(OroyFinanzas.com) – El mismo día que el nuevo ejecutivo del católico progresista Enrico Letta juraba el cargo en el palacio presidencial italiano Palacio Chigi, un desempleado de 46 años abría fuego delante del Parlamento, mientras que el presidente Giorgio Napolitano tomaba juramento a los nuevos ministros del país. Cuatro personas, dos de ellas, policías italianos, resultaron heridas. La crisis en Italia está provocando desesperación social y las tensiones sociales relacionadas con la severa recesión se acrecientan día a día.
El Comité de Italia para la Seguridad Pública, bajo la dirección del nuevo ministro del Interior, Angelino Alfano, delfín de Berlusconi, se prepara para según el “evitar disturbios, actos de terrorismo y otros actos de violencia” en un futuro. Durante la reunión de este Comité, se publicó un análisis en profundidad de los problemas de seguridad en el país.
“El fortalecimiento de las medidas preventivas, una cooperación más estrecha entre las fuerzas de seguridad y las agencias de inteligencia, así como las inspecciones minuciosas, son la mejor estrategia para prevenir nuevos ataques”, aseguró Alfano.
Una escalada de la violencia se encontraría con el terreno abonado entre los millones de ciudadanos italianos aquejados por la crisis económica y los políticos se quieren adelantar a esta situación promulgando nuevas medidas y leyes.
Angelino Alfano, líder de la derecha italiana, en su primer discurso ‘tranquilizó’ a la opinión pública señalando que lo sucedido hace unas semanas ante el Parlamento italiano, se trataba de un hecho aislado, pero ordenó reforzar la vigilancia para evitar otros episodios parecidos. Pero todo apunta a que el ejecutivo italiano y la clase dirigente del país, que está acusada de no escuchar los reclamos de la sociedad, se estén adelantando a una escalada de la violencia ciudadana.
Los gobiernos y autoridades de medio mundo están tomando cada vez más medidas de represión financiera, como una formula para poner freno a una crisis creada en parte por las desacertadas decisiones que tomaron en el pasado. Estas medidas recaudatorias y de control que se están aplicando, provocan a su vez tensiones sociales entre los ciudadanos y los gobiernos parecen estar empezando a prepararse para gestionarlas.
Fuente: Format.at [1]
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