Adrián Ravier sobre el monopolio de emisión de moneda y política monetaria

Huracán con dinero

(OroyFinanzas.com) – En la primera parte de la entrevista, Adrián Ravier explicó con bastante detenimiento en qué consistía el dinero, cómo había surgido y una breve descripción de su historia a través de la Historia del Pensamiento Económico. En esta segunda parte, el tema central es el monopolio de emisión de los Bancos Centrales y su responsabilidad en la crisis actual. Según el profesor Ravier, los Bancos Centrales son epígonos de los gobiernos e instrumentan, en cada momento, una política monetaria que maximiza el poder de los Estados y reprime la libertad y el buen funcionamiento del sistema económico, con sus correspondientes auges y depresiones.

(OroyFinanzas.com) – La existencia de un monopolio de emisión de moneda, ¿qué consecuencias tiene sobre la economía y especialmente sobre el valor del dinero?

Que los gobiernos, en conjunto con algunos bancos, hayan monopolizado la emisión de dinero es una cuestión trágica. Siempre me pregunto cómo es posible que la gente se queja de los monopolios de cualquier bien o servicio, y no se queja de que el dinero y la banca constituyen uno, y quizás el más perverso. Muchos autores dicen que el dinero es algo demasiado importante para dejarlo en manos del mercado. Yo pienso que el dinero es algo demasiado importante para dejarlo en manos del Estado.

Así como el mercado nos ofrece bienes y servicios a buen precio calidad en un marco de competencia, el dinero no debería ser la excepción. Sin duda los economistas, son responsables de una realidad que hoy sufre el mundo entero, por desconocer la teoría monetaria básica, que nos permite comprender estos temas complejos.

En resumidas cuentas, los economistas piensan que el gobierno puede ser capaz mediante políticas discrecionales o reglas monetarias, de dar un dinero genuino y estable a sus economías nacionales. Pero el siglo pasado es una prueba fiel de que esto es una ilusión. No existe tal cosa como independencia del banco central. James M. Buchanan nos enseñó que los incentivos de quienes manejan la política monetaria, es asistir a los gobiernos cada vez que ellos lo necesitan. Para ello fue monopolizada la banca, y para ello sigue estando monopolizada. No vamos a tener un dinero genuino hasta que recuperemos la competencia en este mercado.

Por otro lado, no se trata sólo de un problema de incentivos. Friedrich Hayek también nos enseñó que hay un problema de conocimiento. El banco central no tiene el conocimiento y la información necesaria para tomar correctas decisiones respecto al nivel del tipo de interés, a la cantidad adecuada de moneda que debe circular o al nivel al que se debe fijar el tipo de cambio entre dos monedas. Esta información debe venir provista por el mercado. Se puede intentar imitar lo que el mercado haría en cada situación concreta, pero en cualquier caso, lo óptimo sería dejar actuar al mercado.

La Reserva Federal fue creada en 1913 -luego del pánico de 1907 y diversas discusiones de ciertas comisiones-, con la intención de alcanzar cierta estabilidad de precios, pleno empleo y suavizar los ciclos económicos. La experiencia, sin embargo, muestra que desde la creación de la Fed la inflación ha sido más acelerada que durante el Patrón Oro; el desempleo ha alcanzado mayores niveles que en cualquier crisis durante aquel sistema; y la inestabilidad se refleja en numerosos ciclos económicos causados por “malas políticas monetarias”, o bien, por la propia existencia de la banca central.

Sintéticamente, la respuesta a tu pregunta es inflación, desempleo y ciclos económicos.

(OroyFinanzas.com) – ¿Cree que la política monetaria que han seguido la mayoría de los bancos centrales ha contribuido a la generación de la crisis actual?

No tengo ninguna duda. Por supuesto que hay otros factores no monetarios que también contribuyen a explicar la crisis actual de Estados Unidos y de varios países de la Unión Europea. Pero desconocer la responsabilidad que tienen las autoridades monetarias en Estados Unidos y la Unión Europea, en relación con las burbujas inmobiliarias que han surgido como paso previo a esta crisis global, es un error.

Ahora mismo, las autoridades monetarias de Estados Unidos, la Unión Europea, de China y recientemente de Japón están aplicando nuevas políticas monetarias expansivas, reduciendo los tipos de interés en torno al 0 por ciento, en lo que ya la literatura denomina “demasiado bajo por demasiado tiempo”, y no me cabe duda que en un futuro muy cercano, habrá nuevas recaídas, mayor inestabilidad, ciclos económicos, y un claro impacto en el empleo. Lamentablemente, no puedo ser optimista en lo que concierne a la economía real global.

(OroyFinanzas.com) –A su juicio, ¿qué aspectos deberían cambiar en la política monetaria? ¿Podría dar algún ejemplo concreto?

Hay dos niveles de respuesta. A nivel global, me parece que debe haber un acuerdo internacional que nos permita recuperar los beneficios de aquel sistema de patrón oro, previo a la primera guerra mundial. Los bancos centrales deberían reunirse en un nuevo Bretton Woods, reconocer el error del abandono del oro, y volver a esta regla. Esto debe ser acompañado de una mayor libertad bancaria, eliminar el curso forzoso, también la moneda de curso legal, y permitir que surjan bancos privados de emisión. Se trata básicamente de volver a un sistema libre, competitivo, descentralizado. Hasta ahora los estudios de historia monetaria y bancaria no han encontrado un mejor ejemplo que el de Escocia. Aunque habrá que seguir estudiando. Hay un libro de Kevin Dowd donde se recopilan otros casos semejantes, aunque no han durado tanto tiempo.

Si este acuerdo no es posible, entonces cada país debe analizar qué hacer a nivel local. Y me parece que ahí la propuesta de Hayek por desnacionalizar el dinero y permitir que dentro de una economía la gente pueda elegir entre monedas alternativas, bajo un sistema de banca off shore, es lo más deseable.

Yo soy argentino. En este momento el gobierno impone a su pueblo una inflación que supera el 20 por ciento anual. La gente huye del peso argentino y demanda dólares, y entonces vemos al gobierno como declara prácticamente un delito el comprar divisas. Esto no hace más que demostrar la razón que tenía Ludwig von Mises cuando afirmaba que el intervencionismo conduce a más intervencionismo, y lo que primero era una política económica menor, poco a poco se va convirtiendo en restricciones a la libertad individual, a la propiedad privada y a la economía de mercado. Desde el punto de vista económico, político, económico, jurídico y moral es difícil poder entender la lógica que defienden los actores políticos.

No me cabe duda que las ideas de Hayek en Latinoamérica podrían permitir un gran progreso. Sin ir más lejos, podríamos copiar el sistema de Panamá. Con algunos problemas menores, aquel sistema funciona muy bien. A diferencias de sus países vecinos latinoamericanos, Panamá no sabe lo que es una crisis monetaria, no sabe lo que es el pánico, ni las corridas bancarias. No sabe lo que es la inflación. Qué diferente sería la historia de los países latinoamericanos si se hubieran ahorrado los procesos inflacionarios.

En la tercera y última parte, Adrián Ravier expondrá su criterio acerca de los instrumentos de política monetaria y la inflación.

Este artículo forma parte de una serie de entrevistas semanales con los economistas mas destacados de España y Latinoamérica sobre el dinero, la política monetaria y el sistema financiero. Para leer las otras entrevistas actualizaremos esta página todas las semanas “Entrevistas sobre el dinero, la política monetaria y el sistema financiero“.

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Sobre el autor

Javier Santacruz Cano
Economics Student at Universidad Complutense and Master in Essex.
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