(OroyFinanzas.com) – El pasado viernes se celebró un Consejo de Ministros verdaderamente decisivo y crucial para el futuro más inmediato de la economía de nuestra Vieja Piel de Toro. En él, se aprobó un paquete de medidas fiscales, tributarias y administrativas que, en palabras de don Cristóbal Montoro, “sientan las bases de la recuperación económica y del empleo en España”.
Con base en las declaraciones que los distintos miembros del Ejecutivo han realizado en los últimos días, intentaremos mostrar cómo la política económica del Gobierno está profundamente equivocada y yerra en los asuntos fundamentales.
El Real Decreto de Medidas Presupuestarias comienza con una Exposición de Motivos francamente extraordinaria, haciendo un diagnóstico certero y preciso de la coyuntura económica, del estado de la economía española y de las causas de los problemas actuales. Sin embargo, la determinación en la diagnosis de la situación económica y social se queda ahí, mostrando una incapacidad manifiesta para implementar un auténtico Plan de Estabilización macroeconómica y una reforma en profundidad de las instituciones económicas y políticas nacionales.
El Gobierno acierta en sus pretensiones, pero por las razones equivocadas. Nos encontramos, más bien, en una situación muy parecida a la Fábula de Fedro, donde los montes con grandes clamidos de dolor, parieron a un simple ratoncillo.
De los 56.000 millones, 29.000 millones corresponde al ajuste presupuestario por la vía de los ingresos, mientras que los restantes 27.000 millones provienen del ajuste de los gastos. Las presentes cifras ponen de manifiesto que el proceso de consolidación fiscal va por la vía de los ingresos más que por la vía de los gastos. En lo esencial, permanecen prácticamente inalteradas las estructuras de gasto corriente y de gastos financieros del Sector Público, en especial el capítulo de gastos de personal.
En este sentido, el Gobierno confía en que la subida de los impuestos sea la principal medida equilibradora de las cuentas públicas y luego después la reducción de los gastos. El eje vertebrador del Real Decreto se cae por su propio peso ya que la subida de los tipos impositivos no es garantía de mayor recaudación, sino más bien de todo lo contrario.
Un incremento de los tipos impositivos modifica las decisiones de consumo y de inversión de las familias y las empresas, lo que implica un cambio sustancial en las expectativas de los agentes en sentido negativo y, junto con la interacción con las distintas variables relevantes de la economía, se pueden generar dos resultados: aumentos de la recaudación y crecimiento económico ó caídas de la recaudación y freno a la economía.
La evidencia empírica disponible muestra que los procesos reequilibradores del presupuesto basados en los ingresos más que en los gastos están condenados al fracaso. Sólo si se reduce de forma sustancial el peso del Estado en la economía, el presupuesto podrá equilibrarse. De otra forma, el Leviatán que representa el Estado del Bienestar seguirá absorbiendo tal cantidad de recursos que será imposible no sólo la consecución de los objetivos que pretende conseguir sino también la viabilidad de la economía española.
Las bases de una Reforma Monetaria: Un estado de la situación (2)
Las bases de una Reforma Monetaria: Un estado de la situación (1)
Javier Santacruz Cano, Doctorando en Economìa
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