(OroyFinanzas.com) – En pocos días la cotización del oro [1], en su forzosa relación con el dólar estadounidense, ha mostrado una cara alcista al superar la resistencia marcada en los 1.735 dólares, que generaba serias esperanzas de que pudiera servir de trampolín para que se retomara la tendencia alcista de largo plazo [1], y otra menos amable con la pérdida simultánea de un primer soporte dónde antes había una resistencia, junto con un barrido a la incipiente directriz que podía haber sido la guía necesaria para el asedio a los 1.800 dólares.
La buena noticia es que, si bien han quedado comprometidas buena parte de las probabilidades de que este pudiera ser el impulso bueno, para huir por la parte de arriba del lateral que encajona los precios del oro en los últimos 14 meses, el brusco retroceso de la jornada del miércoles 28 de noviembre, ha respetado el soporte de los 1.705/1.700 dólares; una referencia que se ha convertido en muy importante para el corto plazo.
La pérdida de los 1.705/1.700 dólares por onza, no solo obligaría a dar por concluido el intento alcista que aún sigue vigente sino que, a poco que se situase el precio por debajo de los 1.694 dólares, el escenario más probable para el corto plazo sería bajista, con proyección a los 1.630 dólares con siguiente nivel de soporte importante.
Es cierto durante el último año han fallado algo más de un tercio de las proyecciones de precios, por haberse roto la continuidad de los desplazamientos. Pero no es menos cierto que esta situación es más frecuente durante las fases laterales, y que el oro arrastra esta situación desde finales de septiembre del año pasado. Eso no debe impedir que se mantenga la constancia en el modelo de estimación de posibilidades, porque tarde o temprano finalizará esta fase y, cuando lo haga, será por el cumplimiento casi exacto de una de estas valoraciones.
Jorge Del Canto, Presidente de PIANOSA Inversiones y autor del libro “Gane Dinero operando en bolsa [2]”
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