(OroyFinanzas.com) – En una carta dirigida a los presidentes de la Asociación Española de la Banca y la Confederación Española de las Cajas de Ahorros, el Gobernador del Banco de España, don Luis María Linde, pide prudencia a la hora de distribuir los resultados contables. Esta recomendación no es una pura cuestión de imagen –cosa de la que se encarga el comunicado del Banco– sino que va más allá y pretende que sea una medida más encaminada a la recapitalización interna de los bancos.
Esta “prudencia” en la distribución de resultados se traduce en una limitación de los dividendos en efectivo, los cuales no podrán superar el 25% del beneficio total del banco. En este sentido, el banco debe retener en su capital un 75% de los beneficios y, por tanto, con ello se refuerza la estructura de capital y los ratios exigidos por los criterios de Basilea.
No sólo el pago del dividendo en efectivo queda afectado. También el pago en acciones –lo que se conoce en varias compañías como script dividendo– tiene que ser prudente y comedido. El Comunicado del Banco de España deja muy claro que el pago en acciones tiene que ir en función de la evolución de los beneficios y el crecimiento del número de acciones en el mercado. Una excesiva cantidad de acciones en circulación perjudica la capitalización del banco a través de la pérdida de valor de las acciones.
La carta que el Gobernador Linde dirige a las patronales del sector financiero se convierte en una obligación tácita. El Banco de España, con la ley en la mano, no tiene potestad para intervenir en la política de retribución de los accionistas, dado que esto forma parte de la decisión que tomen en su momento los miembros de los Consejos de Administración y la aprobación, si procede, de la Junta General de Accionistas.
Sin embargo, el Banco de España sí puede dictar órdenes de obligado cumplimiento a la banca nacionalizada. Por ello, los primeros bancos que tienen que aplicar esta limitación de dividendos son los nacionalizados: Bankia, Novacaixagalicia o Cataluña Banco. Estos bancos tienen en su accionariado a las Cajas de Ahorros fundadoras y, en este sentido, también se ven afectadas por las normas dictadas por la Institución monetaria.
En la práctica, las “recomendaciones” se convierten en obligaciones para toda la banca. Los bancos cuidan en todo momento sus relaciones con el Banco de España y no están dispuestos a contradecir sus opiniones. Salvo en contadas ocasiones, los bancos obedecen los dictámenes sin más dilación.
Fuente: Comunicado de prensa del Banco de España [1]
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