- OroyFinanzas.com - https://www.oroyfinanzas.com -

El Banco Vaticano, en pleno proceso de reforma, publica sus cuentas

(OroyFinanzas.com) – Uno de los mayores quebraderos de cabeza de los diferentes Papas, empezando por el Beato Juan Pablo II, fue el escándalo permanente en el que estaba inmerso el Instituto para las Obras de Religión –bajo las siglas IOR–, más conocido como Banco Vaticano. Sobre él siempre ha pesado la sombra de la corrupción, los tratos con la Mafia y la ocultación fiscal.

Tras los primeros pasos dados por el Papa emérito Benedicto XVI, el actual Papa Francisco ha acelerado el proceso reformador de esta institución para dotarla de mayor transparencia y colocarla en el sitio que le corresponde: reconocer su rol de Banco o institución de inversión colectiva de los dineros de la Iglesia de Roma. En primer lugar se estableció un Convenio de lucha contra el fraude fiscal y el lavado de dinero. Mediante Quirógrafo fechado el 24 de junio pasado, el Santo Padre estableció las nuevas normas de funcionamiento y el nombramiento de los consejeros y miembros de una Pontificia Comisión integrada dentro de las competencias de Monseñor Bertone, Secretario de Estado.

En virtud de esta voluntad de Su Santidad, el IOR ha publicado sus cuentas. Según la Nota publicada –la primera vez en la Historia que se hace algo así– el instituto piadoso ganó 86,6 millones de euros en el ejercicio 2012. Neto de impuestos, el IOR ha cuadriplicado su beneficio ya que en 2011 obtuvo 20,3 millones de euros.

Entre 2011 y 2012, el patrimonio gestionado se ha elevado en 300 millones de euros, pasando de 2.900 millones de euros a 3.200 millones de euros, mientras que los depósitos han retrocedido 200 millones. El total de activos gestionados por el IOR asciende a 7.100 millones de euros. Con respecto al patrimonio, los fondos propios se han elevado en 100 millones de euros hasta alcanzar los 800 millones de euros.

Los datos publicados por el servicio de prensa revelan una situación patrimonial saneada. Sin embargo, uno de los errores flagrantes en este comunicado es la ausencia de datos acerca de deuda, emisiones y créditos. Lo único que se puede saber como indicador de rentabilidad es el retorno sobre los fondos propios, el cual es del 10,85%.

La mejora del beneficio con respecto a 2011 está basada en una mejor gestión. Con una reducción de los clientes –han pasado de 21.134 cuentas a 18.900–, una disminución en el volumen de depósitos y un ligero incremento de la plantilla, los gestores han conseguido un mayor valor añadido en el movimiento de los fondos de la Iglesia. Como diría el castizo, con menos hacer más.

Los objetivos del IOR se recuerdan en la propia Nota: proveer cuentas de depósito, gestión de activos, custodia de valor y un sistema de pagos internacionales para enviar dinero hacia donde éste es necesario, además de servir como ventanilla de pagos de salarios y pensiones de los funcionarios del Vaticano. La gestión de patrimonios se centra en activos de bajo riesgo, renta fija pública y privada y fondos del mercado monetario. Menos del cinco por ciento del total de activos están invertidos en otros fondos de inversión y gestión.

En este sentido, el Banco Vaticano rechaza la imposición de cuentas corrientes que no estén bajo el régimen de trasparencia fiscal, cuentas anónimas o cifradas. Tampoco acepta ser contrapartida de contratos de derivados financieros ni utiliza la potestad de la reserva fraccionaria (no usa los depósitos para conceder créditos).

La distribución de los clientes parece bastante clara. Por un lado, 5.200 cuentas corrientes pertenecen a institutos religiosos y fundaciones de caridad, entre las que se encuentran las Diócesis, los Prioratos de las Órdenes Religiosas e instituciones como Cáritas. Por otro lado, 13.700 clientes son individuos, bien pueden ser sacerdotes, obispos, cardenales o personal de la Curia romana. En el primer caso, los activos ascienden a 6.000 millones de euros, mientras que en el segundo se encuentra el resto hasta llegar a 7.100: 1.100 millones de euros.

Como se señalaba con anterioridad, el primer paso reformador lo dio el Papa emérito Benedicto XVI, nombrando como presidente del IOR al alemán Ernst von Freyberg, reputado gestor de patrimonios en firmas como Close Brothers GmbH, en 2012. Es, además de presidente, director general y miembro de la Pontificia Comisión para el IOR. Destacar también la presencia de un español como consejero no ejecutivo: Manuel Soto. Soto fue durante bastantes años presidente de la más prestigiosa consultora en los años noventa, Arthur Andersen, hasta su desaparición tras el escándalo ENRON. Es, además, vicepresidente cuarto del Banco de Santander.

Fuente: Web oficial del IOR y Oficina de Prensa del Vaticano [1]

© OroyFinanzas.com