(OroyFinanzas.com) – La capacidad de inventar sistemas de represión fiscal y arbitrariedad legal no tiene límites. Recientemente hemos conocido la estrategia del Gobierno holandés para luchar contra el fraude fiscal. La Hacienda pública, en colaboración con las autoridades navales y aéreas, ha puesto en marcha un plan para impedir que salgan del país aquellos individuos que tienen contraídas deudas con la administración tributaria.
En el control de pasaportes del aeropuerto de Ámsterdam, al comprobar la validez de estos, el sistema informático advierte al funcionario de aduanas si el viajero tiene cuentas pendientes con el Fisco y, si las tiene, puede enfrentarse incluso a una detención cuando el volumen defraudado sea constitutivo de privación de libertad.
Este sistema es un monumento a la arbitrariedad, puesto que concede un amplio espacio de decisión a las autoridades fiscales sin control judicial. En muchas ocasiones, hemos advertido de la concentración de poder que se observa en los funcionarios de Hacienda y la vulneración de derechos fundamentales como el derecho a la defensa, a la privacidad o a la propiedad privada, los cuales son atropellados y pisoteados por el Fisco en su voracidad recaudatoria.
La negación de derechos fundamentales es una cuestión extremadamente grave. Cualquier ciudadano que desee marcharse de vacaciones puede verse privado de cumplir sus deseos si mantiene una deuda, por mínima que sea, con Hacienda, quien determina cuándo, cómo y dónde pagar. La planificación fiscal que puede hacer un individuo sin previa comunicación a las autoridades fiscales –entre otras cosas porque no existen razones que justifiquen lo contrario– puede ser sospechosa de fraude y, por tanto, de persecución hasta incluso en sus desplazamientos hacia el exterior.
La fórmula “si pagas inmediatamente, no tienes nada por qué temer” que se inventó para las multas de Tráfico se ha impuesto también aquí. Si una persona tiene una deuda con la Hacienda holandesa y quiere viajar, puede abonar en la misma aduana el importe exigido. De lo contrario, el viajero quedará privado de montar en su avión.
Bajo este procedimiento, en los cinco primeros meses de este año, el gobierno neerlandés ha recaudado cerca de medio millón de euros en las aduanas de los aeropuertos, un 25% más que en el mismo período del año pasado. En 2012, cerca de 700 holandeses se quedaron sin vacaciones por no poder pagar a Hacienda. Este año, con gran probabilidad, el número de personas en esta situación se situará por encima de 700.
Fuente: Die Presse
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