(OroyFinanzas.com) – La recuperación de la normalidad en Chipre será un proceso lento y costoso. Muchos son los ahorradores –cerca de 20.000 cuentacorrentistas– atrapados en sus bancos depositarios y cuyos depósitos han sido objeto de conversión en acciones del Banco de Chipre, el principal banco del país.
Reuters recoge diversos testimonios de familias atrapadas en el rescate. Muchas de ellas están sufriendo problemas económicos y, hasta incluso, de salud. Otros han optado por la vía judicial para reclamar sus ahorros. Sin embargo, esta vía de solución es muy complicada, puesto que la decisión de la Comisión Europea de no cargar el peso de los rescates futuros a los contribuyentes está bajo la estricta legalidad en la protección de los depositantes hasta 100.000 euros.
La conversión de un 47,5% de los depósitos que están por encima de 100.000 euros en acciones del Banco de Chipre no ha servido para completar la recapitalización del sistema financiero. Las grandes masas de capital que estaban depositadas en Chipre han huido hacia sus países de origen, especialmente Rusia.
Por si fuera poco, los problemas de los bancos serían aún mayores si reconocieran plenamente las pérdidas de valor de sus carteras de bonos griegos de alto rendimiento. A valor actual, un bono de cupón 10% anual a cinco años posee un descuento sobre el nominal de entre el 95% y el 99%. Es decir, un ahorrador que depositara 1000 euros en bonos griegos de este tipo, hoy recuperaría sólo entre uno y cinco euros de su inversión.
La atracción de capitales hacia Chipre no tendrá la efectividad precisa hasta que no se resuelvan los conflictos judiciales presentes y futuros acerca de la confiscación de los depósitos. Los oligarcas rusos que tenían depositados sus ahorros en Chipre son los principales instigadores de la judicialización del rescate bail-in.
En esta tarea se encuentran los más prestigiosos despachos de abogados, intentando encontrar subterfugios legales como un posible efecto retroactivo de la confiscación de los depósitos o irregularidades y defectos de forma en la redacción de los decretos a finales del mes marzo pasado.
Fuente: Reuters
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