(OroyFinanzas.com) – El Gold bug [1] Jim Sinclair cuenta en una carta a sus seguidores el desarrollo de un potente mercado al contado de oro físico de inversión en la Federación Rusa. Tanto Rusia como China son conscientes de la manipulación del precio del oro papel y conocen hasta qué punto las autoridades monetarias y políticas americanas mueven sus hilos en los principales bancos creadores de mercado para bajar artificialmente el precio del oro.
El nuevo mercado de oro físico ruso ofrece unas condiciones de liquidez prácticamente únicas. La facilidad que tiene un individuo de convertir sus lingotes de oro en efectivo es extraordinaria. Esta facilidad se canaliza a través de una red de casas de cambio, las cuales para operar en sus instalaciones exigen que los operadores sean socios o miembros.
El interés de los inversores en los mercados de oro y plata físicos crece en paralelo a su huída de los mercados de oro y plata papel. Las caídas en el precio de los metales preciosos que comenzaron en abril [2] han provocado la apertura de una investigación para esclarecer si en ello hubo una manipulación masiva. Las sospechas de manejos entre los bancos creadores de mercado –los bullion Banks– y las autoridades regulatorias son algo más que sospechas y, según varios indicios, es más realidad que ficción.
En este sentido, el divorcio entre el mercado de oro papel y el mercado de oro físico es cada vez más notable. La fijación de los precios del oro papel es fácilmente manipulable, puesto que está prácticamente centralizada en el COMEX. Un mercado excesivamente centralizado puede ser controlado sin necesidad de gran aparato o demasiados esfuerzos. Por si fuera poco, el respaldo del oro papel es cada vez menor puesto que las cámaras del COMEX se vacían cada mes [3].
A pesar de la desconfianza creciente en el COMEX [4], el volumen de contratos no ha sufrido grandes caídas. Muchos inversores no cuentan con los medios ni el tiempo necesarios para introducirse en los mercados de metal físico. Prefieren posicionarse en un mercado como el COMEX, en el cual los costes de información y transacción son bajos. Inmiscuirse en mercados como el ruso exige un coste elevado de información y unos riesgos –cambiarios, de tipo de interés o regulatorios– que muchos inversores no están dispuestos a tomar por ahora.
Fuente: Investigaciones sobre la manipulación del COMEX [5]
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