(OroyFinanzas.com) – El diario alemán Der Spiegel ha realizado recientemente un informe en el que denuncia los escasos esfuerzos de la Unión Europea por combatir el desempleo juvenil. En Grecia se han alcanzado niveles estratosféricos del 50% de desempleo entre los jóvenes de entre 15 y 24 años y ahora recién es cuando las autoridades parecen haberse dado cuenta del enorme problema que esto supone. Existe un 23,5% de desempleo en el conjunto de la Unión Europea, toda una generación perdida está tomando forma en Europa.
Un graduado griego señaló a Der Spiegel “Ninguno de mis amigos cree que tengamos futuro, o que seamos capaces de vivir una vida normal”. Joachim Möller, director del ‘Institute of Employment Research’, un think tank alemán, advierte que la situación “incrementa el riesgo de radicalización de una generación entera”.
Recién ahora los políticos se dan cuenta que el altísimo desempleo en Atenas y Madrid [1] supone una amenaza para la democracia y podría significar “el beso de la muerte para la Eurozona”. El ex canciller alemán Helmut Schmidt, calificó la apatía de los políticos hacia el problema de la juventud como “un escándalo sin comparación”.
Der Spiegel en su informe realiza una dura crítica a los recortes realizados en la Educación en España, habida cuenta tal y como señalan, que la gran mayoría de desempleados no tiene formación.
El desempleo juvenil será el principal tema en la agenda de la próxima cumbre europea en junio. Enrico Letta, el nuevo primer ministro italiano, ha pedido públicamente que esta lucha se convierta en una obsesión para la Unión Europea.
Pero de momento todo son palabras y todavía no se han aplicado acciones concretas. Las discusiones sobre cómo gestionar el dinero han llevado a que los 6.000 millones de euros que había aprobado en su momento el Consejo Europeo para combatir el desempleo hayan quedado en el limbo, y de momento se ha retrasado el fondo hasta 2014.
En todo el mundo existen casi 75 millones de jóvenes desempleados, cuatro millones más que en 2007. Sin enérgicas contramedidas políticas y económicas, difícilmente podrá cambiar algo antes de 2016, advierten los expertos de la Organización Internacional del Trabajo.
Fuente: Der Spiegel [2]
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