(OroyFinanzas.com) – En Argentina el ejecutivo a través del Banco Central de la República Argentina monopoliza el control de las divisas que ingresan en el mercado y son muy pocas las alternativas que le quedan a los ciudadanos para protegerse de la galopante inflación [1] que azota al peso argentino.
A pesar de los esfuerzos del gobierno por sofocar el mercado negro o ‘blue’ de dólares, el cambio peso/dólar ha alcanzado los 10.45 pesos por USD. Esto duplica la tasa oficial de 5,22 pesos por USD. Este 50% de devaluación [2] se produce en medio del creciente reconocimiento de que no existe ninguna opción de ahorro que proteja de la inflación el poder adquisitivo de la moneda argentina con las tasas de interés reales son negativas [3].
Mientras tanto, y buscándose cubrir del riesgo de inflación al tiempo que se aprovecha la enorme diferencial de tasas del mercado de divisas, la población local ha encontrado un nuevo y original método de protección frente la inflación, los coches de lujo.
Las ventas de automóviles en Argentina registraron el mayor aumento en casi dos años ya que debido a la prohibición de compra de dólares los argentinos recurren a los vehículos para proteger sus ahorros frente a la mayor inflación en el Hemisferio Occidental después de la de Venezuela. Los modelos de coches de lujo son cada vez más atractivos debido a que se importan a la tasa oficial del dólar. Los argentinos que disponen de ahorros en dólares pueden comprar los coches a mitad de precio si cambian en el mercado negro las divisas.
Los argentinos están comprando cada vez más BMW’s, Jaguar’s y otros coches de lujo como depósito de valor frente al diezmo que produce la inflación en los depósitos bancarios y en los mercado de bonos.
Según la asociación argentina de productores de coches, estas cifras forman parte de un aumento de 30 por ciento en las ventas de automóviles frente al año anterior, siendo este el mayor incremento registrado en 20 meses. Mientras que los precios de los coches usados subieron en línea con la inflación del año pasado, o alrededor de 25 por ciento, los bonos en pesos ligados al IPC cayeron un 13 por ciento. Fue la mayor caída en los mercados emergentes.
Fuente: Zero Hedge [4]
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