(OroyFinanzas.com) – El precio de la onza de oro cerraba la sesión del miércoles a la baja en 1.600,10 dólares, tras la publicación de los datos empleo en EEUU que fueron mejores de lo esperado e impulsaron al dólar, lo que aleja momentáneamente la necesidad de nuevas medidas de estímulo.
La Reserva Federal estadounidense después de una reunión de dos días, anunció ayer que mantiene sin cambios el tipo de interés de referencia. El banco central de EEUU decepcionó momentáneamente a los inversores de oro que esperaban el anuncio de una tercera ronda de flexibilización cuantitativa o QE3 [1]. El precio de la plata también caía y cerraba la sesión de ayer en 27.44 dólares la onza.
Cierre N.Y. | 1/08/2012 |
Oro / onza | 1600,10 dólares |
Plata / onza | 27,44 dólares |
La Reserva Federal también confirmó que la economía estadounidense se ha desacelerado ligeramente en el primer semestre del año y que mantiene los tipos de interés en mínimos entre el 0,25% y el 0%, insistiendo en que se mantendrán en este rango hasta finales de 2014.
El euro se ha devaluado casi un 5 por ciento frente al dólar en lo que va de año debido a la crisis de deuda en la Unión Monetaria [2], pero el dólar estaría igualmente en la cuerda floja, si se anuncian mayores medidas de flexibilización cuantitativa, lo que no se debe descartar. Para los inversores este es un período de estancamiento, de muchas reuniones, múltiples promesas y ninguna acción.
El ETF de oro mas grande del mundo, registra la mayor caída mensual de sus reservas de oro en 2012
El pasado martes se publicaron los datos sobre las reservas de oro del SPDR Gold Trust [3] el mayor fondo cotizado (ETF) del mundo que replica la cotización del oro, y estas aumentaron en 3,32 toneladas métricas (3,65 toneladas). Este dato redujo el flujo de ventas de oro netas mensuales de julio a algo más de 27 toneladas métricas, la mayor caída mensual de las reservas del ETF durante este año.
El máximo mandatario del Banco Central Europeo quiere salvar dentro de su mandato al euro por todos los medios, pero el precio que pagará por ello será alto. Mario Draghi presidente del BCE [4], para cumplir esa promesa, tendrá que imprimir más dinero, lo que tiene por efecto debilitar a la moneda única. Para ser preciso tendría que haber añadido que salvaría al euro a toda costa, pero destruyendo su poder adquisitivo.
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