(OroyFinanzas.com) – Si alguno de ustedes, queridos lectores, hubiera pensado que los vicios que contribuyeron decisivamente al desarrollo de la crisis se habían extinguido para siempre, lamento decirles que, una vez más, las malas prácticas no han muerto. El debate de la financiación de la banca ha vuelto a resucitar viejos fantasmas de un pasado muy reciente. Según informábamos en OroyFinanzas.com hace unos días, el Banco Central Europeo está sopesando la compra de cédulas hipotecarias o, en terminología anglosajona, títulos ABS [1]; con el objeto de aportar liquidez a los bancos y reactivar el mercado de los títulos con garantía hipotecaria.
En los últimos tiempos, los tenedores de títulos de estas características y los inversores están presionando a las agencias de calificación crediticia o agencias de rating [2] para que impongan las mejores calificaciones a este tipo de productos. Para ello, han activado de nuevo la maquinaria de creación de títulos estructurados o paquetes de activos muy diferentes pero que son valorados como si fueran una misma cosa.
Un caso extraordinario es el de la compañía Blackstone Group, la cual recibe calificación crediticia de Standard & Poor’s y DBRS. En un año y tres meses, Blackstone ha creado paquetes de activos por valor de 629 millones de dólares. Estos paquetes de activos están basados en préstamos para compra de coches y otro tipo de préstamos con gran riesgo de impago.
En consecuencia, la utilización de productos estructurados basados en subyacentes de mala calidad es caer, una vez más, en el grave error de los años anteriores a la Gran Recesión. Sin embargo, en este momento los gobiernos no pueden eludir su responsabilidad en la creación y amparo de estos activos, puesto que está promocionando activamente el comercio de estos productos. Sin ir más lejos, la Reserva Federal de los Estados Unidos ha comprado 31.500 millones de euros en titulizaciones de créditos y de activos.
No cabe duda de que la burbuja en los precios de los valores en las Bolsas de todo el mundo está protegiendo una escalada de precios en otros productos, muchos de los cuales siguen teniendo una calidad ruinosa. No en vano, los inversores están tomando grandes cantidades de riesgo gracias a las políticas monetarias expansivas [3] de los Bancos Centrales.
Fuente: Zero Hedge [4]
© OroyFinanzas.com