(OroyFinanzas.com) – En la última reunión de los países nórdicos, coaligados en la llamada Alianza Ártica, China ha ganado un asiento permanente como observador. Este estatus confiere a China el ser socio preferencial en relaciones de comercio con Finlandia, Noruega, Suecia, Dinamarca o Islandia.
El mercado que engloba a los países más cercanos al Círculo Polar tiene un gran potencial de crecimiento, el cual puede ser explotado en parte por el gigante asiático. En este sentido, China ha puesto en marcha un proyecto de investigación y un Instituto de Estudios polares para estudiar el cambio climático y los recursos naturales de la zona.
Quizá uno de los mercados más preciados para China es el del petróleo y, en general, la explotación de los recursos naturales. Por ejemplo, las empresas públicas China National Offshore Oil Corporation y Sichuan Xinue Mining han firmado varios convenios de explotación de las costas de Islandia y Groenlandia en busca de petróleo y mineral de hierro, respectivamente.
El objetivo no es sólo petróleo y mineral de hierro. Los proyectos también incluyen prospecciones para descubrir oro, aluminio y cobre. En el caso del petróleo, China tiene previsto incrementar su producción, en coalición con la rusa Gazprom, en 900.000 barriles diarios y, de esta manera, poder influir en la determinación de los precios a nivel internacional.
En virtud de estos proyectos, el coste para China va a ser elevado. Por el momento, la inversión se cifra entre 25.000 y 30.000 millones de dólares, ya que es la parte encargada de adelantar el dinero necesario para comenzar las obras, pagar a los trabajadores y asumir los costes de capital. También es la encargada de comprar instalaciones petrolíferas y gasistas que, en este momento, pertenecen a Rusia.
Es un proyecto, en suma, extraordinariamente importante para el gigante asiático. El agotamiento paulatino de la demanda interna, unida a la falta de efectividad cada vez mayor de la manipulación monetaria y estadística, obliga a China a salir al exterior para mantener su posición de poder en el juego mundial lejos de la zonas de influencia militares de EE.UU.
Fuente: The Diplomat [1]
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