(OroyFinanzas.com) – Simon Black, un articulista viajero que defiende fervorosamente la libertad y que escribe con regularidad para el blog ‘Sovereign Man’, esta semana ha publicado un interesante artículo titulado “A culture of fear and intimidation” del que hemos querido resaltar lo más importante.
Simon Black empieza relatando “La semana pasada, cuando llegué a Bangladesh, los funcionarios de inmigración se mostraron encantados de ver a un turista extranjero entrando al país. También he estado en lugares de África y del Pacífico Sur, donde a la llegada te dan la bienvenida bailando y cantando canciones de bienvenida.
Pero no sucede exactamente lo mismo en la ‘Tierra de los Libres” (Estados Unidos). De hecho, incluso antes de visitar el país, nos programan para el miedo y la intimidación.
Por un lado, todos los funcionarios de inmigración están armados. No existe absolutamente ninguna razón para que un agente del gobierno tenga que llevar una pistola cargada, cuando lo único que tiene que hacer es revisar un pasaporte. Esto no es común en el resto del mundo, solamente en la ‘tierra de la libertad’.
Al igual que la farsa de seguridad en los aeropuertos, ante la cual millones de viajeros asumen “rendirse”, los puestos de control de inmigración estadounidenses están allí para habituar a que la gente tenga miedo y se someta a la autoridad del Estado. Cuando se hecha un vistazo a todo el sistema gubernamental, es evidente que esta cultura del miedo e intimidación se aplica en todo el espectro.
Estamos programados para estar aterrorizados ante el IRS (Internal Revenue Service, que es la Hacienda estadounidense) [1]. Hasta tal punto que ser auditado por Hacienda se encuentra entre los mayores temores de los estadounidenses, al mismo nivel que ‘el miedo a las serpientes y a la muerte repentina’. Verdaderamente resulta muy triste”.
Simon Black continúa relatando “Asimismo estamos programados para tenerle miedo a la policía, que en una demostración de fuerza se viste cada vez con mayor frecuencia con botas de combate, fusiles de asalto, y utilizan esos horribles Vehículos de Asalto Urbano, como si estuvieran patrullando en Kandahar. Estamos programados para doblegarnos ante los intereses del Estado, se trata de ‘sacrificio compartido’, es decir, todo el mundo debe sacrificarse por la incompetencia los políticos o para delatar a nuestros vecinos ante la Seguridad del Estado o ante Hacienda”.
Simon añade que “Aún más, se nos dice que corremos el riesgo de ser atacados por aviones no tripulados, además podemos ser victimas de detenciones militares y a nuestros hijos nos los puede arrebatar el gobierno. Estas son poderosas herramientas para avivar una cultura del miedo y para mantener a toda una civilización bajo control. Estas constantes de poder son diametralmente opuestas a cómo se supone se debería conducir una sociedad libre.
Un recordatorio importante es que no podemos depender de que un gobierno o la sociedad nos proporcione la libertad o la oportunidad económica que deriva de ella. No podemos esperar a que decenas de millones de personas “despierten” o salgan a la calle. Si la historia sirve de indicador, tanto el miedo como la intimidación es probable que empeoren. Este problema ni desaparece, ni se resuelve sólo.
Simon Black finaliza su artículo asegurando que: “La única estrategia viable es abandonar la manada y centrarnos en lo que podemos hacer como individuos para proteger nuestros ahorros y patrimonio, preservar nuestras libertades y garantizar la seguridad de nuestras familias”.
Tal y como describe el articulista de ‘Sovereign Man’, parece que la cultura del miedo y la intimidación por parte de los estados se está desarrollando a toda marcha.
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Fuente: Sovereignman.com [2]