(OroyFinanzas.com) – El recrudecimiento del conflicto civil en Siria ha provocado una reacción internacional muy potente, máxime cuando se manejan informaciones que apuntan a un posible ataque con armas químicas sobre población civil. Hasta ahora, tanto los sublevados como el régimen de Bashar El Assad no han contado con una gran atención de las distintas cancillerías, aunque sí han gozado de gran protagonismo mediático que ha probablemente ha ayudado también a impulsar el precio del oro acompañado por el precio del crudo.
La tibieza de Gran Bretaña, la agresividad de Rusia y China en su defensa del sátrapa sirio y la negligencia del Gobierno de los Estados Unidos, constituyen un serio peligro en un escenario ya de por sí extremo y muy delicado en cuanto a su importancia estratégica para los mercados de materias primas, entre ellas el oro y el petróleo.
Los precios del oro pueden variar de forma significativa debido a este conflicto bélico. La utilización del oro como colateral en muchos contratos y su supervivencia a pesar de la destrucción ocasionada por la guerra, hacen que el oro sea demandado en los mercados externos al que vive el escenario de guerra.
En un primer momento, la reacción de los inversores es recoger beneficios ante el aumento de la incertidumbre. En este sentido, tras cinco días seguidos al alza, el oro ha comenzado a descender ligeramente aun conservando los 1400 dólares la onza. El mercado desconoce cuál será la decisión final de los gobiernos de si atacar o mantenerse al margen.
La incertidumbre reinante en los mercados de materias primas provoca un descenso muy notable de las cantidades negociadas y gran volatilidad en los precios. “Dado que no ha habido más noticias nuevas sobre el conflicto sirio, mucha gente está recogiendo beneficios sobre 1.400 dólares”, comenta Yuichi Ikemizu, gestor del Standard Bank de Tokio.
Los inversores no esperan ante un posible incremento de la demanda de oro. En tiempos de guerra, los mercados quedan sometidos al arbitrio del comandante en jefe de los ejércitos, el cual puede decidir la confiscación de la riqueza y el patrimonio de sus ciudadanos para hacer frente a los gastos de guerra. Pocos actores sacan una ganancia apreciable como prestamistas o depositarios de los contendientes.
En suma, en los sucesivos meses, el precio del oro tendrá un condicionante más y cuya influencia dependerá del curso de los acontecimientos. No hay razones para deshacer posiciones en oro por la existencia de una guerra. Simplemente debemos observar dicho influjo y descontar posibles movimientos adversos en nuestras decisiones.
Fuente: Reuters [1]
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