(OroyFinanzas.com) – Hace unas pocas horas, la reunión preceptiva del Banco Central Europeo ha anunciado un recorte de 25 puntos básicos en el tipo de interés oficial en la Zona Euro, hasta situarlo en el 0,5%. En la rueda de prensa, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha vuelto a destacar el compromiso del monopolista emisor de dinero de ser estimulador de la economía y su disposición a seguir actuando en todo aquello que sea necesario.
Recordemos que el tipo de interés oficial es el tipo de interés que se sitúa a medio camino entre la facilidad marginal de crédito y la facilidad marginal de depósito. El recorte del tipo de interés oficial ha venido por el lado de un recorte de medio punto en la facilidad marginal de crédito, mientras que la facilidad marginal de depósito sigue en el 0%. Es decir, los bancos a partir del 8 de mayo van a pedir prestado a un tipo de interés 0,5 puntos porcentuales menor –al 1%- y depositarán dinero en la Banca Central con una remuneración del 0%.
Esta bajada de los tipos de interés oficiales es una nueva contribución a la oleada de represión financiera existente en la sociedad occidental. El camino está perfectamente trazado, y así lo están leyendo los inversores: el objetivo es llegar a tipos de interés reales negativos. Sin embargo, lo que está haciendo que caigan las Bolsas es el miedo a que en la próxima reunión, el BCE sitúe por debajo de cero la remuneración de los depósitos.
En este momento, los bancos que toman prestado dinero del BCE vuelven a depositar gran parte de ese dinero en la entidad emisora. Poner tipos de interés negativos significa un castigo a los bancos por mantener dinero reservado. Por ello, los bancos están realizando movimientos muy rápidos en busca de activos refugio que puedan servir como una cuenta corriente y parece ser que han encontrado uno cuyo precio está subiendo con mucha fuerza en este momento: la deuda pública alemana.
La bajada de los tipos de interés es una medida enmarcada dentro del canal del crédito bancario. Sin embargo, no es demasiado difícil constatar que este canal está obstruido y que el mercado interbancario está completamente seco. Esta situación se traduce en que todo el dinero que se imprima a partir de ahora aumentará la base monetaria, pero no llegará al préstamo para familias y empresas. La ruptura entre la base monetaria y la oferta monetaria final vuelve a ser un hecho indiscutible.
No sólo el presidente Draghi ha hablado del recorte de los tipos de interés. También ha anunciado la prolongación de las operaciones OMT (la “barra libre de financiación”) hasta julio de 2014. También ha denunciado otro de los métodos más importantes de la represión financiera: la subida indiscriminada de los impuestos. Ha subrayado que los procesos de ajuste y de estabilización de las cuentas públicas tienen que pasar por la bajada implacable del gasto público y, por tanto, abandonar el camino fácil que es subir los impuestos.
Con estas palabras, el presidente de la Banca Central contribuye, por un lado, a inundar de dinero los mercados sin posibilidad de que llegue a las familias y empresas; pero, por otro lado, tiene la autoridad suficiente para condenar el proceso de falsa austeridad que los gobiernos están llevando a cabo.
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El tipo de interés oficial del dinero es el tipo mínimo para pujar en las subastas de dinero de los bancos centrales, y por lo tanto cualquier tipo de interés será superior a su tipo oficial, y por lo tanto un cambio en los tipos oficiales impactará directamente sobre los préstamos hipotecarios y rendimiento de los depósitos bancarios .
Si baja los tipos es… porque Draghi es un hombre de Goldman y si no los baja… porque Merkel quiere asfixiar a los europeos del sur. Los que bailan con la música del telediario deberían preguntarse por qué Goldman, si tan poderoso es, en vez de bajar un cuartillo de punto ahora no establece directamente ya los tipos de intéres nominales negativos (sic). Ya puestos. Quizá porque con cuentos de Goldmans y oscuras fuerzas del mal que nos gobiernan desde Raticulín se impresiona más fácilmente al lector.
Banqueros unidos agradecidos recordarán al espantapájaros que la Goldman Sachs colocó en la cúspide del Banco de bancos europeo con gracias infinitas, para que los intereses creados no se diluyan con mojigaterias, ya lo saben, el viejo lema de la GS en forma de nuevos acrónimos: CCCIG se hace realidad también en el BCE (Clients + Collaboration + Capital + Ideas + Growth), por supuesto, y además, como todos en la GS sonriendo porque son muy felices y la GS los hace inmisericordiosamente dichosos porque su mundo de fantasia prospera por doquier.
Está apañado el BCE como mantenga mucho tiempo al pajarraco éste del Draghi!
Se veía venir. Viva el vino!