(OroyFinanzas.com) – Ayer los mercados vieron su día partido en dos: la primera parte del día estuvo dominada por la noticia de que el People’s Bank of China (PBC) ha bajado los tipos de interés por primera vez desde diciembre del 2008, mientras que en la segunda mitad los operadores estuvieron intentando lidiar con la comparecencia de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal, ante el congreso de EEUU.
El recorte de los tipos de interés en China (un recorte del 0,25% a 6.31%), junto a las expectativas de un inminente rescate de la banca española, impulsaron las acciones y el Dow cerró al alza. Y esto a pesar de que Ben Bernanke estuvo inesperadamente reticente en su declaración sobre más medidas de flexibilización cuantitativa. Bernanke señaló que la Fed seguía “preparada para entrar en acción” en el caso de que la economía de EEUU siguiera en contracción, pero no dio ningún indicio sobre una inminente QE3. Como resultado, los metales preciosos y el crudo sufrieron una liquidación, y el oro bajó $50 hacia los $1.580. Como de costumbre, tras los comentarios de Bernanke la plata cayó aún más que el oro (más de un dólar o un 3,5%).
Mientras, una nueva ráfaga de datos económicos deprimentes proveniente de Europa arrasó con los mercados esta mañana. Las importaciones y exportaciones alemanas cayeron en abril, mientras que en Francia el PIB del primer trimestre ha sido revisado a la baja (-0,1%). Si además consideramos que los bancos centrales se resisten a inyectar el sistema con más dinero fresco (ayer el Bank of England también confirmó que de momento no ampliará su programa de flexibilización cuantitativa), no debería sorprendernos que esta mañana los mercados se vieran nuevamente dominados por los viejos patrones de aversión al riesgo: sube el dólar, baja el euro, bajan las acciones, bajan los intereses sobre los bonos alemanes, estadounidenses, japoneses e ingleses mientras que sube el rendimiento de la deuda española e italiana.
Aumentan los rumores de que este fin de semana España pedirá formalmente un rescate bancario a la UE. La semana que viene habrá que abrocharse los cinturones.
Análisis GoldMoney
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