(OroyFinanzas.com) – En los últimos días, la compañía de Correos y Telégrafos (Deutsche Post) alemana ha anunciado su intención de subir las tarifas que cobra por sus servicios. En este sentido, fuentes de la empresa desconfían de la tasa de inflación oficial [1] y descuentan, ya en este momento, un proceso inflacionario encubierto que está minando la cuenta de resultados de Correos.
Desde 1997 no se ha producido una revisión a fondo de las tarifas oficiales. La subida de precios de los sellos, en este momento, es de 55 céntimos de euro a 58 céntimos de euro. Sin embargo, en un futuro próximo, la compañía aplicará una subida de precios superior a la tasa de inflación oficial: superior al 2% anual.
Los incrementos anuales de los precios del correo se han hecho (hasta ahora) a razón de un 0,6%, muy por debajo de la tasa de inflación oficial.
La inflación oficiosa en Alemania es más alta que la oficial. Fácilmente puede comprobarse este extremo si acudimos a los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) que publica mes a mes la Oficina Federal de Estadística. En estos datos podemos observar que los precios de los alimentos más básicos (verduras, fruta, carne, pescado, leche o mantequilla) crecen a tasas de dos dígitos.
Otros bienes como el tabaco, el café o la electricidad se han incrementado significativamente respecto al año pasado. Especialmente notable ha sido la subida de la luz, cifrada en un 12%. En virtud de estas cifras, poco tiene que ver con la realidad la tasa de inflación oficial del 1,9%.
Si a esto añadimos el encarecimiento de salarios y pensiones, los costes de producción y explotación del servicio nacional de Correos han aumentado considerablemente mientras que las tarifas han permanecido prácticamente inalteradas. El reconocimiento de la inflación oficiosa por parte de Correos es un paso necesario para sacar a la luz el proceso inflacionario latente en Europa y provocado por más de cinco años de continuo funcionamiento de la máquina de hacer dinero.
Fuente: DWN
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