quieren llevarse el crédito, pero las derrotas y las crisis son un “niño abandonado” del que nadie se quiere hacer cargo. Esa lógica es aplicable a la realidad económica actual, en la que mientras duró la falaz bonanza económica de los “fabulosos” años 2000, los políticos se jactaban de sus logros, derrochaban sin pudor y se preparaban para “administrar la abundancia”. El mismo cuento de los fabulosos años 20 del siglo anterior, del que ya conocemos su desenlace en la Gran Depresión. No aprendimos.
Hoy que algunas de las más grandes burbujas de todos los tiempos han reventado, y llegado el inevitable desenlace trágico que siempre les sucede, jefes de estado y gobierno pretenden descargar sus responsabilidades en quien mejor les acomode: a veces en sus predecesores; otras, en los extranjeros, periodistas o “especuladores”. El primer ministro italiano Mario Monti, por ejemplo, ha dicho que la caída del 5% en la bolsa de Milán y la subida de su prima de riesgo por encima de los 400 puntos, son “culpa de España”. Un vago deslinde con alta carga de cinismo puro.
España sí es culpable, pero solo en la misma medida que Grecia, Portugal e Italia misma, lo son de sus propias tribulaciones económicas. Vivir del fácil aplauso popular puede ser estimulante, pero los costes que se acumulan terminan siendo peores que los males a remediar. Esa ilusión de prosperidad que se crea tiene que salir de algún lado, y es de los colosales déficits fiscales y las abultadas deudas públicas y privadas, que de una forma o de otra, se terminan pagando con un elevado interés, tanto financiero como social.
Debemos entender que de haber contado con una economía de auténtico libre mercado, los desbalances nunca hubiesen podido llegar a los extremos de hoy, pero que esa oportunidad se perdió cuando en 1971, se abandonó lo que quedaba del patrón oro.
Desde entonces, se dejó atrás la posibilidad de contener las ansias derrochadoras de los gobiernos y la ambición de los grandes bancos centrales y privados por financiarlos, para dar paso a un gran ciclo de inflación (expansión del crédito) y de erosión del poder adquisitivo de las personas (alza de precios), cortesía de un sistema basado en dinero-papel.
En este sentido, tenemos que ser claros en que, cuando una entidad tiene la potestad de ejercer una gran influencia en un mercado o ámbito de poder, sin duda alguna la ejercerá a cabalidad.
La Reserva Federal de Estados Unidos, su banco central, es una muestra de ellas, y su facultad de intervenir para manipular artificialmente a la baja las tasas de interés y crear dinero a voluntad para “estimular” el crecimiento económico, es la evidencia contundente.
De ahí que sea un error dejarse llevar por las declaraciones coyunturales de su presidente Ben Bernanke, por sus minutas o el Libro beige para analizar si vendrá o no una nueva ronda de flexibilización cuantitativa (impresión monetaria; QE, en inglés). Seguro que llegará, pero será cuando lo dicte la lógica de la agenda de poder de los señores Obama y Bernanke, antes no.
La agenda política y electoral pues, es la que marcará la fecha de inicio de un nuevo QE, mucho más que las meras cifras económicas. Ahora que las “buenas noticias” y el optimismo acapararán los medios informativos de aquí a las elecciones presidenciales en Estados Unidos, está claro que no habrá flexibilización cuantitativa antes de que se sepa quién gobernará aquel país por los próximos cuatro años. El resto, la especulación de si siempre sí o no habrá más QE y cuándo, es solo el ruido del juego perverso de la Fed. Una “cortina de humo” que debe evitarse para no perder de vista el desastroso panorama general.
La única posibilidad real que existe de que la nueva impresión monetaria se presente antes, es una abrupta y continua caída de los principales índices bursátiles (más del 20%) y una recesión este año en la Unión Americana, algo poco probable.
Por eso, también sería un grave error escuchar voces como las del FMI que afirman que “ningún activo puede considerarse totalmente seguro”, que no puede haber confianza en ellos. Se equivocan. Confianza sí hay, como la que da el activo refugio por excelencia y dinero real: el oro. Si bien no está exento de riesgos, es mucho mayor el peligro de no tenerlo, y jamás, valdrá cero.
En este sentido, no podemos soslayar que él y su compañera la plata, están como pocas veces, juntos en zona de compra a los niveles actuales. Haciendo a un lado la bruma de la Fed y los eufemismos de Europa, el panorama para los metales preciosos sigue resplandeciente y dando las últimas oportunidades de subirse, a la sin duda será la mejor parte de su mercado alcista. Que no quepa la mínima duda.
Guillermo Barba
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Pues,que tengas mucha suerte Recillas,ojalá se suba mucho,mucho,mucho y ganes bastante,bastante,bastante,si la plata te da la oportunidad de lograrlo, aprovecha,que solo estas arrebatandole el dinero a las grandes empresas que ganan por millones,es mas ni sienten,para ellos es poco lo que les quitas…..muchos saludos Reci.
Así es, el dinero es sólo el medio de intercambio de la riqueza, y de él el oro y la plata son depósitos reales de valor intrínseco por ser además en sí mismas mercancìas, no como el dinero fiat que carece de ese valor.
El dinero solo vale cuando se transforma en trabajo, ideas, esfuerzo, tecnologia, etc
Me hace gracia los que piensan que el dinero es riqueza. O que gastar dinero siempre genera riqueza.
Por ejemplo, el dinero gastado en burbujas genera mucha pobreza. Pero claro, en españa la clase dirigente, los que toman decisiones, les importa una mierda generar pobreza por lo visto…
Totalmente de acuerdo con lo que comentas goldcat, si no cambiamos el fondo, los resets sólo hacen más grande la espiral del hoyo en que estamos metidos y heredamos algo peor a nuestros hijos.
Hacer un “reset” para luego seguir con el mismo tipo de sistema financiero(modelo economico consumista) aparte de que seria un premio para los mal pagadores,y un castigo para los cumplidores no serviria de nada(salvo ha los que sirve ya).En dos decadas estariamos en lo mismo pero con menos recursos despilfarados por camino.Cuidado con lo que se desea….El reset deshace los datos acumulados o de trabajo pero mantiene el sistema operativo.
Que puta mania con especular…
Y asi sucesivamente ayer se vendio entre hoy y el lunes se compra, aunque yo creo que va a ser hoy ,para a mas tardar el proximo lunes volver a vender, como ven esto de comprar papel no es para guardarlo anos. Hace todavia un ano duraba hasta tres meses para vender ,ahora se compra y se vende el mismo dia las ganancias son menos pero siempre es mas que comprar fisico y guardarlo.
“suerte a todos”
La pregunta quien ha sido el primero el huevo o la gallina encuentra su corespondiente en la economia en : quien ha sido primero la crisis que impulso ha Nixon renunciar al padron oro, o la misma renuncia la que poco ha poco genero primero la ilusion de bonanza y luego la montaña de facturas que hay que pagar por dicha “prosperidad”(de paso decir que los beneficios de la prosperidad como el precio por pagar no se repartieron ni de lejos proporcional,equitable o moral).La respuesta es sorprendente.En biologia se demostro que primero ha sido el lagarto(el que puso el primer huevo).En economia mi respuesta es -primero ha sido la reserva fraccionaria la que pudo creear la ilusion de mas dinero (valor) de lo que existia realmente.En matematicas cuando hay fracciones de numeros grandes se aplica una SIMPLIFICACION. La economia mondial cada dia mas compleja e interconectada lo que necesita es lo mismo .Una unidad de medida general reconocida que ninguna parte pueda manipular o controlar y separar al maximo la economia real de la ficticia(especulativa).Peroooooooooo.. no interesa.
esteban, triste pero realidad, toda crisis trae grandes oportunidades, hay que saber buscarlas. Mira el problema que tienen ahora los que han invertido en papel, no se plantean ya ni siquiera el “ganar” sino que ahora lo más importante es “perder menos que el siguiente de la lista”. Y todavia perderán más, o lo perderán todo, ya me he conocido a muchos…
gracias a dios que no vendi mi oro, gracias España por la crisis.
Ahí van las dos matizaciones:
El PATRÓN ORO es el sistema cambiario vigente desde 1880 a 1914. Los tipos de cambio se mantienen permanentemente fijos y la oferta monetaria está enteramente respaldada en oro, que es también aceptado en la liquidación de deudas entre naciones. Las autoridades monetarias de cada país tienen la obligación de fijar el valor en oro de sus monedas nacionales.
El PATRÓN ORO-DÓLAR (BRETTON WOODS) es el sistema cambiario vigente desde 1946 hasta 1973. Los tipos de cambio se mantienen prácticamente fijos, pero no rigurosamente fijos. Las autoridades monetarias de cada país vinculan su moneda al oro, pero no directamente, sino a través de alguna moneda que tiene garantizada su convertibilidad en oro, y frente a la cual se mantiene un tipo de cambio que fluctúa en un estrecho margen.
Sorprende un poco un par de datos del articulista Sr. Barba, que ya he observado en otras ocasiones y que ahora tengo necesariamente que comentar, porque errores repetidos deben hacerse notar. Por una parte no es “el mismo cuento de los años 20 del siglo anterior” exactamente, “patrón oro” no es exactamente lo mismo al patrón-oro de Bretton Woods, son dos tipos cambiarios diferentes, tanto en el tiempo, como orígenes y como causa-efecto, es posible, por la otra parte “lo que quedaba del patron oro (otra vez falso, pues el Sr. Barba se refiere en este caso al patrón oro-dólar) no llegó hasta 1971”, sino de facto hasta el 1973!!! Para no alargar mi advertencia, que sólo pretende ser una observancia reseñaré en un segndo comentario muy simplificadamente los dos tipos por los que son conocidos en todo el mundo económico estos dos tipos cambiarios.