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La verdad del debate Reinhart-Rogoff

(OroyFinanzas.com) – El análisis de la dinámica del endeudamiento y las consecuencias que un alto nivel de Deuda Pública tiene sobre la actividad económica, tiene como hito extraordinario un estudio realizado por los profesores de Economía de la Universidad de Harvard Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff titulado: Crecimiento en tiempos de deuda (Growth in a Time of Debt) y publicado en enero de 2010 como Documento de Trabajo de la prestigiosa institución americana National Bureau of Economic Research. En este trabajo, los autores mostraron que una economía en la que el nivel de Deuda Pública sobre PIB sobrepasa el 90%, la economía registra caídas del 1% en términos medios.

La vigencia de las conclusiones de este informe y las recetas de política económica que ofrecía han caído en una espiral de desprestigio. El descubrimiento por parte de un estudiante de Doctorado en la Universidad de Stanford de varios errores matemáticos que, supuestamente, invalidan las conclusiones del modelo utilizado, ha sido utilizado como un arma poderosa de ataque contra las políticas de austeridad que parecen impregnar la política económica de los gobiernos occidentales.

Los ataques furibundos que han recibido los profesores Reinhart y Rogoff han provenido de todos los sectores de la prensa y de muchos analistas económicos, casualmente todos ellos, defensores de políticas de estímulo de la economía, es decir, seguir gastando más y más y endeudarse más y más. Las conclusiones de este famoso informe son muy claras: para eliminar el crecimiento de la Deuda Pública y sus efectos perjudiciales sobre la economía, el Gobierno tiene que reducir el peso del sector público sobre PIB mediante recortes del gasto y, en la medida de lo posible, sin subir los impuestos.

La revisión que he podido hacer, con cierto detenimiento, de los documentos de los profesores de Harvard, arroja unas conclusiones bastante diferentes de lo que la prensa general y la económica, en particular, dicen de este estudio.

En primer lugar, los errores de cálculo que detectó este estudiante en la hoja de cálculo Excel que sirve de soporte matemático al modelo, no invalidan, de ninguna manera, las conclusiones del informe. Sólo hacen que los números cambien un poco y, por tanto, no sea exactamente una caída del PIB del 1% cuando se supera el 90% del PIB y, probablemente, el umbral de Deuda Pública no sea el 90% sino que esté más bien cercano al 100% del PIB, tal y como indican otros muchos estudios y algunos de próxima publicación.

En segundo lugar, no existe una política de “austeridad” stricto sensu. Lo que existe es una política económica en la cual se contempla la reducción del déficit público mediante la subida de los impuestos y, en menor medida, por la caída de los gastos. De esta manera, nunca se va a poder conseguir consolidar un ajuste presupuestario. La subida de los impuestos forma parte del proceso de represión financiera en el que nos encontramos y que, brillantemente, denunció el jueves 2 de mayo el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.

En tercer y último lugar, gran cantidad de expertos piden “políticas de crecimiento” y frenar “la austeridad”. No es cierto que exista un dilema “austeridad o crecimiento”. Lo que llaman “políticas de crecimiento” son, más bien, políticas de estancamiento o de decrecimiento de la economía, puesto que se basan en seguir gastando y, por tanto, financiándose mediante más Deuda Pública. Este tipo de políticas de corte keynesiano llevaron a las economías occidentales a la depresión entre 2007 y 2010. Por tanto, el ataque al estudio de Reinhart y Rogoff tiene un doble sentido: acabar con una hipotética “política de austeridad” y comenzar una nueva en la que el peso del sector público sea mucho mayor.

El proceso de endeudamiento público, en suma, está alcanzando cotas comparables a los niveles de deuda posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en aquellos tiempos hubo diversos procesos de reconstrucción de los países y, gracias a la inflación y a las quitas en la deuda, la riqueza necesaria para servir a la Deuda Pública fue cada vez mayor. En este momento, la salida no creo que vaya a ser de forma diferente a otras: inflación [1] y represión financiera [2].

Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff Crecimiento en tiempos de deuda

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