(OroyFinanzas.com) – La Comisión Europea ha confirmado que inspectores comunitarios efectuaron visitas a empresas sospechosas de “haber conspirado para facilitar precios distorsionados a una agencia de precios para manipular el precio público de varios productos de petróleo y biodiésel”, tras recibir denuncias.
Tras el escándalo de manipulación de Libor en 2012, las autoridades están aplicando normas de control más estrictas y esto ha derivado en una investigación que ha llevado a las autoridades europeas hasta las oficinas de Shell, BP y Statoil, en lo que se sospecha podría ser una de las mayores escándalos de manipulación desde que se destapo lo del Libor.
“Si resulta ser que los bolsillos de los automovilistas y los consumidores han sido afectados por una manipulación en el mercado, la fuerza de la ley caerá sobre ellos. De eso no hay ninguna duda”, aseguró ante el Parlamento británico el secretario de Energía de Gran Bretaña, Ed Davey, en referencia a las petroleras.
Las autoridades allanaron el pasado martes en Londres la oficina de Platts, la principal agencia de informes sobre precios del mundo, y las oficinas de Statoil, Royal Dutch Shell y BP. La metodología diseñada por Platts para realizar las evaluaciones diarias en los mercados físicos de petróleo se utiliza para cerrar acuerdos por un valor de al menos 2.5 billones de dólares al año.
Total, la mayor petrolera francesa, informa que no ha se han realizado inspecciones en sus oficinas. En 2012, la compañía escribió a los reguladores cuestionando la forma en que se determinan los precios del petróleo.
El portavoz del primer ministro británico, David Cameron, indicó que espera que las compañías cumplan plenamente con las investigaciones. Desde Londres se llevan acabo las mayores operaciones en el negocio petrolero.
La Comisión sospecha que las compañías podrían haber ofrecido información distorsionada sobre precios a las autoridades competentes, con objeto de “manipular los precios publicados para determinados productos derivados del petróleo y biofueles”.
Si se llegan a confirmar estas prácticas, las compañías habrían infringido la normativa comunitaria de competencia y podrían enfrentarse a sanciones económicas.
Los precios de los productos energéticos son evaluados por las autoridades competentes en el sector y sirven de referencia para el comercio en los mercados europeos y globales, señala Antoine Colombani, portavoz de políticas de competencia de la Comisión Europea, que añade que “Incluso las pequeñas distorsiones de los precios evaluados podrían tener un impacto sobre los precios finales, lo que podría perjudicar a los consumidores”.
Fuente: Economista Digital
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