(OroyFinanzas.com) – Ciencia. Un término muy difundido, utilizado y en realidad poco comprendido en muchos casos. Una ciencia acapara unos conocimientos adquiridos mediante la observación y el razonamiento, de los que se derivan unos postulados, principios y leyes sobre los que se sustentarán y desarrollaran posteriores deducciones, nuevos principios y otras leyes que ampliarán las anteriores.
La ciencia se basa en el análisis para diseccionar y distinguir las partes de cada observación, para llegar a conocer los elementos que componen un fenómeno y expresar los principios y leyes que lo rigen.
La ciencia, en sí misma, no tiene en cuenta la aplicación de todos esos aspectos. Precisa de la técnica para tener utilidad. La ciencia se sirve de una serie de recursos y procedimientos -técnica- para prestar un servicio científico.
Las matemáticas son una ciencia y la estadística es una rama de las matemáticas. La estadística es otra ciencia, que observa grandes conjuntos de datos numéricos, usada para proclamar unas conclusiones y sus probabilidades.
El análisis técnico bursátil se trata de una materia que se ha popularizado notablemente en los últimos años, gracias a cierta superficialidad y grado de simplificación a la que se ha sometido. Pero esa gran difusión, por falta de reflexión y por exceso de simplificación, ha confundido a un gran número de usuarios que han pretendido elevar sus conclusiones a la categoría de exactas.
El análisis técnico de los valores cotizados no es una especialidad que se preocupe de comprender, explicar o justificar la aparición de un dato. El análisis técnico aplica los resultados de los procesos de datos que elabora la estadística, para hacer un reparto de probabilidades de los distintos escenarios y situaciones que se pueden reflejar en las cotizaciones.
Una cualidad de esos estudios es su flexibilidad para adaptarse a la realidad, al incorporar cada nueva situación, circunstancia o dato, en el momento mismo en que se produce. Esa adaptación del análisis a la realidad cambiante es fundamental para el buen uso de la técnica.
Pero no lo olviden, no por ser científico y precisamente por eso, por estar basado en una ciencia como la estadística, el análisis técnico no conseguirá asegurar la dirección de los precios del oro y la dimensión de cada movimiento de precios. Servirá para ayudarles a decidir en el sentido de lo más probable para, y eso será más que suficiente para mejorar el resultado de sus inversiones.
El análisis podrá ser mejor o peor; muy bueno, bueno o regular. Siempre será mejor hacer uso de la técnica que decidir por intuición o ciencia infusa.
En particular para el oro y otros metales, cuya cotización no se corresponde con un intercambio de material por dinero, a los que buscan el beneficio por diferencia entre el precio de venta y el de compra -especulación- le resultará de gran utilidad para reconocer niveles en los que tener mayor predisposición para la compra o la venta, para identificar objetivos para la recogida de beneficios, protección de éstos y limitación de pérdidas cuando los precios no sigan el camino esperado.
Quienes cambian su dinero por oro ocasionalmente, por aquello de no conservar todos su dinero en la misma divisa, con la intención de proteger mejor el valor de sus ahorros en cuánto a los bienes y servicios que se podrá adquirir con ellos en el futuro, el análisis técnico también creo que les resultará atractivo. Identificar una situación mejor que otra, señalando precios en los que se mejora la expectativa respecto a otro, ayudará a optimizar el valor futuro del patrimonio.
Jorge Del Canto
Autor del libro “Gane dinero operando en bolsa”
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