(OroyFinanzas.com) – El pasado 21 de enero leía con asombro un artículo en el Financial Times, en el que se mencionaba una propuesta presentada por parlamentarios del Reino Unido para que bancos y compañías de servicios financieros pudiesen entrar en las escuelas para ayudar a enseñar finanzas personales a los niños, y además se les autorizaría utilizar material con publicidad de la correspondiente compañía o banco en las aulas. La articulista Pauline Skypala, editora de rotativo británico argumentaba muy atinadamente que teniendo en cuenta que los bancos y los banqueros se han convertido en enemigos públicos número uno, resulta difícil confiar en la capacidad de los mismos para dar lección alguna.
Cuál no fue mi sorpresa al leer unos días mas tarde que el Partido Popular había presentado una iniciativa parlamentaria parecida para que niños de entre 11 y 18 años puedan recibir educación financiera y tributaria en los colegios españoles. El partido Popular cree que esto “será positivo para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias en la edad adulta y que será un elemento para prevenir el fraude fiscal”. La clase política y económica española más bien debería estar atendiendo a sus propias necesidades educativas antes de ser autorizados siquiera a acercarse a los escolares.
Según el partido en el gobierno de España, disponer de una cultura financiera y tributaria “beneficiaría a las personas, reduciendo los riesgos de exclusión financiera y alentando a los ciudadanos a ahorrar y a invertir sus ahorros de forma eficiente, y también sería positivo para la economía en su conjunto». En teoría suena muy bien pero ¿y en la práctica? La pregunta sería ¿exactamente que “tipo de cultura financiera” pretenden inculcar a los niños? Teniendo en cuenta que la exclusión financiera y la devaluación de los ahorros en gran parte ha sido provocada y tolerada por políticas económicas erróneas y arbitrarias, que han consentido y aprobado, los que ahora pretenden dar lecciones de sensatez, transparencia y mesura.
Alfonso Alonso, portavoz parlamentario del grupo popular, destacaba la necesidad de introducir «conocimientos tributarios» en el currículo educativo señalando que «A nuestros estudiantes de Enseñanza Secundaria hay que facilitarles los instrumentos necesarios para fomentar en ellos el hábito del ahorro, informarles sobre sus derechos y obligaciones en el ámbito financiero y tributario, y darles las herramientas para que puedan administrar competentemente sus propios recursos». ¿Cómo pretenden los políticos inculcar a un niño el hábito del ahorro cuando el ahorro está penalizado en el marco del actual ‘sistema financiero’?
Como educadores para desarrollar el ‘sistema educativo de conocimientos tributarios’, propuesto por el Partido Popular se han ofrecido desde el Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El Parlamento Europeo, también parece apoyar propuestas dirigidas a fomentar este tipo de educación, que según ellos es «clave para la vida cotidiana y para poder planificar y gestionar la propia vida». La intromisión en la privacidad es máxima.
Resulta realmente alarmante e indignante que los responsables de la mayor parte del terrible descalabro del sistema financiero, pretendan erigirse en los encargados de enseñar economía, finanzas y ética a las futuras generaciones. La enseñanza y la ilustración son buenas, la manipulación nunca lo fue.
Mejor aprendamos de los finlandeses como muestra Jordi Évole en el Programa Salvados [1] como mejorar las perspectivas de nuestros hijo en un mundo global.
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