(OroyFinanzas.com) – El pasado jueves, uno de los responsables del diseño de la política monetaria del Banco de Inglaterra, Ben Broadbent, rechazó que la política monetaria de los últimos años no haya servido para nada. Sin embargo, sí que reconoce el mal funcionamiento del canal del crédito bancario. “No creo que los QE se hayan tornado ineficaces, no hay razones para que el Banco y el Tesoro cancelen el Fondo de préstamos directos”, dijo Broadbent a la cadena CNBC. Este Fondo de préstamos directos es el nombre que en Inglaterra se da a los programas de expansión monetaria o QE [1].
Tras la confirmación de que la economía británica ha crecido un 0,3% en el primer trimestre de 2013, las voces que piden un mayor estímulo monetario se incrementan. En este sentido, Broadbent reconoce en la entrevista que están estudiando nuevas vías de actuación. Se reconoce optimista frente a una visión más pesimista del resto de miembros del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra.
Tras Estados Unidos y Japón [2], Gran Bretaña es el país que más ha accionado la máquina de hacer dinero desde hace siete años [3]. Las consecuencias económicas de estas medidas no han sido, ni de lejos, las que se planificaron al principio. De hecho, es uno de los países donde la inflación [4] ya es un fenómeno declarado. Las estadísticas oficiales siguen ocultando este extremo, pero en el día a día la subida de precios continua es un hecho.
Una economía estancada con una deuda disparada y con un déficit público que apenas se puede controlar, no dibujan un futuro muy halagüeño. En este momento, el Tesoro de Su Graciosa Majestad y la Vieja Dama (Banco de Inglaterra) esperan impacientes la llegada del nuevo Gobernador, Mark Carney, y su más que probable voluntad de seguir imprimiendo billetes.
Fuente: Reuters [5]
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